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Palmarés y resumen del Festival de Toronto 2008
José Hernández, 15/09/2008
Desde hace un buen número de años, el Festival de Toronto es la plataforma más importante de cara al Oscar. En él coinciden productos de los grandes estudios dispuestos a ganar algo de reputación entre la crítica, y otras películas menores en busca de un distribuidor importante que confíe en sus posibilidades de arrancar algún premio en la incipiente temporada que se aproxima. Su proximidad geográfica y su situación temporal le han facilitado esta labor. Así pues, el TIFF comparte con Sundance el (dudoso) prestigio de haberse convertido en mucho más que un festival. Hasta el punto de que los premios del jurado en ambos casos son lo que menos importa.

En el caso de Toronto, el palmarés se ve limitado por el hecho de que a competición sólo entran películas canadienses, cuya cinematografía es bastante limitada. El más importante de cara a la prensa es pues el Premio del Público, dado que puede otorgarse a cualquier film exhibido. El ganador de este trofeo suele estar en mayor o menor medidas presente en los premios de fin de año, y en esta edición tal honor le correspondió al último film de qDanny Boyle, SLUMDOG MILLIONAIRE. La película, que también fue acogida con fervor en el pasado festival de Venecia, cuenta la historia de un chaval que gana la edición hindú de "¿Quién quiere ser millonario?" pero es acusado de hacer tongo, cosa que él refuta contando las aventuras que ha corrido en su vida y que le han llevado a conocer las respuestas a las preguntas que le hicieron.
Por su parte, el FIPRESCI de la crítica fue a dos películas. En la sección "Descubrimiento" la premiada fue el drama familiar LYMELIFE, de Derick Martini, mientras que en la sección "Presentaciones Especiales" fue elegida DISGRACE, de Steve Jacobs, que cuenta la historia de un profesor que tiene una aventura con uno de sus alumnos. Podéis consultar el resto de ganadores de los distintos premios en su página oficial.

Pero lo importante, como todos los años, es la recepción de las películas que allí se han mostrado. Para empezar tenemos las que también han participado en otros festivales. De Venecia vinieron Slumdog Millionaire, The Wrestler, The Hurt Locker, Rachel Getting Married y The Burning Plain, y todas ellas confirmaron las buenas (y los tres primeros casos magníficas) sensaciones dejadas en la ciudad de los canales. De Cannes llegaron películas que convencieron, como el díptico Che, el Argentino/Guerrilla, Waltz with Bashir o Hunger (que ganó premios tanto allí como aquí); otras, en cambio, encontraron pocos o ningún admirador: Blindness, Synecdoche, New York y Gomorra son los casos más destacados. Por último, de Berlín estuvo presente Happy: Un Cuento Sobre la Felicidad y despertó el mismo entusiasmo que allí.
Respecto del resto de películas que tenían su primera oportunidad en este festival, ha habido de todo. Las más favorecidas por su contacto con público y crítica, además de las mencionadas más arriba, han sido:
-Lovely, Still, drama romántico con Martin Landau y Ellen Burstyn.
-Hace Mucho que te Quiero, donde se ha destacado especialmente la labor de Kristin Scott Thomas.
-Nothing But the Truth, drama político de Rod Lurie.
-Nick and Norah's Infinite Playlist, comedia adolescente independiente de Peter Sollett.
-Zack and Miri Make a Porno, que ha sido saludada como el retorno del mejor Kevin Smith.
-Me and Orson Welles, con una interpretación de Christian McKay como el orondo cineasta que ha despertado entusiasmo generalizado.
-Everlasting Moments, la película que tiene todas las papeletas de representar a Suecia en los Oscar.
-Ghost Town, comedia sobrenatural con Ricky Gervais.
-Easy Virtue, comedia del australiano Stephen Elliott.
-JCVD, la que posiblemente será la mejor película que Jean-Claude Van Damme haya hecho nunca.

Pero también hubo otras películas que fueron recibidas con absoluta indiferencia. Como el western de Ed Harris Appaloosa, o el drama sobre el nazismo Good, ambas películas protagonizadas por Viggo Mortensen. O la nueva película de Neil Burger, The Lucky Ones. O el film bélico canadiense Passchendale. Otras no pusieron de acuerdo a nadie, y se encuentran críticas para todos los gustos. Es el caso de Adoration, de Atom Egoyan; Adam Resurrected, de Paul Schrader; The Brothers Bloom, de Rian Johnson; The Duchess, de Saul Dibb; Genova, de Michael Winterbottom; o el documental Religulous.
Claro que por lo menos esas películas corrieron mejor suerte que las que no gustaron a casi nadie. Este es el caso de The Loss of a Teardrop Diamond, adaptación de un guión de Tennessee Williams donde sólo se salva Bryce Dallas Howard; o The Secret Life of Bees, demasiado melosa y facilona; o la aspirante a capriana Flash of Genius, calificada de poco más que un telefilm; o el thriller Pride and Glory, que al parecer fue retrasado durante dos años por algo; The Other Man, thriller convencional y carente de ritmo de Richard Eyre; y sobre todo Miracle at St. Anna, la película bélica de Spike Lee que ha sido unánimemente calificada de desastre.
Por supuesto, muchas películas faltaron a su cita con Toronto. Unas porque no están finalizadas aún: Milk, Australia, The Soloist, Gran Torino, The Road, Doubt... Otras seguramente para evitar la sobreexposición, tan peligrosa para las aspiraciones de Oscar, como es el caso de El Intercambio.
En el caso de Toronto, el palmarés se ve limitado por el hecho de que a competición sólo entran películas canadienses, cuya cinematografía es bastante limitada. El más importante de cara a la prensa es pues el Premio del Público, dado que puede otorgarse a cualquier film exhibido. El ganador de este trofeo suele estar en mayor o menor medidas presente en los premios de fin de año, y en esta edición tal honor le correspondió al último film de qDanny Boyle, SLUMDOG MILLIONAIRE. La película, que también fue acogida con fervor en el pasado festival de Venecia, cuenta la historia de un chaval que gana la edición hindú de "¿Quién quiere ser millonario?" pero es acusado de hacer tongo, cosa que él refuta contando las aventuras que ha corrido en su vida y que le han llevado a conocer las respuestas a las preguntas que le hicieron.
Por su parte, el FIPRESCI de la crítica fue a dos películas. En la sección "Descubrimiento" la premiada fue el drama familiar LYMELIFE, de Derick Martini, mientras que en la sección "Presentaciones Especiales" fue elegida DISGRACE, de Steve Jacobs, que cuenta la historia de un profesor que tiene una aventura con uno de sus alumnos. Podéis consultar el resto de ganadores de los distintos premios en su página oficial.
Pero lo importante, como todos los años, es la recepción de las películas que allí se han mostrado. Para empezar tenemos las que también han participado en otros festivales. De Venecia vinieron Slumdog Millionaire, The Wrestler, The Hurt Locker, Rachel Getting Married y The Burning Plain, y todas ellas confirmaron las buenas (y los tres primeros casos magníficas) sensaciones dejadas en la ciudad de los canales. De Cannes llegaron películas que convencieron, como el díptico Che, el Argentino/Guerrilla, Waltz with Bashir o Hunger (que ganó premios tanto allí como aquí); otras, en cambio, encontraron pocos o ningún admirador: Blindness, Synecdoche, New York y Gomorra son los casos más destacados. Por último, de Berlín estuvo presente Happy: Un Cuento Sobre la Felicidad y despertó el mismo entusiasmo que allí.
Respecto del resto de películas que tenían su primera oportunidad en este festival, ha habido de todo. Las más favorecidas por su contacto con público y crítica, además de las mencionadas más arriba, han sido:
-Lovely, Still, drama romántico con Martin Landau y Ellen Burstyn.
-Hace Mucho que te Quiero, donde se ha destacado especialmente la labor de Kristin Scott Thomas.
-Nothing But the Truth, drama político de Rod Lurie.
-Nick and Norah's Infinite Playlist, comedia adolescente independiente de Peter Sollett.
-Zack and Miri Make a Porno, que ha sido saludada como el retorno del mejor Kevin Smith.
-Me and Orson Welles, con una interpretación de Christian McKay como el orondo cineasta que ha despertado entusiasmo generalizado.
-Everlasting Moments, la película que tiene todas las papeletas de representar a Suecia en los Oscar.
-Ghost Town, comedia sobrenatural con Ricky Gervais.
-Easy Virtue, comedia del australiano Stephen Elliott.
-JCVD, la que posiblemente será la mejor película que Jean-Claude Van Damme haya hecho nunca.
Pero también hubo otras películas que fueron recibidas con absoluta indiferencia. Como el western de Ed Harris Appaloosa, o el drama sobre el nazismo Good, ambas películas protagonizadas por Viggo Mortensen. O la nueva película de Neil Burger, The Lucky Ones. O el film bélico canadiense Passchendale. Otras no pusieron de acuerdo a nadie, y se encuentran críticas para todos los gustos. Es el caso de Adoration, de Atom Egoyan; Adam Resurrected, de Paul Schrader; The Brothers Bloom, de Rian Johnson; The Duchess, de Saul Dibb; Genova, de Michael Winterbottom; o el documental Religulous.
Claro que por lo menos esas películas corrieron mejor suerte que las que no gustaron a casi nadie. Este es el caso de The Loss of a Teardrop Diamond, adaptación de un guión de Tennessee Williams donde sólo se salva Bryce Dallas Howard; o The Secret Life of Bees, demasiado melosa y facilona; o la aspirante a capriana Flash of Genius, calificada de poco más que un telefilm; o el thriller Pride and Glory, que al parecer fue retrasado durante dos años por algo; The Other Man, thriller convencional y carente de ritmo de Richard Eyre; y sobre todo Miracle at St. Anna, la película bélica de Spike Lee que ha sido unánimemente calificada de desastre.
Por supuesto, muchas películas faltaron a su cita con Toronto. Unas porque no están finalizadas aún: Milk, Australia, The Soloist, Gran Torino, The Road, Doubt... Otras seguramente para evitar la sobreexposición, tan peligrosa para las aspiraciones de Oscar, como es el caso de El Intercambio.