Cierra los ojos

En la casa de los Castillo no hay un día de descanso para nadie. Sobre todo para Sandra, que casi daña de forma grave a Lucía, simplemente rozándole con la piel mojada. Harta de ser una amenaza para todos, la joven intenta controlar sus poderes y así poder volver a tocar a alguien. Culebra también tiene sus propios problemas: se enfrentará a un profesor mostrando su rebeldía. Pero no se da cuenta que sus actos pueden tener consecuencias graves para toda la familia. La apertura de un expediente disciplinario pude suponer que sus identidades falsas sean descubiertas. Mientras, Lucas, intentando devolver una broma pesada, acaba desencadenando una serie de hechos que pueden llevar al divorcio de los Ruano. Por su parte, Jimena está muy triste, aunque nadie sabe por qué, y Mario se acerca cada vez más a Nuria.