En 1981, Brian (Brady Corbet) tenía ocho años y estaba sentado en el banquillo durante un partido de la liga juvenil de béisbol. Cinco horas después despierta en el sótano de su casa con una hemorragia nasal y sin recuerdos. Brian moja la cama y tiene pesadillas, también inventa: fue abducido. Y pasa el tiempo, Brian llega a la adolescencia, torpe, acomplejado y entregado a la causa OVNI. También Neil (Joseph Gordon-Levitt), otro chico de su mismo pueblo, se ha hecho mayor. Neil es la antítesis de Brian: es sexy, era el jugador estrella del equipo y se gana la vida como chapero. Así, mientras Brian encuentra en Avalyn Friesen (Mary Lynn Rajskub) la posibilidad de asumir sus experiencias inhibidas, Neil huye a Nueva York a rozar el lado peligroso de la vida.
Cuando me haya ido sólo le quedarás tú y debes comprender una cosa: dónde la gente normal tiene el corazón, Neil McCormick tiene un agujero negro sin fondo, y si no vas con cuidado, puedes caer en él y perderte para siempre (Wendy)