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Uno de los nuestros
Que yo recuerde desde que tuve uso de razón quise ser gangster.
Para mi ser Gangster era mucho mejor que ser presidente de los estados unidos
Para nosotros vivir de otra manera era impensable ,la gente honrada que se mataba en trabajos de mierda por unos sueldos de miseria que iba a trabajar en metro cada día y pagaba sus facturas estaba muerta, eran unos gilipollas no tenían agallas. Si nosotros queríamos algo lo cogíamos y si alguien se quejaba dos veces le dábamos tal paliza que jamás volvía a quejarse,
era una simple rutina que ni siquiera lo pensábamos
Ahora soy un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas (Ray Liotta).
Karen.- Henry, ¿a qué te dedicas?
Henry.- ¿Qué?
Karen.- A qué te dedicas.
Henry.- A la construcción
Karen.- Nadie lo diría con unas manos tan cuidadas.
Henry.- Es que soy delegado sindical...
Sé que hay mujeres, por ejemplo mis mejores amigas, que habrían dejado a su novio en el mismo momento en que les hubiera dado un revolver, pero yo no. Si he de decir la verdad, hasta me puso cachonda (Karen).
¿Sabes quiénes van a la cárcel? Solo los atracadores negros. ¿Y sabes por qué los cogen? Pues sencillamente porque se duermen en el coche con el que escapan (Henry).
Para la mayoría matar llegó a ser una cosa tolerada. Matar el único modo de mantener a todo el mundo a ralla. Al que se pasaba le liquidaban. Todos conocían las reglas, pero a veces se liquidaba incluso a quien no se pasaba de la ralla. Matar se convirtió en costumbre para algunos (Henry).
A Jimmy a mi no podían hacernos de la familia porque teníamos sangre irlandesa, ni siquiera importaba que mi madre fuera siciliana. Para ser miembro de un grupo había que ser italiano 100 por 100 y que todos tus antepasados fueran italianos (Henry).