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10 secundarios que nos gustaría adoptar
José Hernández, 08/11/2010
Esta es una de esas semanas en las que, pese a haber dos estrenos sólidos en cartelera, ninguno de ellos sugiere un TOP10 DE CINEOL excesivamente original o carismático. O quizá sea la fiebre post-festivalera, que deja las neuronas secas de adjetivos y de capacidad diseccionadora. Por ello, y tomando como patrón que Salidos de Cuentas está co-protagonizada por un osito de peluche tronchante como es Zach Galifianakis, no es mala idea retomar uno de los tops que más ha gustado y ofrecer su contrapartida:

Aquí ya no hablamos de secundarios que nos encanta odiar y verlos de villano, sino todo lo contrario: esos actores que por defecto nos caen bien, despiertan nuestra simpatía y nos hacen desear que no mueran o que consigan su propósito. Esos actores que, si pudiésemos, nos gustaría que perteneciesen a nuestra familia en lugar de ese tío que siempre se emborracha en Nochebuena y acaba peleándose con el abuelo. Para el caso se han incluido solo actores vivos, dejando fuera a algunos como Michael Jeter o Walter Brennan. Y por algún motivo, no hay ni una sola mujer. Posiblemente sea la testosterona la que hable, pero cuando pienso en una actriz a la que pueda calificar como ‘adorable’, no quiero que sea mi prima o mi tía. Es lo que tiene haber nacido con la mente sucia.
Menciones especiales:
-Jeffrey DeMunn: Habitual de Frank Darabont, DeMunn es el vecino ideal, el que te ayuda con las bolsas o te pregunta por la salud de tu abuela. Seguro que es profesor y nunca le ha levantado la voz a los chavales.
-Jeffrey Tambor: Si hace de bueno es un buenazo sin maldad. Si hace de malo, carece de la inteligencia o la falta de escrúpulos para ser un villano. Podría ser el tío tonto o el abuelo sinvergüenza, pero lo querríamos igualmente.
-Pruitt Taylor Vince: Reconocible por su oronda figura y por sufrir nistagmo en los ojos, suele interpretar papeles de bonachón amigo o de villano incompetente o con excesiva inocencia para ser una amenaza. O quizás es la sensación porque es demasiado entrañable.
10. LARRY MILLER
Lo hemos visto en: Todas las películas de Christopher Guest, Kiss Kiss Bang Bang, Cuidado con la Familia Blue, montones de series...
Y nos robó el corazón en: 10 Razones Para Odiarte, en donde interpretaba al estricto pero comprensivo y amable padre de la protagonista.
Qué lo hace tan entrañable: Su aspecto bonachón y sonriente, como si estuviese de buen humor en todo momento, incluso en los momentos serios. Y sin ser irrespetuoso. De hecho, su actitud es reconfortante.
Alguna vez habrá hecho de malo: En El Profesor Chiflado era el decano que le hacía la puñeta al protagonista, pero siendo una comedia y siendo la némesis de Eddie Murphy, es imposible que nos caiga mal.
En nuestra familia, sería: El tío con quien siempre puedes tener una conversación en las fiestas familiares, echarte unas risas bebiendo cerveza y sentir que te ha escuchado, aunque luego te des cuenta de que también te ha leído la cartilla para que endereces tu vida. Y te lo has tragado con una sonrisa y pasándotelo bien.
9. MICHAEL J. POLLARD
Lo hemos visto en: Dick Tracy, Tango y Cash, Los Fantasmas Atacan al Jefe, Roxanne, El Sueño de Arizona…
Y nos robó el corazón en: Su papel de inocentón compinche de Bonnie y Clyde.
Qué lo hace tan entrañable: Su aspecto aniñado, de chaval travieso pero entrañable, con una sonrisa luminosa y unos mofletes que dan ganas de pellizcarlos, que le granjeó papeles juveniles hasta bien entrada la treintena.
Alguna vez habrá hecho de malo: ¿Con esa cara? Cuando ha hecho de criminal, era sólo el alivio cómico o un tipo rarillo más que peligroso.
En nuestra familia, sería: El abuelo excéntrico, ese con el que siempre nos lo pasamos en grande pero a los más adultos de la familia no les cae muy bien, ambas cosas derivadas de lo mismo: casi toda su vida la ha dedicado a perseguir su sueño de ser músico, e incluso llegó a estar de gira con su grupo de jazz (del que era trompetista) por montones de lugares grandes y pequeños. Tiene historias mil que contar y una alegría de vivir contagiosa, pero nunca ha hecho nada ‘de provecho’.
8. LELAND ORSER
Lo hemos visto en: Pearl Harbor, Venganza, Very Bad Things, Salvar al Soldado Ryan, El Jurado, Confidence, Resurrección…
Y nos robó el corazón en: El doble combo Seven/Alien: Resurrección, en donde sufre casi la misma suerte: víctima del malo sin comerlo ni beberlo.
Qué lo hace tan entrañable: Su rostro tristón y su aspecto frágil lo hacen en el candidato perfecto para ser el pasto del villano, para sufrir una muerte injusta o para ser el cobarde que cuando debería convertirse en héroe sólo puede quedarse en un rincón, indefenso, necesitado de alguien que llegue a rescatarlo, pero sin que sea su culpa. De hecho, provoca en nosotros una innegable tendencia a la protección.
Alguna vez habrá hecho de malo: Pues sí. En El Coleccionista de Huesos era el gran villano, aunque eso era la sorpresa final, ya que durante el filme aparece en dos ocasiones siendo el tipo más encantador del mundo, como es habitual en él.
En nuestra familia, sería: El hermano menor pusilánime e inteligente, que siempre se lleva las collejas de sus compañeros y se lo traga porque no quiere pedirnos ayuda pese a que lo está pasando mal, pero que te mira con eterna gratitud cuando les das una lección a los abusones.
7. CHARLES MARTIN SMITH
Lo hemos visto en: American Graffiti, Lucky You, Labios Ardientes, Los Lobos no Lloran...
Y nos robó el corazón en: Su rol de policía de despacho con pasión por la contabilidad que se pasa al otro lado de la acción en Los Intocables de Elliot Ness.
Qué lo hace tan entrañable: Es un tipo de lo más normal, de los que nunca podrán ser amenazantes. Es bajito, calvo, con gafas, pero con cierta dignidad de señor que lo aleja de los frikis. Y tampoco podría ser un funcionario cabrón, porque sus ojillos risueños y su inevitable sonrisa le delatan como buena persona.
Alguna vez habrá hecho de malo: En Starman era el agente del gobierno que quería atrapar al alienígena para diseccionarlo, pero claro, lo hacía en aras de la ciencia, no por crueldad o mala leche.
En nuestra familia, sería: El primo que siempre te hace la declaración de la renta gratis como un favor, y siempre te sale a devolver. Sin embargo, luego nunca te pide que le devuelvas el favor, porque en realidad lo hace porque sois familia, no porque quiera sacarte algo. De hecho, cuando le regalas algo por su cumpleaños hasta se sonroja porque no se quiere dar importancia como para recibir una fiesta o un presente.
6. JOHN C. REILLY
Lo hemos visto en: Cyrus, Boogie Nights, La Tormenta Perfecta, Chicago, Las Horas, Pasado de Vueltas, Hermanos por Pelotas…
Y nos robó el corazón en: Magnolia, donde interpreta a un tímido e incompetente policía que sueña despierto con ser un héroe y se enamora de una yonqui.
Qué lo hace tan entrañable: Tiene el típico rostro de alguien a quien nunca toman en serio, por mucho que se esfuerce en ser profesional y dar lo máximo. Y se nota que lo da siempre, dentro de sus posibilidades, que suelen ser pocas.
Alguna vez habrá hecho de malo: En Gangs of New York hacía de policía corrupto y violento que encima se había pasado de bando traicionando sus raíces. Sin embargo, incluso entonces no era más que un mindundi.
En nuestra familia, sería: El tío que está casado con una mujer que le anula, pero tan enamorado de ella que es incapaz de verlo. Incluso cuando ella le pone los cuernos, él es incapaz de reaccionar en su contra, por mucho que el resto de la familia se lo señale. Al principio hace como que sí la echa de casa, pero finalmente la vuelve a aceptar. Eso sí, en otros aspectos le va mejor, porque tiene su propia pequeña empresa (a la que no le va muy bien compitiendo con las multinacionales, pero se mantiene) y de vez en cuando se va a jugar al futbolín con los amigos (aunque siempre va en el equipo perdedor, pero no es algo que le importe).
5. RICHARD KIND
Lo hemos visto en: Un Tipo Serio, Vías Cruzadas, Viceversa, Stargate, The Visitor y montones de series de televisión.
Y nos robó el corazón en: La sitcom Spin City, donde hacía el papel del secretario de prensa del alcalde de Nueva York, un secretario cobarde y bocazas al que siempre le mantienen al margen de todo lo importante.
Qué lo hace tan entrañable: Es un tipo muy grande, pero tiene una cara de simple y una voz tan nasal que uno sabe a ciencia cierta que está ante alguien inofensivo y potencialmente necesitado de una mano amiga que le guíe por la vida para no acabar en una cuneta.
Alguna vez habrá hecho de malo: Si lo ha hecho, habrá sido un papel tan secundario que más se puede calificar de cretino que de villano.
En nuestra familia, sería: El tío que siempre está hablando del pedazo de negocio en el que se ha metido por nada de dinero, que le va a reportar una gran ganancia, pero que tres meses después te enteras de que era una estafa y que le han dejado seco. De hecho, él es siempre el último en enterarse de las cosas, pero no se da cuenta de ello. Si habla como si supiese un montón no es por dárselas de entendido: es porque genuinamente no tiene ni idea de que existe algo más allá de lo que él sabe, o que lo que le han dicho es mentira, y que está quedando como un tonto.
4. HARRY DEAN STANTON
Lo hemos visto en: Alien, Corazón Salvaje, Repo Man, La Chica de Rosa, Corazonada, Una Historia Verdadera, Amanecer Rojo…
Y nos robó el corazón en: Su papel de un hombre acosado por la culpa que ha perdido toda esperanza, y con ella a su familia y su propia identidad, en París, Texas.
Qué lo hace tan entrañable: Sus ojos tristes y su cara lánguida, unidos a un cuerpo delgado y frágil, conforman un aspecto que parecía reclamar a gritos la calificación de venerable anciano incluso cuando estaba en la cuarentena. Y a nadie le puede caer mal un anciano frágil.
Alguna vez habrá hecho de malo: Ha hecho unas cuantas veces de cabrón o de persona sin escrúpulos, pero no directamente de villano en el sentido clásico de la palabra. Su aspecto es demasiado antiheróico para permitirle hacer de malo.
En nuestra familia, sería: El abuelo cascarrabias, fumador empedernido y en sus años de esplendor, putero sin remisión, que cada vez que lo ves está soltando alguna burrada sobre la sociedad de hoy en día y la juventud, más por envidia que por otra cosa. A ti te avergüenza un poco, porque es un deslenguado sin ninguna preocupación por las reglas de cortesía, pero a tus amigos les encanta, bien porque se ríen un montón cuando hablan con él, bien porque es una fuente inagotable de anécdotas para que cuentes en las fiestas y reuniones.
3. WILLIAM H. MACY
Lo hemos visto en: Todas las películas de David Mamet, Pleasantville, Magnolia, The Cooler, Cerdos Salvajes, Boogie Nights y cientos y cientos más.
Y nos robó el corazón en: Fargo, donde debería de caernos mal porque secuestra a su mujer e intenta estafar a su suegro, pero al final nos provoca simpatía y ternura.
Qué lo hace tan entrañable: Es tan pequeñajo y fino que parece que se lo va a llevar un aire, tiene unos ojos que parece que se va a echar a llorar en cualquier momento, y su boca tiene un eterno rictus entre la sonrisa triste y la mueca de circunstancias.
Alguna vez habrá hecho de malo: Lo más próximo ha sido su papel en Edmond, donde hacía de un hombre que cae en la locura hasta terminar siendo un asesino. Más allá de eso, sus acercamientos al lado oscuro sólo han sido figuras autoritarias o con prejuicios.
En nuestra familia, sería: El tío al que siempre le salen mal las cosas, haga lo que haga. El eterno perdedor de la familia, que va saltando de un empleo a otro porque inexplicablemente siempre le cae mal al jefe o los compañeros le hacen la vida imposible, que cuando apuesta o juega a algo nunca gana un céntimo, que lleva dos divorcios a sus espaldas y está hasta el cuello con los cheques para sus ex, y que para colmo es a ti al único que parece caer bien de la familia, porque el resto no le hacen ni puñetero caso. Y en vez de mandarlo todo a la mierda, él apechuga con todo e intenta seguir adelante.
2. RICHARD JENKINS
Lo hemos visto en: Algo Pasa con Mary, Quemar Después de Leer, Dicen Por Ahí, Dick y Jane. Ladrones de Risa, En Tierra de Hombres, Comer, Beber, Amar…
Y nos robó el corazón en: Su papel nominado al Oscar en The Visitor, donde interpreta a un viudo que acoge y se hace amigo de dos inmigrantes sin papeles, y aprende a tocar los bongos.
Qué lo hace tan entrañable: Si has llegado hasta aquí en el artículo, ya sabrás lo que es. Cuando una persona parece indefensa, nos produce cercanía. Cuando parece triste, o da la impresión de que ya le tocaría por una vez que le pasase algo bueno, el cariño es instintivo. Y si además tiene un aspecto inofensivo y de buena persona, es la guinda.
Alguna vez habrá hecho de malo: Aunque parezca increíble, en Poder Absoluto hacía de asesino a sueldo que intenta matar a Clint Eastwood. Aunque en su defensa, su método es el menos sucio y personal de todos: francotirador.
En nuestra familia, sería: El abuelo que se ha quedado viudo y se ha metido en su propia burbuja. No habla mucho, ni molesta, ni se hace notar, pero no porque se haya vuelto huraño o amargo. Es sólo porque se guarda su tristeza para sí mismo. Cuando habla sigue siendo tan amable y simpático como siempre, y si le pides ayuda es el único que nunca te la niega. Sólo que es muy reservado y prefiere sentarse en su sillón a leer un buen libro en lugar de comunicar sus sentimientos y montar un espectáculo.
1. RICK MORANIS
Lo hemos visto en: Cariño, He Encogido a los Niños, Dulce hogar... A Veces, Los Picapiedra, La Pequeña Tienda de los Horrores, Calles de Fuego, Mi Querido Mafioso, Recién Nacido y ya Coronado…
Y nos robó el corazón en: Las dos entregas de Los Cazafantasmas, donde era un pedazo de mindundi (y uno de los grandes pilares cómicos) que se veía metido en medio de las aventuras de los protagonistas por vía de la posesión por entes de otra dimensión.
Qué lo hace tan entrañable: Que sólo con verlo dan ganas de cogerle de esos carnosos mofletes y estrujárselos mientras dices “uyuyuyuyuy qué monoooooooooo” como si fueras una vieja. Tiene esa cara de empollón y ese cuerpecillo de prepúber que nos impiden tomarle en serio, y que le convirtieron en uno de los imprescindibles de la comedia de los ochenta.
Alguna vez habrá hecho de malo: Más o menos. Era el gran villano de La Loca Historia de las Galaxias, pero al ser una parodia disparatada de La Guerra de las Galaxias, su personaje de Casco Oscuro no era malo de verdad, sino un gran chiste sobre Darth Vader.
En nuestra familia, sería: El primo que, cuando era crío, se tiraba las tardes jugando con el Quimicefa y construyendo cosas con Lego y Tente. Era un empollón gafotas que siempre sacaba buenas notas, pero que a cambio recibía tollinas a manos llenas de las que nunca se quejaba y que no le causaron trauma alguno, porque los críos por entonces eran más sanotes. Ahora que ha crecido ya no tiene el desparpajo espontáneo, el optimismo contagioso y la ingenuidad de entonces: es más bien serio y con un aire profesional, sin duda adquirido de que tiene su propia empresa de ingeniería y tiene que imponerse de alguna forma a sus subordinados. Sin embargo, dale un par de copas y vuelve a ser ese inepto social con espíritu friki que tan bien te caía.
Una lista más sobre secundarios, y se quedan muchos en la cartera. ¿Cuáles son vuestros buenazos de reparto favoritos? ¿Qué tema sugerís para el próximo top de secundarios?

Aquí ya no hablamos de secundarios que nos encanta odiar y verlos de villano, sino todo lo contrario: esos actores que por defecto nos caen bien, despiertan nuestra simpatía y nos hacen desear que no mueran o que consigan su propósito. Esos actores que, si pudiésemos, nos gustaría que perteneciesen a nuestra familia en lugar de ese tío que siempre se emborracha en Nochebuena y acaba peleándose con el abuelo. Para el caso se han incluido solo actores vivos, dejando fuera a algunos como Michael Jeter o Walter Brennan. Y por algún motivo, no hay ni una sola mujer. Posiblemente sea la testosterona la que hable, pero cuando pienso en una actriz a la que pueda calificar como ‘adorable’, no quiero que sea mi prima o mi tía. Es lo que tiene haber nacido con la mente sucia.
Menciones especiales:
-Jeffrey DeMunn: Habitual de Frank Darabont, DeMunn es el vecino ideal, el que te ayuda con las bolsas o te pregunta por la salud de tu abuela. Seguro que es profesor y nunca le ha levantado la voz a los chavales.
-Jeffrey Tambor: Si hace de bueno es un buenazo sin maldad. Si hace de malo, carece de la inteligencia o la falta de escrúpulos para ser un villano. Podría ser el tío tonto o el abuelo sinvergüenza, pero lo querríamos igualmente.
-Pruitt Taylor Vince: Reconocible por su oronda figura y por sufrir nistagmo en los ojos, suele interpretar papeles de bonachón amigo o de villano incompetente o con excesiva inocencia para ser una amenaza. O quizás es la sensación porque es demasiado entrañable.

Lo hemos visto en: Todas las películas de Christopher Guest, Kiss Kiss Bang Bang, Cuidado con la Familia Blue, montones de series...
Y nos robó el corazón en: 10 Razones Para Odiarte, en donde interpretaba al estricto pero comprensivo y amable padre de la protagonista.
Qué lo hace tan entrañable: Su aspecto bonachón y sonriente, como si estuviese de buen humor en todo momento, incluso en los momentos serios. Y sin ser irrespetuoso. De hecho, su actitud es reconfortante.
Alguna vez habrá hecho de malo: En El Profesor Chiflado era el decano que le hacía la puñeta al protagonista, pero siendo una comedia y siendo la némesis de Eddie Murphy, es imposible que nos caiga mal.
En nuestra familia, sería: El tío con quien siempre puedes tener una conversación en las fiestas familiares, echarte unas risas bebiendo cerveza y sentir que te ha escuchado, aunque luego te des cuenta de que también te ha leído la cartilla para que endereces tu vida. Y te lo has tragado con una sonrisa y pasándotelo bien.

Lo hemos visto en: Dick Tracy, Tango y Cash, Los Fantasmas Atacan al Jefe, Roxanne, El Sueño de Arizona…
Y nos robó el corazón en: Su papel de inocentón compinche de Bonnie y Clyde.
Qué lo hace tan entrañable: Su aspecto aniñado, de chaval travieso pero entrañable, con una sonrisa luminosa y unos mofletes que dan ganas de pellizcarlos, que le granjeó papeles juveniles hasta bien entrada la treintena.
Alguna vez habrá hecho de malo: ¿Con esa cara? Cuando ha hecho de criminal, era sólo el alivio cómico o un tipo rarillo más que peligroso.
En nuestra familia, sería: El abuelo excéntrico, ese con el que siempre nos lo pasamos en grande pero a los más adultos de la familia no les cae muy bien, ambas cosas derivadas de lo mismo: casi toda su vida la ha dedicado a perseguir su sueño de ser músico, e incluso llegó a estar de gira con su grupo de jazz (del que era trompetista) por montones de lugares grandes y pequeños. Tiene historias mil que contar y una alegría de vivir contagiosa, pero nunca ha hecho nada ‘de provecho’.

Lo hemos visto en: Pearl Harbor, Venganza, Very Bad Things, Salvar al Soldado Ryan, El Jurado, Confidence, Resurrección…
Y nos robó el corazón en: El doble combo Seven/Alien: Resurrección, en donde sufre casi la misma suerte: víctima del malo sin comerlo ni beberlo.
Qué lo hace tan entrañable: Su rostro tristón y su aspecto frágil lo hacen en el candidato perfecto para ser el pasto del villano, para sufrir una muerte injusta o para ser el cobarde que cuando debería convertirse en héroe sólo puede quedarse en un rincón, indefenso, necesitado de alguien que llegue a rescatarlo, pero sin que sea su culpa. De hecho, provoca en nosotros una innegable tendencia a la protección.
Alguna vez habrá hecho de malo: Pues sí. En El Coleccionista de Huesos era el gran villano, aunque eso era la sorpresa final, ya que durante el filme aparece en dos ocasiones siendo el tipo más encantador del mundo, como es habitual en él.
En nuestra familia, sería: El hermano menor pusilánime e inteligente, que siempre se lleva las collejas de sus compañeros y se lo traga porque no quiere pedirnos ayuda pese a que lo está pasando mal, pero que te mira con eterna gratitud cuando les das una lección a los abusones.

Lo hemos visto en: American Graffiti, Lucky You, Labios Ardientes, Los Lobos no Lloran...
Y nos robó el corazón en: Su rol de policía de despacho con pasión por la contabilidad que se pasa al otro lado de la acción en Los Intocables de Elliot Ness.
Qué lo hace tan entrañable: Es un tipo de lo más normal, de los que nunca podrán ser amenazantes. Es bajito, calvo, con gafas, pero con cierta dignidad de señor que lo aleja de los frikis. Y tampoco podría ser un funcionario cabrón, porque sus ojillos risueños y su inevitable sonrisa le delatan como buena persona.
Alguna vez habrá hecho de malo: En Starman era el agente del gobierno que quería atrapar al alienígena para diseccionarlo, pero claro, lo hacía en aras de la ciencia, no por crueldad o mala leche.
En nuestra familia, sería: El primo que siempre te hace la declaración de la renta gratis como un favor, y siempre te sale a devolver. Sin embargo, luego nunca te pide que le devuelvas el favor, porque en realidad lo hace porque sois familia, no porque quiera sacarte algo. De hecho, cuando le regalas algo por su cumpleaños hasta se sonroja porque no se quiere dar importancia como para recibir una fiesta o un presente.

Lo hemos visto en: Cyrus, Boogie Nights, La Tormenta Perfecta, Chicago, Las Horas, Pasado de Vueltas, Hermanos por Pelotas…
Y nos robó el corazón en: Magnolia, donde interpreta a un tímido e incompetente policía que sueña despierto con ser un héroe y se enamora de una yonqui.
Qué lo hace tan entrañable: Tiene el típico rostro de alguien a quien nunca toman en serio, por mucho que se esfuerce en ser profesional y dar lo máximo. Y se nota que lo da siempre, dentro de sus posibilidades, que suelen ser pocas.
Alguna vez habrá hecho de malo: En Gangs of New York hacía de policía corrupto y violento que encima se había pasado de bando traicionando sus raíces. Sin embargo, incluso entonces no era más que un mindundi.
En nuestra familia, sería: El tío que está casado con una mujer que le anula, pero tan enamorado de ella que es incapaz de verlo. Incluso cuando ella le pone los cuernos, él es incapaz de reaccionar en su contra, por mucho que el resto de la familia se lo señale. Al principio hace como que sí la echa de casa, pero finalmente la vuelve a aceptar. Eso sí, en otros aspectos le va mejor, porque tiene su propia pequeña empresa (a la que no le va muy bien compitiendo con las multinacionales, pero se mantiene) y de vez en cuando se va a jugar al futbolín con los amigos (aunque siempre va en el equipo perdedor, pero no es algo que le importe).

Lo hemos visto en: Un Tipo Serio, Vías Cruzadas, Viceversa, Stargate, The Visitor y montones de series de televisión.
Y nos robó el corazón en: La sitcom Spin City, donde hacía el papel del secretario de prensa del alcalde de Nueva York, un secretario cobarde y bocazas al que siempre le mantienen al margen de todo lo importante.
Qué lo hace tan entrañable: Es un tipo muy grande, pero tiene una cara de simple y una voz tan nasal que uno sabe a ciencia cierta que está ante alguien inofensivo y potencialmente necesitado de una mano amiga que le guíe por la vida para no acabar en una cuneta.
Alguna vez habrá hecho de malo: Si lo ha hecho, habrá sido un papel tan secundario que más se puede calificar de cretino que de villano.
En nuestra familia, sería: El tío que siempre está hablando del pedazo de negocio en el que se ha metido por nada de dinero, que le va a reportar una gran ganancia, pero que tres meses después te enteras de que era una estafa y que le han dejado seco. De hecho, él es siempre el último en enterarse de las cosas, pero no se da cuenta de ello. Si habla como si supiese un montón no es por dárselas de entendido: es porque genuinamente no tiene ni idea de que existe algo más allá de lo que él sabe, o que lo que le han dicho es mentira, y que está quedando como un tonto.

Lo hemos visto en: Alien, Corazón Salvaje, Repo Man, La Chica de Rosa, Corazonada, Una Historia Verdadera, Amanecer Rojo…
Y nos robó el corazón en: Su papel de un hombre acosado por la culpa que ha perdido toda esperanza, y con ella a su familia y su propia identidad, en París, Texas.
Qué lo hace tan entrañable: Sus ojos tristes y su cara lánguida, unidos a un cuerpo delgado y frágil, conforman un aspecto que parecía reclamar a gritos la calificación de venerable anciano incluso cuando estaba en la cuarentena. Y a nadie le puede caer mal un anciano frágil.
Alguna vez habrá hecho de malo: Ha hecho unas cuantas veces de cabrón o de persona sin escrúpulos, pero no directamente de villano en el sentido clásico de la palabra. Su aspecto es demasiado antiheróico para permitirle hacer de malo.
En nuestra familia, sería: El abuelo cascarrabias, fumador empedernido y en sus años de esplendor, putero sin remisión, que cada vez que lo ves está soltando alguna burrada sobre la sociedad de hoy en día y la juventud, más por envidia que por otra cosa. A ti te avergüenza un poco, porque es un deslenguado sin ninguna preocupación por las reglas de cortesía, pero a tus amigos les encanta, bien porque se ríen un montón cuando hablan con él, bien porque es una fuente inagotable de anécdotas para que cuentes en las fiestas y reuniones.

Lo hemos visto en: Todas las películas de David Mamet, Pleasantville, Magnolia, The Cooler, Cerdos Salvajes, Boogie Nights y cientos y cientos más.
Y nos robó el corazón en: Fargo, donde debería de caernos mal porque secuestra a su mujer e intenta estafar a su suegro, pero al final nos provoca simpatía y ternura.
Qué lo hace tan entrañable: Es tan pequeñajo y fino que parece que se lo va a llevar un aire, tiene unos ojos que parece que se va a echar a llorar en cualquier momento, y su boca tiene un eterno rictus entre la sonrisa triste y la mueca de circunstancias.
Alguna vez habrá hecho de malo: Lo más próximo ha sido su papel en Edmond, donde hacía de un hombre que cae en la locura hasta terminar siendo un asesino. Más allá de eso, sus acercamientos al lado oscuro sólo han sido figuras autoritarias o con prejuicios.
En nuestra familia, sería: El tío al que siempre le salen mal las cosas, haga lo que haga. El eterno perdedor de la familia, que va saltando de un empleo a otro porque inexplicablemente siempre le cae mal al jefe o los compañeros le hacen la vida imposible, que cuando apuesta o juega a algo nunca gana un céntimo, que lleva dos divorcios a sus espaldas y está hasta el cuello con los cheques para sus ex, y que para colmo es a ti al único que parece caer bien de la familia, porque el resto no le hacen ni puñetero caso. Y en vez de mandarlo todo a la mierda, él apechuga con todo e intenta seguir adelante.

Lo hemos visto en: Algo Pasa con Mary, Quemar Después de Leer, Dicen Por Ahí, Dick y Jane. Ladrones de Risa, En Tierra de Hombres, Comer, Beber, Amar…
Y nos robó el corazón en: Su papel nominado al Oscar en The Visitor, donde interpreta a un viudo que acoge y se hace amigo de dos inmigrantes sin papeles, y aprende a tocar los bongos.
Qué lo hace tan entrañable: Si has llegado hasta aquí en el artículo, ya sabrás lo que es. Cuando una persona parece indefensa, nos produce cercanía. Cuando parece triste, o da la impresión de que ya le tocaría por una vez que le pasase algo bueno, el cariño es instintivo. Y si además tiene un aspecto inofensivo y de buena persona, es la guinda.
Alguna vez habrá hecho de malo: Aunque parezca increíble, en Poder Absoluto hacía de asesino a sueldo que intenta matar a Clint Eastwood. Aunque en su defensa, su método es el menos sucio y personal de todos: francotirador.
En nuestra familia, sería: El abuelo que se ha quedado viudo y se ha metido en su propia burbuja. No habla mucho, ni molesta, ni se hace notar, pero no porque se haya vuelto huraño o amargo. Es sólo porque se guarda su tristeza para sí mismo. Cuando habla sigue siendo tan amable y simpático como siempre, y si le pides ayuda es el único que nunca te la niega. Sólo que es muy reservado y prefiere sentarse en su sillón a leer un buen libro en lugar de comunicar sus sentimientos y montar un espectáculo.

Lo hemos visto en: Cariño, He Encogido a los Niños, Dulce hogar... A Veces, Los Picapiedra, La Pequeña Tienda de los Horrores, Calles de Fuego, Mi Querido Mafioso, Recién Nacido y ya Coronado…
Y nos robó el corazón en: Las dos entregas de Los Cazafantasmas, donde era un pedazo de mindundi (y uno de los grandes pilares cómicos) que se veía metido en medio de las aventuras de los protagonistas por vía de la posesión por entes de otra dimensión.
Qué lo hace tan entrañable: Que sólo con verlo dan ganas de cogerle de esos carnosos mofletes y estrujárselos mientras dices “uyuyuyuyuy qué monoooooooooo” como si fueras una vieja. Tiene esa cara de empollón y ese cuerpecillo de prepúber que nos impiden tomarle en serio, y que le convirtieron en uno de los imprescindibles de la comedia de los ochenta.
Alguna vez habrá hecho de malo: Más o menos. Era el gran villano de La Loca Historia de las Galaxias, pero al ser una parodia disparatada de La Guerra de las Galaxias, su personaje de Casco Oscuro no era malo de verdad, sino un gran chiste sobre Darth Vader.
En nuestra familia, sería: El primo que, cuando era crío, se tiraba las tardes jugando con el Quimicefa y construyendo cosas con Lego y Tente. Era un empollón gafotas que siempre sacaba buenas notas, pero que a cambio recibía tollinas a manos llenas de las que nunca se quejaba y que no le causaron trauma alguno, porque los críos por entonces eran más sanotes. Ahora que ha crecido ya no tiene el desparpajo espontáneo, el optimismo contagioso y la ingenuidad de entonces: es más bien serio y con un aire profesional, sin duda adquirido de que tiene su propia empresa de ingeniería y tiene que imponerse de alguna forma a sus subordinados. Sin embargo, dale un par de copas y vuelve a ser ese inepto social con espíritu friki que tan bien te caía.
Una lista más sobre secundarios, y se quedan muchos en la cartera. ¿Cuáles son vuestros buenazos de reparto favoritos? ¿Qué tema sugerís para el próximo top de secundarios?