El exitoso editor Will Atenton deja su trabajo en Nueva York para trasladarse con su esposa Libby y sus dos hijas a una preciosa casa en una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra. Empiezan a acostumbrarse a su nueva vida cuando descubren que una madre y sus hijos fueron asesinados en esta casa ideal. Todos los habitantes de la ciudad están convencidos de que el culpable es el único superviviente, el marido, que acaba de salir de una institución mental.
Durante el rodaje Daniel Craig y Rachel Weisz se enamoraron y empezaron una relación que acabaría en matrimonio. Cuando le preguntan por ello Craig dice que "la película no resultó demasiado bien pero que en ella encontró a su esposa, así que fue un negocio justo":