El Alazán y el rosillo

Rosendo Anaya regresa a su San Fernando natal, dónde descubre que un antiguo amigo suyo ha endeudado e incluso estafado a los campesinos de la región, convirtiéndose así en un importante terrateniente con las tierras que ha ganado.
Rosendo queda sorprendido por esta forma de conducirse y decide frenar el pillaje ayudándose de Rosillo, un pura sangre, ganando varias carreras y con el premio entregarlo a los campesinos para que recobren las tierras.