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El cadáver de una mujer aparece seccionado justo en la frontera entre El paso y Ciudad Juárez. Al tratarse de una ciudadana estadounidense, la detective North asume la investigación rechazando la ayuda de su homónimo mexicano Marco Ruiz, con quién además tiene sus más y sus menos cuando éste permite que una ambulancia que transporta a un hombre con problemas cardiacos cruce la escena del crimen. Para sorpresa de todos, la autopsia señala que las dos mitades humanas encontradas pertenecen a mujeres distintas.