El hombre en el depósito de cadáveres

Brennan viaja a Nueva Orleáns para colaborar en la identificación de los cuerpos hallados tras la tragedia del Huracán Katrina y termina siendo la principal sospechosa de un asesinato del que no tiene registro alguno. Brennan trabaja, en una morgue improvisada, en la identificación de unos cuerpos exhumados del cementerio. Mike Doyle, camillero, ingresa un cadáver a la zona de autopsias acompañado por el Dr. Graham Leger. Ambos bromean sobre la nueva novia de Mike (que le gusta tener relaciones en la morgue) sin percatarse de la presencia de Brennan. De todas formas, Brennan hace caso omiso de la situación y comienza su autopsia sobre el cuerpo del NN 361: masculino, de aproximadamente cuarenta años, en avanzado estado de descomposición y con un pequeño orificio en la parte anterior del cráneo. Brennan, la Detective Rose Harding y el Dr. James Embry, Asistente Forense, intenta descifrar si 361 murió a causa del huracán o de un homicidio. El Dr. Embry descubre algo en la boca de 361. Brennan pide al camillero Sam Potter que lleve a 361 a Rayos. En cuanto todos salen del lugar, el Dr. Leger propone a Brennan una cita. Brennan contesta que lo pensará una vez que terminen con los Rayos X de 361. Avance Rápido: Brennan está tirada en el piso del baño del hotel, sobre un gran charco de su propia sangre, la cabeza cortada, las manos ensangrentadas y uno de sus aros arrancados directamente del lóbulo. No recuerda nada. Una mezcla de imágenes invaden su mente: sangre, un objeto punzante, la cara sonriente del Dr. Leger balanceando sus piernas, una persona aterrada bajando las escaleras y una muñeca clavada en la pared. La Detective Harding interroga a Brennan que ahora está en el hospital. Lo último que recuerda es haber conversado con el Dr. Leger sobre de una posible cita el martes por la noche. Ahora es jueves y del miércoles no tiene registro alguno. Brennan informa a Harding que la examinaron para buscar rastros de violación pero no encontraron nada. Booth ingresa intempestivamente al cuarto de Brennan aunque Brennan le pidió que no fuera. Harding la interroga sobre esa relación platónica al descubrir que Booth voló desde Washington D.C. apenas se enteró de lo ocurrido. Brennan detalla a Booth cada una de sus heridas, incluida la muñeca quebrada pero queda atascada en el hecho de haber perdido uno de sus aros favoritos, heredados de su madre. Booth no entiende por qué no recuerda nada y está ansioso por recibir los resultados de los análisis de sangre. En Washington D.C., Hodgins entrega a Angela y a Zack el último envío de la Dra. Brennan desde Nueva Orleáns. El paquete contiene las radiografías del NN 361.