La increíble y terrorífica aventura comienza cuando el millonario industrial Charles Bishop Weyland reúne a un equipo internacional de arqueólogos, científicos y expertos en seguridad, dirigidos por la especialista en medioambiente y aventurera Alexa “Lex” Woods, para investigar unas misteriosas “emanaciones de calor” que surgen desde las profundidades de la Antártida. Cuando ven lo que hay a seiscientos metros bajo la superficie del Continente helado, al principio se sienten entusiasmados, pero luego les invade el terror. Descubren una pirámide que presenta una mezcla de las culturas azteca, egipcia y camboyana. Dentro de la pirámide encuentras una matriz de cámaras tan tecnológicamente avanzada que resulta obvio que durante miles de años los extraterrestres han ejercido su influencia allí. Las paredes de la cámara se reconfiguran de forma inesperada, atrapando a los miembros del equipo y separándoles de sus compañeros. Moviéndose de cámara en cámara, la terrorífica verdad sale por fin a la luz: Los Predators han estado manteniendo con vida a una Reina Alien que han capturado, la cual pone huevos a intervalos de cien años. Los jóvenes guerreros Predators se ponen a prueba luchando contra los retoños Alien. El equipo se da de bruces con un alucinante rito de iniciación y con una guerra entre Aliens y Predators.
Paul W.S. Anderson rechazó dirigir las secuelas de Resident Evil y Mortal Kombat para poder hacerse cargo de este proyecto. Para él era como hacer realidad un sueño que tenía desde niño.