Frío consuelo

J.J. informa a los analistas federales que cuatro jóvenes rubias han desaparecido en la localidad de Olimpia (Seattle) en los últimos meses. El cadáver de la primera víctima, localizado recientemente en un parque, fue embalsamado por su asesino. Su alto grado de descomposición impide a los forenses fijar con exactitud la fecha de su muerte.
Los efectivos de la Unidad de Análisis de Conducta viajan a la ciudad, donde Morgan y Reid acuden al escenario para examinar el lugar. Inesperadamente los analistas descubren un collar de oro bajo un helecho y poco después la policía local encuentra en una colina cercana el cuerpo sin vida de un joven con un colgante en sus manos.
En la sala de autopsias, el patólogo forense informa a los federales que las víctimas fueron embalsamadas vivas y que no presentan signos de agresión sexual. La investigación da un giro inesperado cuando los analistas interrogan a Leona Gless y a su marido Patrick, en cuya casa trabajó como niñera una joven que falleció en 1992.