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Estrenos de la semana (27 de septiembre de 2013)

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José Hernández, 27/09/2013

Acción, aventuras, romance, comedia, drama, música, fantasía… La última semana de septiembre se presenta de lo más ecléctica. Hay un poco para todos, excepto para los más pequeños, que vienen servidos de las anteriores semanas. Es improbable que con las películas que llegan resucite la taquilla española, pero al menos puede hacer de muerta viviente con al menos dos de las cintas que ocuparán nuestras pantallas: la nueva locura de Álex de la Iglesia, más desatado que nunca; y la enésima cinta de acción basada en un cómic, esta vez con dos pesos pesados del género como Mark Wahlberg y Denzel Washington. Del resto de estrenos, tenemos una cinta histórica islandesa nominada al Oscar a mejor película de habla no inglesa; los regresos de Michel Gondry y Michael Douglas; un documental sobre dos de los mayores mitos de la canción española; y un trío de filmes pequeños que apenas asomarán a alguna sala. Los estrenos de esta semana son:

2 Guns
Las Brujas de Zugarramurdi
La Espuma de los Días
Un Hombre Solitario
Kon-Tiki
Las Manos de mi Madre
Las Mejores Cosas del Mundo
Serrat y Sabina: El Símbolo y el Cuate
Viaje a Surtsey

No olvidéis votar y comentar las películas que vayáis viendo en su ficha para compartir con los demás cineolianos vuestras impresiones.

Comenzamos por una película que fue un éxito de público y sobre todo de crítica en Brasil, acaparando decenas de nominaciones en todos los premios importantes de este país… pero de la que nadie ha oído hablar por estos lares, algo que no va a cambiar a partir de este viernes. LAS MEJORES COSAS DEL MUNDO, de Laís Bodanzky (director de la aclamada Bicho de Siete Cabezas), es una dramedia adolescente que narra un mes en la vida de un chico normal y corriente, que vive su primer amor, su primer atisbo de la vida adulta y las responsabilidades, sus primeros desengaños, etc. De trama no inventa nada, eso está claro, pero parece que su mirada generacional, rodada con honestidad y sencillez, ha convencido a los brasileños. Está por ver si eso se traslada igual de bien a este lado del charco.
Recomendada para: Los que tienen reciente su adolescencia.
Que huyan de ella: Los que han visto películas como Después de Mayo, La Ola o Fish Tank y algo así les suene a fruslería.
De España llega la comedia dramática VIAJE A SURTSEY, una de esas muchas cintas pequeñas de directores debutantes que se estrenan casi de tapadillo cada año, que parece que solo logran hacerse si el realizador conoce a fulanito con contactos en la industria. En este caso, la conexión es más clara si cabe: uno de los directores, Miguel Ángel Pérez, es el fundador de Karma Films, productora de la película; el otro, Javier Asenjo, también trabaja desde hace tiempo allí. Su proyecto personal es una historia sobre dos amigos que se reencuentran pasado mucho tiempo y deciden hacer una excursión con sus respectivos hijos a la montaña, como en los viejos tiempos. El viaje sacará a la luz numerosos conflictos soterrados entre ambos colegas. La cinta, emparentada con esas en las que se anda mucho y no parece que ocurra nada, como Old Joy o Gerry, participó en el pasado Festival de Gijón y las críticas… digamos que no fueron muy amables.
Recomendada para: Los que quieran apoyar a la productora que trajo a España filmes como Canino.
Que huyan de ella: Los que no se conformen con imitaciones amateur de Kelly Reichardt o Gus Van Sant pudiendo tener a los originales.
Más interesante a priori parece LAS MANOS DE MI MADRE, otra ópera prima en el largometraje, esta vez de la televisiva Mireia Gabilondo. Y si bien las dos películas anteriores tenían elementos de comedia y drama mezclados, esta es directamente un dramón como la copa de un pino. Adaptación de una novela de Karmele Jaio, cuenta la historia de una periodista casada cuyo tiempo se divide por completo entre su trabajo y su hija, que ve cómo su vida da un vuelco cuando a su madre, enferma de alzhéimer, la ingresan en el hospital. Un drama sobrecogedor sobre la culpa, los sueños rotos, las esperanzas perdidas, el amor entre padres e hijos y la fragilidad de la memoria que a algunos les puede sonar a Amor, pero que quizá tenga más en común con Amador.
Recomendada para: Los que tengan algún remordimiento en su vida.
Que huyan de ella: Los que vivan en la casa de gominola, en la calle de la piruleta y en otros países felices.

No sería una semana con estrenos españoles si no hubiese al menos un documental. Hoy ese honor le corresponde a EL SÍMBOLO Y EL CUATE, que gira en torno a dos de los cantantes más famosos que han salido de España en los últimos 40 años (o más): Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. La película de Francesc Relea acompaña a estos dos monstruos musicales en su segunda (y quizás última gira) conjunta por Latinoamérica, donde son admirados tanto o más que en la Península. 90 horas de grabación del tour Dos Pájaros Contraatacan han quedado ahora reducidas a menos de hora y media, con declaraciones de Serrat (el símbolo) y Sabina (el cuate), imágenes de sus conciertos, entrevistas con fans y expertos, etc. El filme pasó por el Festival de San Sebastián con más pena que gloria por su obvio carácter hagiográfico y promocional, pero es que se trata de una cinta para los fans, no para la crítica.
Recomendada para: Los seguidores de Serrat y/o Sabina.
Que huyan de ella: Los que busquen algo más que un anuncio largo de su gira.
Saltamos un momento el charco para hablar de otro mito viviente, otro veterano que se resiste a dejar sus vicios: Michael Douglas. Con cuatro años de retraso se estrena en España la comedia dramática UN HOMBRE SOLITARIO, el último papel importante que hizo el actor antes de retirarse momentáneamente de la profesión por su cáncer de garganta. Douglas interpreta a un crápula que ya empieza a tener achaques, pero sigue siendo un pichabrava que se resiste a crecer. Muy a su pesar, se ve obligado a escoltar a la hija de su última novia a una entrevista que tiene la joven (Imogen Poots) en una universidad donde él tiene contactos y ella espera poder estudiar. Como es un insensato, el viaje se le complicará, entre otras cosas porque el roce hace el cariño. Añádase un estudiante que acaba convertido en pupilo suyo (un Jesse Eisenberg que todavía no había trasteado en La Red Social) y ya tenemos el cóctel. Una historia sobre la madurez, la responsabilidad, las decisiones vitales, el crecimiento personal y demás temas que han sido ya tratados hasta la extenuación, y que en este filme indie se tocan de forma tan correcta como prescindible. Dirigen David Levien y Brian Koppelman, la pareja detrás de Ajuste de Cuentas y guionistas de filmes como Rounders y Ocean's Thirteen.
Recomendada para: Los que deseen ver de nuevo a Michael Douglas en la gran pantalla mostrando su prestancia y buen hacer.
Que huyan de ella: Los que hayan visto alguna de las 17.312 películas que ya cuentan lo mismo.

Si el anterior filme intentó tímidamente ser nominado al Oscar aprovechando el tema cáncer de Douglas, fallando estrepitosamente, KON-TIKI sí que cuenta en su haber con una candidatura: a mejor película de habla no inglesa por Noruega. La cinta, basada en hechos reales, cuenta la historia de Thor Heyerdahl, un etnógrafo que en los años 40 postuló la teoría de que los nativos polinesios no procedían de Asia a través de las islas indonesias, como se creía entonces, sino de Sudamérica. Esto suponía un viaje de 8.000 kilómetros en precarias barcas de madera, sin brújula ni cartas de navegación, una aventura que se antojaba imposible, hasta absurdo comparado con los fáciles viajes entre islas asiáticas. Para demostrar la veracidad de esta nueva teoría, Thor y otros cinco hombres emprendieron en 1947 el viaje que el noruego había postulado, empleando medios materiales de la época precolombina. Durante más de 100 días, la balsa Kon-Tiki atravesó el Océano Pacífico enfrentándose a mil peligros y dificultades, poniendo a prueba la fortaleza física y mental de sus tripulantes. Un apasionante y espectacular viaje que fue plasmado en un documental rodado por los propios viajeros en 1952, y ganador del Oscar, y que ahora llega en formato de narrativa. Y sigue siendo una experiencia asombrosa, visualmente impactante, tan claustrofóbica como epatante, que merece la pena verse en pantalla grande.
Recomendada para: Los que busquen una película que combine el espectáculo visual, la tensión narrativa y algo de historia poco conocida pero asombrosa.
Que huyan de ella: Los que busquen películas marítimas en las que salga un kraken o Johnny Depp borracho.
Siguiendo con el cine europeo, LA ESPUMA DE LOS DÍAS es el esperado regreso de Michel Gondry a lo que mejor se le da: la fantasía alocada e iconoclasta. Desde su última gran película, La Ciencia del Sueño, han pasado ya siete años que el realizador francés ha dedicado a rodar documentales, vídeos musicales, un drama social pequeño como The We and the I, la pequeña decepción para sus fans que fue Rebobine, Por Favor y la gigantesca cagada que fue The Green Hornet. Su retorno por los fueros fantásticos que le hicieron famoso está basado en una novela de Boris Vian y cuenta la historia de un joven rico que se enamora perdidamente de una mujer con una enfermedad inusual: un lirio le crece en los pulmones, y la única forma de sobrevivir es estar permanentemente rodeada de flores frescas. Todo ello en un mundo tan abigarrado como la imaginación de los protagonistas, donde lo cotidiano se transforma en imágenes salidas de sueños y fantasías. Es decir, una mezcla entre La Ciencia del Sueño y Amelie que, pese a recuperar la vertiente más celebrada y surrealista de Gondry, no ha entusiasmado especialmente a la crítica. La acusan de estar más preocupada por lo estético y por su dirección artística (excelente, por otro lado) que por desarrollar los personajes y hacerlos humanos, lo que limita mucho la implicación emocional del espectador. Y eso, en un drama romántico, es un problema. El público la ha recibido de forma algo más cálida, pero sigue habiendo división de opiniones.

Recomendada para: Los que necesiten una dosis de imaginación vía Gondry como el comer.
Que huyan de ella: Los que busquen más el contenido que la estética.

Si uno ve el tráiler del principal estreno de la semana llegado de Hollywood, la cinta de acción 2 GUNS, podría confundirse y pensar en resurrecciones o retrasos inesperados. Y es que el filme protagonizado por Denzel Washington y Mark Wahlberg tiene toda la pinta de haber sido dirigido por Tony Scott (el de El Fuego de la Venganza, no el de Dominó). Pero no, el añorado realizador no tiene nada que ver con esta cinta, como tampoco con ese otro clon de su cine llamado El Invitado, que se estrenó el año pasado. Si aquella estaba dirigida por el sueco Daniel Espinosa (sí, sueco), esta corre a cargo del islandés Baltasar Kormákur, quien ya colaboró con Wahlberg en Contraband. O bien Scott ha creado escuela, o todas las películas del subgénero ‘Denzel pegando tiros con sombrero y gafas de sol’ se parecen entre sí excesivamente.
El argumento del filme, basado en un cómic de Steven Grant, nos presenta a un agente de la DEA y otro de la inteligencia militar que intentan infiltrarse en un cartel de droga sin saber que el otro es un agente doble, y que acaban participando en un atraco que sale mal y que les convierte en objetivos de los mafiosos y de sus propias agencias, llenas de agentes corruptos. Tendrán entonces que colaborar pese a sus diferencias de carácter (entre ellas, que uno es negro y el otro blanco, como manda los cánones) y la buddy movie está servida. La cinta tiene muchos más elementos de comedia de lo habitual para Denzel y ha sido razonablemente bien recibida por crítica y público, por lo que resulta una opción aconsejable para los que quieran pasar un rato entretenido y violento en una sala de cine, sin mayores complicaciones.
Recomendada para: Los que adoren el subgénero ‘Denzel es el puto amo y lleva la camisa holgada por fuera’.
Que huyan de ella: Los que no sean capaces de distinguir unas pelis de este subgénero de otras.

Y por último, tenemos otro estreno de relumbrón con marca española, y van tres semanas seguidas con potenciales blockbusters patrios. Tras Daniel Sánchez Arévalo y Antonio Banderas, ahora le toca el turno a LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI de Álex de la Iglesia. Un título que hace un año, cuando comenzó la agresiva campaña de promoción del filme, parecía indescifrable y trabalíngüico, pero que ahora casi todos los cinéfilos pueden pronunciar sin problemas. Primer tanto para el expresidente de la Academia de Cine, que desde que dejó el cargo está más desatado que nunca: si Balada Triste de Trompeta era una versión desquiciada e hiperbólica de Muertos de Risa y La Chispa de la Vida era un grito desesperado de atención hacia la podredumbre moral de este país, este filme parece la sublimación paroxística de los géneros y temas que lleva tocando desde los comienzos de su carrera, desde El Día de la Bestia a 800 Balas, pasando por supuesto por Perdita Durango y La Comunidad. Megalomanía de serie B, señores.
La trama sigue a dos atracadores (Hugo Silva y Mario Casas, este último granjeándose las mejores críticas de su carrera por su vis cómica) que escapan de un golpe con el hijo de uno de ellos y un taxista como rehén, camino de la frontera de Francia, cuando se ven obligados a parar en el pueblo que da título al filme. Una localidad perdida en los bosques de Navarra que, casualmente, está llena de brujas caníbales como Terele Pávez, Carolina Bang y la imprescindible Carmen Maura, que ve en el niño al elegido perfecto para su próximo aquelarre. El caos, la acción, el slapstick, el gore, las burradas y los gags disparatados están servidos. Su paso por el Festival de San Sebastián fue bastante exitoso para lo que es: un entretenimiento sin complejos que busca ante todo divertir al espectador. No hay que buscarle tres pies al gato (negro). La única queja fue la ya habitual en el cine del realizador: sus tramos finales excesivos y gargantuescos, donde se le va demasiado la olla. Pero que gusten o no, depende del paladar del consumidor.
Recomendada para: Los que añoren las viejas películas de Sam Raimi o Paul Naschy.
Que huyan de ella: Los que busquen dramas intimistas.