Roger Thornhill, director de una compañía de publicidad, está tomando unas copas con unos clientes en un bar, cuando es confundido con otra persona. En el momento en que pretende deshacer el equívoco es secuestrado y conducido a una lejana mansión, donde le advierten que deje de fingir y colabore con las propuestas del señor Vandam. Ante su negativa, es abandonado por sus secuestradores en un coche sin frenos y embriagado de alcohol.
Las últimas escenas de la película no fueron filmadas en el Monte Rushmore ya que a Hitchcock no le concedieron los permisos para rodar en aquel lugar. Por tanto, las escenas las rodaron en un estudio que reproducia fielmente el famoso monumento.