Hace unos cinco mil años, un hombre implacablemente ambicioso llamado Memnon llegó a creer que su destino era regir a las tribus repartidas por el desierto. Al mando de un ejército de rudos bárbaros recorrió las montañas y las llanuras, esclavizando o matando a todos aquellos a quienes encontraba. Memnon golpeaba con una precisión implacable que llenaba a sus enemigos de temor porque se daban cuenta de que había alguien que le asesoraba sobre cómo, cuándo y dónde atacar. Y nunca perdía una batalla. En un último intento por detenerle, los jefes de las tribus que permanecen en pie contratan al sanguinario mercenario Mathayus para que acabe con él.