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El Caso Slevin

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    Charlie Chaplin participó en un concurso de dobles de Charlot en Montecarlo y acabó tercero, eso es un anécdota (Goodkat).

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    Elvis.- Órdenes, y ¿sabes lo que son, verdad? Las órdenes son órdenes.
    Slevin.- Supongo que nunca te enseñaron que no se usa la palabra definida en la definición...

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    En resumidas cuentas, apuesto que fue esa boca la que se ganó esa nariz (El jefe).

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    Slevin.- ¿Alguna cosa más?
    El jefe.- Bueno, creo que no hará falta que diga algo tan trillado como "si vas a la policía eres hombre muerto".
    Slevin.- Acaba de decirlo.
    El jefe.- Supongo que sí.

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    Mi padre decía la primera vez que alguien te llame caballo pégalo un puñetazo, la segunda vez que ocurra llámale imbécil, pero la tecera vez que te llamen caballo puede que ya vaya siendo hora de que te compres una silla (El Rabino).

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    Lindsey.- ¿Y qué le dirás?
    Slevin.- Lo que diría un hombre con dos penes si su sastre cuando le preguntara si carga hacia la izquierda o hacia la derecha.
    Lindsey.- ¿Qué diría?
    Slevin.- Sí.

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    El Jefe.- Sabía que eras sensato.
    Slevin.- La sensatez es lo que se tiene cuando hay elección.
    El Jefe.- Ummm... a veces.

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    El Jefe.- Entra aquí dándole a la puta lengua como si le importara una mierda que se la volara.
    Slevin.- Solo me mataría una vez.

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    Lindsey.- Deberías irte.
    Slevin.- ¡No puedo!
    Lindsey.- Te matarán si te quedas.
    Slevin.- Y también si me voy.
    Lindsey.- ¡Acude a la policía!
    Slevin.- Esos compran polis como si fueran rosquillas. No es la primera vez que me pasa esto...
    Lindsey.- ¿Te refieres a que no es la primera vez que un mafioso te pide que mates al hijo gay de un rival para pagar una deuda de un amigo en cuyo piso vives porque perdiste tu trabajo, el piso y tu novia te puso los cuernos?

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    Mentirle a un muerto es igual que mentirse a uno mismo (El Jefe).