
En nuestro recorrido por los premios cinematográficos de fin de año casi siempre nos topamos con tres tipos de organizaciones: prensa, crítica o industria del cine. Sin embargo, el
SCRIPTER AWARD no entra en ninguna de esas categorías. Se trata de un prestigioso galardón que todos los años entrega la
University of Southern California (
USC), y que reconoce la mejor adaptación de una novela, relato, cómic o cualquier otra fuente escrita de entre las películas de habla inglesa del año, valorando tanto el guión del film como la obra en que se basa. Este año han ampliado su repertorio de adaptaciones para incluir también los guiones cinematográficos previos.
En su 22ª edición, el premio ha sido para
Sheldon Turner y Jason Reitman (guionistas) y Walter Kirn (escritor) por Up in the Air, lo cual confirma lo que todos sabíamos hace tiempo: que tiene el Oscar a guión adaptado en el bolsillo. No es que el Scripter suela coincidir mucho con la estatuilla dorada, más bien al contrario: sus elecciones suelen ser más elitistas. Pero unido a la veintena de premios a su guión que acumula ya, es un indicio más que fiable.
Las películas que han quedado finalistas han sido
District 9 (guión de
Terri Tatchell y
Neill Blomkamp, a partir del cortometraje del propio Blomkamp, lo que marca la primera vez que se ha nominado un trabajo sobre una obra cinematográfica),
Corazón Rebelde (guión de
Scott Cooper a partir de la novela de
Thomas Cobb),
An Education (guión de
Nick Hornby a partir del libro de memorias de
Lynn Barber) y
Precious (guión de
Geoffrey Fletcher a partir de la novela de
Sapphire).