Películas>Deathwatch>Extras
Deathwatch
Bienvenido al Infierno, Soldado Shakespeare.
El primer deber de un soldado es vencer su propio miedo.
El segundo, recordar porqué.
...es el caso de un joven oficial que, levantado del suelo por la onda expansiva de un proyectil de artillería enemigo, fue a aterrizar sobre el abdomen hinchado de un alemán que llevaba varios días muerto. El impacto de su caída reventó la panza de aquel cadáver ya putrefacto. Antes de perder la conciencia, nuestro paciente ya se había dado cuenta de cuál era su situación y sabía que la sustancia que llenaba su boca y le provocaba la más horrible de las sensaciones y el más repugnante de los olores provenía de las entrañas descompuestas de un soldado enemigo. Cuando volvió en sí, vomitó profusamente y se encontró fatal, pero aguantó así durante varios días, vomitando con frecuencia y obsesionado por el recuerdo de aquel sabor y aquel olor...
He visto cosas que ningún hombre debería ver, hechos que quedan marcados indeleblemente en tu cerebro para el resto de tu vida. Vívidas imágenes de mis compañeros y camaradas, yaciendo boca abajo en las trincheras con manadas de ratas escarbando en su carne putrefacta.
Puedo verlo como si hubiera ocurrido ayer; hombres agazapados entre montañas de cuerpos para protegerse del fuego enemigo, mezclándose con ellos. Soldados bombardeados revolcándose en aquel fango al que llamaban hogar.
Los recuerdos dolorosos y los pensamientos terribles son tan poderosos por la noche
que viajan por la mente a una velocidad y violencia inusuales cuando el paciente está despierto, y adquieren las más vívidas y crueles formas cuando se expresan a través de la imaginería de los sueños...
En el fragor de la batalla, ningún soldado sueña con ser un héroe; tan sólo reza para poder comportarse como un hombre.
Yo soy el enemigo al que mataste, amigo mío.
Nos conocimos en esta oscuridad: para ti tan terrible.
Ayer, a través de mí, mientras desgarrabas y matabas...
Durmamos ahora...
Creo que estamos en el paraíso de las ratas.
Allí donde los hombres pierden sus huesos.