Los Hombres duros no bailan

Tim Madden, un cuarentón ex-convicto y adicto al alcohol, se despierta una mañana sin recordar demasiado acerca de lo sucedido en los últimos días. En su coche encuentra un charco de sangre y también se topará con una cabeza cercenada en su escondrijo para la marihuana. Madden no tiene certeza alguna acerca si él ha sido el auténtico asesino, pero tendrá que hacer todo lo posible por averiguarlo si no quiere quiere que el jefe de polícia Regency le vuelva a mandar a la cárcel, pues parece evidente que todas las pruebas apuntan hacia Madden.