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Querejeta, Zannou, Martín Cuenca y Sánchez Arévalo se pelean por el Oscar
José Hernández, 09/09/2013
Los actores María León y Hugo Silva, acompañados por el presidente de la Academia de Cine española, Enrique González Macho, desvelaron esta mañana los nombres de los largometrajes seleccionados en la primera votación para competir por el Oscar a mejor película de habla no inglesa representando a España. En esta primera ronda competían un total de 105 cintas nacionales estrenadas entre el 1 de octubre de 2012 y el 30 de septiembre de 2013, y finalmente han sido cuatro, y no tres como es habitual, los títulos escogidos para optar a los trofeos estadounidenses. El motivo de esta diferencia es que ha habido un empate en la tercera posición, por lo que una película más se ha clasificado.
Las películas preseleccionadas por los miembros de la Academia de Cine son:
15 Años y un Día
Alacrán Enamorado
Caníbal
La Gran Familia Española
Los filmes de Gracia Querejeta, Manuel Martín Cuenca y Daniel Sánchez Arévalo también aspiran a ser elegidos para representar a España en los galardones de la Academia de Cine mexicana los firmados por Gracia Querejeta, Manuel Martín Cuenca y Daniel Sánchez Arévalo, los Ariel. La decisión definitiva en ambos premios se conocerá el próximo 25 de septiembre.
Pero analicemos cada una de las elegidas y sus posibilidades, tanto de ser la elegida como de triunfar en los premios de la Academia estadounidense (que ya os adelanto que son pocas):
- 15 Años y un Día: El drama familiar de Gracia Querejeta cuenta en su haber con 4 premios en el pasado Festival de Málaga, donde arrasó lo que no está escrito. Sin embargo, su paso por salas comerciales ha sido más bien frío: ni ha hecho mella en la taquilla, ni el público la ha recibido con la calidez que en el certamen andaluz, ni la crítica le ha hecho mucho caso. De hecho, un vistazo a las críticas recibidas deja un saldo bastante mediocre, con algunos apoyos pero también bastantes indiferencias y opositores. Seguramente fuese una de las dos películas en empatar por el tercer puesto, y sus opciones de ser elegida son de moderadas a bajas. En cuanto a sus posibilidades de cara a la estatuilla, son nimias. La indiferencia despertada fuera del circuito festivalero es un buen medidor de que no lograría destacar entre 70 competidoras o más, y su factura televisiva tampoco le iba a hacer favores en ese sentido. La única baza que tiene, en realidad, es la presencia de Maribel Verdú, un rostro conocido allende los mares.

- Alacrán Enamorado: parece obvio que es la otra película que ha protagonizado el empate, ya que no ha sido elegida para los Ariel. La cinta de Santiago Zannou, una especie de versión moderna de Romeo y Julieta basada en una novela de Carlos Bardem y situada en los suburbios de una urbe española, tampoco ha tenido una recepción excepcional. En taquilla funcionó más o menos bien, pero con el pedigrí que tenía, se esperaba más de ella. Ni público ni crítica se han desecho en halagos hacia ella, aunque cuenta con sus seguidores. El consenso parece ser que es una cinta sólida pero poco más. En la mente de la Academia no parece que sea una opción real, sino más bien una muestra de apoyo a los cineastas involucrados. Tampoco iba a funcionar de cara al Oscar, ya que las comparaciones (en sentido negativo) con una American History X versión light, con sus neonazis y todo, casi se pueden oír desde aquí.
- Caníbal: era una de la que más sonaban para estar en la terna, y no ha decepcionado. Manuel Martín Cuenca lleva conquistando poco a poco a la crítica y a sus compañeros de industria desde hace ya una década, cuando estrenó La Flaqueza del Bolchevique, y desde entonces su estilo ha ido tornándose más personal y elitista, algo que le ha alejado de la taquilla pero le ha acercado a los expertos y al sector más intelectual. Con La Mitad de Óscar ya despertó muchos halagos, y ahora con esta película parece que puede ser su eclosión definitiva, lo que fue La Soledad para Jaime Rosales. Acaba de mostrarse en Toronto, donde ha recibido elogios unánimes, y próximamente competirá en San Sebastián, donde es firme candidata a la Concha de Oro. Por todo ello, es muy posible que sea la elegida para representar a España, y yo añadiría que incluso es la que más opciones tiene de ser nominada al Oscar, pese a ser con diferencia la más difícil de las cuatro. Ganar no va a ganar, eso habría que ser muy iluso para pensarlo. Pero su estilo autoral, de arte y ensayo, su mirada a la mente psicótica que ha sido definida al mismo tiempo de perturbadora y conmovedora, su buena (o quizás excelente, cuando vayan apareciendo más críticas) recepción por parte de la prensa especializada, la convierten en una seria candidata a ser una de esas tres películas complicadas pero aclamadas que el 'comité de expertos' rescata todos los años en la primera criba, y de las que una o dos acaban nominadas. El común de los votantes de esta categoría, mayoritariamente flojeras y anciano, no la escogería, pero este grupo de autores que salvó a cintas como Canino es una baza nada despreciable.

- La Gran Familia Española: era la otra película que todo el mundo daba por segura preseleccionada, habida cuenta de las buenas impresiones que está causando en sus primeros pases para la crítica y a la trayectoria de Daniel Sánchez Arévalo. Y a que realmente no había muchas competidoras que pudiesen hacerle sombra este año. Esta comedia dramática, con una boda y el partido de la final del Mundial de Fútbol que ganó España como ejes vertebradores, tiene todas las papeletas para convertirse en el éxito de público español del otoño. El boca a boca positivo ya ha comenzado, y todavía ni se ha estrenado. Aunque los tráilers vendan principalmente el toque cómico-festivo-futbolero del asunto, los que conocen a este realizador ya saben que también se pueden esperar sus toques emotivos, humanos, cercanos, hasta tristes y nostálgicos. Es la alternativa de la Academia si al final se acobarda y decide enviar una cinta más comercial a los Oscar. Y con el nombre que se ha hecho ya Sánchez Arévalo, es muy posible que sea la elegida. ¿Opciones de nominación? Es un tiro al aire. Por un lado, es más fácilmente digerible para el público, y a buen seguro un Harvey Weinstein sacaría oro de ella. Tiene muchos elementos que pueden conquistar al votante medio de la categoría, como ya lo hizo hace años Belle Époque. Pero por otro lado, también es española hasta un nivel que es dudoso que los académicos acepten de buen grado. No olvidemos que, para los yanquis, España es flamenco, toros, playas y mariachis. Pero esta cinta parte de la base de elementos culturales muy intrínsecos a lo nacional, pero muy poco exportados (la concepción de familia que hay en este país o la pasión por el fútbol, por ejemplo); y de un enfoque fundamentalmente joven. No tiene el clasicismo del filme de Trueba, ni es una cinta de época, ni tiene episodios históricos reconocibles para los americanos, ni los votantes de ahora son los que había por aquel entonces. Es el tipo de película que, por buena que sea, depende en exceso de si un resorte concreto de los votantes hace 'click' y consiguen conectar con ella. Sería arriesgado elegirla, pero quién sabe si es la mejor opción.
En cuanto a las 'grandes olvidadas' del año, la más obvia es Los Amantes Pasajeros, de Pedro Almodóvar. Tan obvia, que los medios estadounidenses abren esta noticia con el titular de que Pedro no ha sido seleccionado. ¿Por qué? Porque es el único director español que conocen, porque en realidad ni la crítica de aquí ni la de allí ha recibido a la película especialmente bien. De hecho, en Rotten Tomatoes solo está peor valorada Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón de toda su filmografía. Era de esperar su ausencia. Tampoco extraña en absoluto que hayan dejado de lado cintas de género como Las Brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, o Hijo de Caín, de Jesús Monllaó Plana; o filmes de arte y ensayo sin las críticas abrumadoras de Martín Cuenca, como Ayer no Termina Nunca, de Isabel Coixet.
Quizá las verdaderas perjudicadas sean dos películas que todavía no se han visto ampliamente, y que estarán presentes en el próximo Festival de San Sebastián: Vivir es Fácil con los Ojos cerrados, de David Trueba, y La Herida, de Fernando Franco. Ambas están recibiendo buenas críticas en sus primeros pases, pero seguramente no han logrado un consenso suficiente como para salvar a filmes más ampliamente distribuidos. Y en el caso de la segunda cinta, su carácter de ópera prima seguro que ha jugado en su contra. Veremos si no se arrepienten los académicos de no haberlas incluido en la discusión.
Las películas preseleccionadas por los miembros de la Academia de Cine son:
15 Años y un Día
Alacrán Enamorado
Caníbal
La Gran Familia Española
Los filmes de Gracia Querejeta, Manuel Martín Cuenca y Daniel Sánchez Arévalo también aspiran a ser elegidos para representar a España en los galardones de la Academia de Cine mexicana los firmados por Gracia Querejeta, Manuel Martín Cuenca y Daniel Sánchez Arévalo, los Ariel. La decisión definitiva en ambos premios se conocerá el próximo 25 de septiembre.
Pero analicemos cada una de las elegidas y sus posibilidades, tanto de ser la elegida como de triunfar en los premios de la Academia estadounidense (que ya os adelanto que son pocas):
- 15 Años y un Día: El drama familiar de Gracia Querejeta cuenta en su haber con 4 premios en el pasado Festival de Málaga, donde arrasó lo que no está escrito. Sin embargo, su paso por salas comerciales ha sido más bien frío: ni ha hecho mella en la taquilla, ni el público la ha recibido con la calidez que en el certamen andaluz, ni la crítica le ha hecho mucho caso. De hecho, un vistazo a las críticas recibidas deja un saldo bastante mediocre, con algunos apoyos pero también bastantes indiferencias y opositores. Seguramente fuese una de las dos películas en empatar por el tercer puesto, y sus opciones de ser elegida son de moderadas a bajas. En cuanto a sus posibilidades de cara a la estatuilla, son nimias. La indiferencia despertada fuera del circuito festivalero es un buen medidor de que no lograría destacar entre 70 competidoras o más, y su factura televisiva tampoco le iba a hacer favores en ese sentido. La única baza que tiene, en realidad, es la presencia de Maribel Verdú, un rostro conocido allende los mares.

- Alacrán Enamorado: parece obvio que es la otra película que ha protagonizado el empate, ya que no ha sido elegida para los Ariel. La cinta de Santiago Zannou, una especie de versión moderna de Romeo y Julieta basada en una novela de Carlos Bardem y situada en los suburbios de una urbe española, tampoco ha tenido una recepción excepcional. En taquilla funcionó más o menos bien, pero con el pedigrí que tenía, se esperaba más de ella. Ni público ni crítica se han desecho en halagos hacia ella, aunque cuenta con sus seguidores. El consenso parece ser que es una cinta sólida pero poco más. En la mente de la Academia no parece que sea una opción real, sino más bien una muestra de apoyo a los cineastas involucrados. Tampoco iba a funcionar de cara al Oscar, ya que las comparaciones (en sentido negativo) con una American History X versión light, con sus neonazis y todo, casi se pueden oír desde aquí.
- Caníbal: era una de la que más sonaban para estar en la terna, y no ha decepcionado. Manuel Martín Cuenca lleva conquistando poco a poco a la crítica y a sus compañeros de industria desde hace ya una década, cuando estrenó La Flaqueza del Bolchevique, y desde entonces su estilo ha ido tornándose más personal y elitista, algo que le ha alejado de la taquilla pero le ha acercado a los expertos y al sector más intelectual. Con La Mitad de Óscar ya despertó muchos halagos, y ahora con esta película parece que puede ser su eclosión definitiva, lo que fue La Soledad para Jaime Rosales. Acaba de mostrarse en Toronto, donde ha recibido elogios unánimes, y próximamente competirá en San Sebastián, donde es firme candidata a la Concha de Oro. Por todo ello, es muy posible que sea la elegida para representar a España, y yo añadiría que incluso es la que más opciones tiene de ser nominada al Oscar, pese a ser con diferencia la más difícil de las cuatro. Ganar no va a ganar, eso habría que ser muy iluso para pensarlo. Pero su estilo autoral, de arte y ensayo, su mirada a la mente psicótica que ha sido definida al mismo tiempo de perturbadora y conmovedora, su buena (o quizás excelente, cuando vayan apareciendo más críticas) recepción por parte de la prensa especializada, la convierten en una seria candidata a ser una de esas tres películas complicadas pero aclamadas que el 'comité de expertos' rescata todos los años en la primera criba, y de las que una o dos acaban nominadas. El común de los votantes de esta categoría, mayoritariamente flojeras y anciano, no la escogería, pero este grupo de autores que salvó a cintas como Canino es una baza nada despreciable.

- La Gran Familia Española: era la otra película que todo el mundo daba por segura preseleccionada, habida cuenta de las buenas impresiones que está causando en sus primeros pases para la crítica y a la trayectoria de Daniel Sánchez Arévalo. Y a que realmente no había muchas competidoras que pudiesen hacerle sombra este año. Esta comedia dramática, con una boda y el partido de la final del Mundial de Fútbol que ganó España como ejes vertebradores, tiene todas las papeletas para convertirse en el éxito de público español del otoño. El boca a boca positivo ya ha comenzado, y todavía ni se ha estrenado. Aunque los tráilers vendan principalmente el toque cómico-festivo-futbolero del asunto, los que conocen a este realizador ya saben que también se pueden esperar sus toques emotivos, humanos, cercanos, hasta tristes y nostálgicos. Es la alternativa de la Academia si al final se acobarda y decide enviar una cinta más comercial a los Oscar. Y con el nombre que se ha hecho ya Sánchez Arévalo, es muy posible que sea la elegida. ¿Opciones de nominación? Es un tiro al aire. Por un lado, es más fácilmente digerible para el público, y a buen seguro un Harvey Weinstein sacaría oro de ella. Tiene muchos elementos que pueden conquistar al votante medio de la categoría, como ya lo hizo hace años Belle Époque. Pero por otro lado, también es española hasta un nivel que es dudoso que los académicos acepten de buen grado. No olvidemos que, para los yanquis, España es flamenco, toros, playas y mariachis. Pero esta cinta parte de la base de elementos culturales muy intrínsecos a lo nacional, pero muy poco exportados (la concepción de familia que hay en este país o la pasión por el fútbol, por ejemplo); y de un enfoque fundamentalmente joven. No tiene el clasicismo del filme de Trueba, ni es una cinta de época, ni tiene episodios históricos reconocibles para los americanos, ni los votantes de ahora son los que había por aquel entonces. Es el tipo de película que, por buena que sea, depende en exceso de si un resorte concreto de los votantes hace 'click' y consiguen conectar con ella. Sería arriesgado elegirla, pero quién sabe si es la mejor opción.
En cuanto a las 'grandes olvidadas' del año, la más obvia es Los Amantes Pasajeros, de Pedro Almodóvar. Tan obvia, que los medios estadounidenses abren esta noticia con el titular de que Pedro no ha sido seleccionado. ¿Por qué? Porque es el único director español que conocen, porque en realidad ni la crítica de aquí ni la de allí ha recibido a la película especialmente bien. De hecho, en Rotten Tomatoes solo está peor valorada Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón de toda su filmografía. Era de esperar su ausencia. Tampoco extraña en absoluto que hayan dejado de lado cintas de género como Las Brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, o Hijo de Caín, de Jesús Monllaó Plana; o filmes de arte y ensayo sin las críticas abrumadoras de Martín Cuenca, como Ayer no Termina Nunca, de Isabel Coixet.
Quizá las verdaderas perjudicadas sean dos películas que todavía no se han visto ampliamente, y que estarán presentes en el próximo Festival de San Sebastián: Vivir es Fácil con los Ojos cerrados, de David Trueba, y La Herida, de Fernando Franco. Ambas están recibiendo buenas críticas en sus primeros pases, pero seguramente no han logrado un consenso suficiente como para salvar a filmes más ampliamente distribuidos. Y en el caso de la segunda cinta, su carácter de ópera prima seguro que ha jugado en su contra. Veremos si no se arrepienten los académicos de no haberlas incluido en la discusión.