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20 directores y sus películas propias favoritas

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Todo gran director de cine tiene una película que está considerada por la mayoría de críticos y cinéfilos como su mejor obra o, si me apuran, unas pocas que comparten ese estatus. Los típicos films que conocemos todos aun cuando no seamos expertos en el cineasta en cuestión, los primeros que te vienen a la cabeza al pensar en su nombre. Pero, ¿qué piensan al respecto sus creadores? ¿Cuál es la que ellos consideran que es la mejor película que han hecho?

La respuesta a esta pregunta resulta muy interesante en varios casos. A veces el cineasta no destaca por su originalidad y cita una de sus obras más ampliamente reconocidas, a menudo se decanta por una obra destacable pero que no suele ser la más obvia, y en algunos casos directamente sus preferencias van hacia títulos inexplicables (ya sea por querer hacerse los originales, porque su rodaje o su temática les traen buenos recuerdos o sencillamente porque tienen gustos muy particulares).

En el siguiente artículo proponemos una selección de 20 grandes directores y las que ellos citan como la obra favorita de su carrera. Hay que tener en cuenta que muchas veces los propios cineastas han cambiado de opinión a lo largo de su trayectoria, así que pueden existir otras declaraciones en donde apunten hacia otra película como favorita.




ALFRED HITCHCOCK


En el famoso libro de entrevistas que le dedicó François Truffaut, el director británico reconoció que la película favorita de su carrera es La Sombra de una Duda (1943). Una elección muy curiosa, ya que aunque es una película absolutamente genial, no es tan vistosa como otras que filmó posteriormente que resultan más obvias. En todo caso, esa mención sirvió para que muchos miráramos el film con otros ojos y lo reconociéramos como la joya oculta que es. También sentía una debilidad especial por la comedia Pero... ¿Quién Mató a Harry? (1955), que aunque es una obra menor, está impregnada del tipo de humor que tanta le gustaba.

Por otro lado, pasando a sus menos favoritas, Hitchcock sentía cierta vergüenza ajena por algunas obras de su primera etapa, como el plomizo drama teatral Juno and the Paycock (1930) y el musical de época Valses de Viena (1933), pero preguntado en una ocasión sobre cuál era la que realmente le gustaba menos, escogió su fallida comedia Champagne (1928).





AKIRA KUROSAWA


No puede decirse que a Kurosawa le faltaran grandes películas entre las que escoger dentro de su carrera. La que acabó considerando como su mejor creación fue Ran (1985), que aunque no es tan celebrada como Vivir (1952) o Los Siete Samuráis (1955), se trata sin duda de una de sus mejores obras. El hecho de que una obra maestra tan perfecta y cuidada visualmente fuera filmada con más de 70 años le añade aún más mérito.





FRITZ LANG


Lang siempre sostuvo a lo largo de su vida que la mejor película que jamás había hecho era M, El Vampiro de Düsseldorf (1930). Teniendo en cuenta que pronto se convirtió en una de las favoritas de críticos y fans, nos inclinamos a coincidir con él.

En un apartado más curioso, una de sus obras predilectas fue la única que realizó en Francia tras emigrar de Alemania huyendo del nazismo: Liliom (1934), un drama con tintes sobrenaturales protagonizado por Charles Boyer. Quizá se debiera a que nunca volvió a hacer nada ni remotamente parecido.





ORSON WELLES


La obra predilecta de Welles era su adaptación de Shakespeare Campanadas a Medianoche (1965), donde además se permitía sobresalir en el personaje secundario de Falstaff. También sentía un gran aprecio por El Proceso (1962), su adaptación de la novela de Kafka.

De entre sus obras menos estimadas, no apreciaba demasiado su mayor éxito de taquilla, El Extraño (1946), quizá porque le obligaron a cambiarla por completo respecto a su idea inicial.





JOHN FORD


El caso de John Ford es un paradigma de los directores emblemáticos que, en lugar de citar una de sus muchas célebres obras maestras (La Diligencia, Centauros del desierto), o incluso una de sus grandes películas menos obvias para el cinéfilo medio (Pasión de los Fuertes), eligió una obra desconocida salvo para sus fanáticos: El Sol Siempre Brilla en Kentucky, caracterizada por ese tono cómico entrañable que siempre añadía a sus films.





ELIA KAZAN


La elección de Elia Kazan no resulta nada sorprendente: América, América (1963). Se trata del film más personal de su carrera, inspirado en el complicado viaje que hizo su tío desde Anatolia hasta Estados Unidos permitiendo así que el resto de la familia pudiera emigrar a Nueva York. Para conseguir la máxima fidelidad posible, Kazan quiso filmar la película en Grecia y Turquía y utilizar un reparto de actores de esos países, sin usar estrellas. Obviamente, ningún estudio le quiso financiar un proyecto tan anticomercial y si salió adelante fue gracias a la absoluta tenacidad de su director. Sabiendo todo eso, resulta una elección comprensible, y más cuando su calidad también está fuera de toda duda.

Por otro lado, consideraba Mar de hierba (1947) como la peor película que hizo, ya que no era más que una obra al servicio de los estudios sin nada de su personalidad.





FRANÇOIS TRUFFAUT


Aunque no sea tan legendaria como Los Cuatrocientos Golpes (1959) o Jules y Jim (1962), la elección de El Pequeño Salvaje (1970) como favorita de Truffaut es bastante lógica: el argumento relacionado con el mundo de la infancia y la educación del personaje es una debilidad personal, el tono humanista del film indica que la rodó con especial cariño y, por si eso fuera poco, por primera vez en su carrera decidió ponerse delante de la cámara, escogiendo muy significativamente el personaje del profesor.





STEVEN SPIELBERG


Spielberg ha declarado en varias ocasiones que su obra predilecta de su carrera es E.T., el Extraterrestre (1982), una elección que, al igual que la de Truffaut, tiene toda la lógica del mundo. Aparte de ser una de sus películas más exitosas, recurre a uno de sus géneros predilectos (la ciencia ficción), pero dotándole además de una ternura y sensibilidad que consiguieron que ese extraño bicho conquistara a todo el público.





HOWARD HAWKS


Hawks siempre mostró una especial predilección por su gran incursión en el cine de gángsters: Scarface, el terror del hampa (1932), un film vibrante y lleno de violencia producido por el magnate Howard Hughes y escrito por el excelente guionista Ben Hecht.

Entre sus menos favoritas está su última película muda, Trent's Last Case (1929), de la que para su desgracia se rescató una copia que él mismo intentó destruir.





WILLIAM FRIEDKIN


Resulta típico escoger como película favorita una que hubiera sido en su momento un fracaso de taquilla en vez de otra que fuera un éxito de público y crítica, ya que éstas no necesitan más reconocimiento. En todo caso, Carga Maldita (1977) fue, haciendo honor a su nombre, una película que le dio más quebraderos de cabeza que otra cosa a su director: un rodaje terriblemente dificultoso, un reparto diferente al que él esperaba y, para rematarlo, un fracaso en taquilla acompañado de críticas feroces - ¿qué sentido tenía hacer un remake de El Salario del Miedo (1952)?. Pese a todo eso, parece que era un proyecto muy especial para Friedkin y quedó suficientemente satisfecho como para considerarlo su favorito.





BUSTER KEATON


Éste es uno de esos casos que no deparará ninguna sorpresa: en su autobiografía, el célebre cómico de slapstick dice que su mejor obra era El Maquinista de la General (1926), aunque fuera un fracaso de taquilla en su época. El tiempo le ha dado la razón.





FRANK CAPRA


Otro caso que entra dentro de la categoría de los previsibles. Frank Capra menciona también en su autobiografía a ¡Qué bello es vivir! (1946) como su mayor logro y, al igual que Keaton, en su momento no tuvo mucho éxito pero se convirtió en un clásico con el tiempo.





MICHAEL POWELL / EMERIC PRESSBURGER


El dúo formado por Michael Powell y el guionista Emeric Pressburger facturó algunas de las mejores películas surgidas en Reino Unido en los años 40. De entre todas ellas, el guionista Emeric Pressburger consideraba que Vida y muerte del Coronel Blimp (1943) fue su obra más perfecta, mientras que Michael Powell se decantaba por la sobrenatural A Vida o Muerte (1946).





SAM PECKINPAH


Pese a ser conocido sobre todo por sus películas ultraviolentas, la obra favorita de Sam Peckinpah era la melancólica La balada de Cable Hogue (1970), donde apenas hay tiros y en cambio se opta por un tono de comedia amable y nostálgica con el que se evoca el fin del viejo Oeste.





ROBERTO ROSSELLINI


El gran exponente del Neorrealismo italiano se situaba entre los originales a la hora de escoger su favorita: Viva Italia (1961), una de las últimas películas que realizó antes de pasarse a la televisión, donde se especializaría en films históricos de corte didáctico. A cambio, también solía mencionar la más previsible Camarada (1946) como otra de sus favoritas.





FRANCIS FORD COPPOLA


Ya hemos visto que suele suceder que un director tenga en su haber algunas de las películas mejor consideradas de la historia del cine y, no obstante, se decante a nivel personal por otra obra más oculta. Es lo que sucede con Coppola, que antes que decantarse por alguna película de la saga de El Padrino tiene como favorita personal La Conversación (1974). De hecho, si aceptó filmar El Padrino. Parte II (1974) fue para poder financiarse La Conversación. Aunque no alcanzó el éxito de la saga de mafiosos y no es un film tan vistoso, esta película tan especial se convirtió instantáneamente en una obra de culto.





JACQUES TATI


Tal y como les comentamos en cierto artículo, el cómico Jacques Tati planteó Playtime (1967) como la gran obra de su carrera, invirtiendo en ella absolutamente todo lo que tenía (e incluso lo que no tenía). Que siguiera considerándola así después de que ésta le arruinara dice mucho en su favor. Supongo que es como los padres que tienen como favorito a su hijo más problemático.





RAINER WERNER FASSBINDER


El aclamado director alemán iba tan sobrado en cuanto a producción propia que se permitió no solo citar la película favorita de su propia carrera, sino hacer incluso un Top10 de sus favoritas. Éstas son las cinco primeras: Atención a esa Prostituta tan Querida (1971), Un Año con Trece Lunas (1978), Desesperación (1978), La Tercera Generación (1979) y Dios de la Peste (1970).





CHARLES CHAPLIN


A lo largo de su vida, Chaplin cambió la elección de su película predilecta, basculando entre obras como Luces de la ciudad (1931) o Monsieur Verdoux (1947). No obstante, parece ser que aquella que acabó sobresaliendo un poco sobre el resto entre sus preferencias fue La Quimera del Oro (1927), que en su biografía menciona como la película por la que más le gustaría ser recordado.



RAOUL WALSH


Puede parecer curioso que un cineasta tan asociada a películas de acción y westerns como Raoul Walsh escogiera como favorita de su carrera una comedia: La Pelirroja (1941). No obstante, hay buenos motivos para ello: a Walsh siempre le gustaba trabajar con su amigo James Cagney, ambos agradecieron poder hacer una muy buena película que se alejara del estereotipo de cine al que se les asociaba y además estaba ambientada en el Nueva York de finales del siglo XIX, el lugar donde se crió el director, y eso seguramente le evocaba recuerdos de infancia.




WOODY ALLEN


A un ritmo de película por año, Woody Allen tiene muchas películas entre las que escoger como predilectas. Algunas de las que él ha mencionado como tal son Recuerdos (1980) -comprensible, dado el tono autobiográfico que tiene-, La Rosa Púrpura del Cairo (1985) -como cinéfilo consumado que es, también resulta lógico- y Match Point (2005) -quizá porque se aleja tanto de su estilo que supuso una sorpresa incluso para él mismo-.

Curiosamente tres de sus películas más reputadas no son santo de su devoción: no le gustan especialmente ni Annie Hall (1977) ni Hannah y sus Hermanas (1986). Más extraño es lo de Manhattan (1979), que muchos consideramos su mejor película y a él le decepcionó tanto el resultado final que pidió al estudio que no la estrenaran. Suerte que no le hicieron caso.

 

Fuente: CINeol | Visitada: 3463 veces


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Comentarios (1)

04:14 - 11/10/2014

vittton

Macho, un artículo tan interesante y no hay ni un solo comentario. ¿Qué le está pasando al foro? Hay que revivir esto como sea.


Hace poco ví El sol siempre brilla en Kentucky (The Sun Shines Bright) y no me extraña que John la eligiera como su favorita porque es muy Fordoniana especialmente en el humor que presenta. Yo creo que fue una película de relax para él. A Sam Peckinpah le debió ocurrir algo similar con la excelente La balada de Cable Hogue.

De Spielberg no me sorprende E.T. porque reúne los ingredientes preferidos del Rey Midas: ñoñería y ciencia ficción. XD

Y lo de Fritz Lang era obvio porque M es su mejor película de largo (he visto apenas tres de él, pero a ver quién es el guapo que escribe en foros y ha visto todo para "poder" opinar).


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