Portada>Noticias>Estrenos de la semana: El arte del engaño

Estrenos de la semana: El arte del engaño

user avatar

José Hernández, 31/01/2014

La sequía relativa de comienzos de año empieza a remitir. Esta semana no tenemos uno, sino cuatro pesos pesados pujando por las pantallas, además de unos cuantos filmes minoritarios que los acompañan. Este viernes se estrena una de las favoritas al Oscar, de un director que en otro tiempo fue repudiado y hoy es adorado; una cinematográfica aspirante a la dorada estatuilla que se quedó por el camino por sorpresa; el regreso de un personaje literario muy querido por los amantes del thriller político; y la nueva cinta de origen teatral de uno de los directores más polémicos y brillantes de los últimos 50 años. Los estrenos de esta semana son:

20 Años no Importan
Al Encuentro de Mr. Banks
El Caballero Don Latón
La Gran Estafa Americana
Ignasi M.
Into the Mind
Jack Ryan: Operación Sombra
La Venus de las Pieles

No olvidéis votar y comentar las películas que vayáis viendo en su ficha para compartir con los demás cineolianos vuestras impresiones.

Empezamos por un documental, cómo no. INTO THE MIND es una de esas películas sobre montañismo y deportes extremos que tan espectaculares quedan en la gran pantalla, y que por ello siempre tienen un hueco (aunque solo sea en salas especializadas) en la cartelera española. La cinta canadiense, que pasó fuera de concurso por el Festival de San Sebastián, busca difuminar la línea que separa el sueño de la realidad y nos sumerge en la mente de un esquiador que trata de ascender y esquiar la montaña definitiva. Al tiempo que experimentamos la majestuosidad de Alaska, Bolivia o el Himalaya, el filme pinta un retrato metafísico inspirado en las enseñanzas de los sherpas y su forma de ver la vida y el más allá. Una mezcla de emoción visual y filosofía new age que a buen seguro tiene su público.
Recomendada para: Los que busquen la trascendencia a través de la comunión íntima con la naturaleza.
Que huyan de ella: Los que lean la frase anterior y piensen “menuda chorrada acabas de soltar, macho”.
La única representante infantil de la semana llega de Alemania y, si la comparamos con lo que algunos talentos hacen en sus propias casas con un ordenador normal y mucha paciencia, da hasta reparo que se estrene en una sala de cine. EL CABALLERO DON LATÓN es un héroe engreído pero honesto que vive en el reino mágico de Scrapland, donde todo el mundo está hecho de chatarra. Don Latón logrará ganar el torneo de los grandes caballeros, aunque se le acusa falsamente de robo, despojándolo de su honor y de su castillo. Irredento a las adversidades, se dispondrá a redimirse y volver a ganar el corazón de su dama, pero, ¿podrá también derrotar al malvado príncipe y salvar el reino? La respuesta es: se trata de una película para niños y además de los pequeños, por el amor de Dios, no le busquéis tres pies al gato. Sí gana, sí. Pero lo que cuenta es que los ñajos se lo pasen bien, ¿no?
Recomendada para: Los que hayan agotado la cartelera infantil y no quieran llevar a sus hijos a ver Nymphomaniac. Parte 2.
Que huyan de ella: Los que sigan leyendo el artículo.
No pasará una semana sin que se estrene una película francesa en España. 20 AÑOS NO IMPORTAN es una comedia romántica dirigida por un realizador improbable: David Moreau, especializado en cine de terror (Ellos, el remake de The Eye). Alice se está acercando peligrosamente a los 40 años, aunque todavía conserva cierto atractivo (porque parece que, en Francia, una mezcla entre Katherine Heigl y Jennifer Lawrence con los pechos de Kate Upton es solamente mona) y posee una gran ambición que le conduce a obtener grandes logros profesionales. Esto también provoca que su vida privada se encuentre algo descuidada. Cuando está a las puertas de lograr el puesto de jefa de redacción de una revista juvenil, en su camino se cruza Balthazar, de apenas 20 años, cuyo irresistible magnetismo conseguirá poner en jaque su carrera profesional. En esencia se trata de una mezcla entre Lío Embarazoso y Mi Segunda Vez con un toque francés, pero si lo que se busca es una comedia sin pretensiones, puede valer.
Recomendada para: Los que quieran ver una película de Katherine Heigl sin tener que aguantar a Katherine Heigl.
Que huyan de ella: Los que puedan esperar a la siguiente de las 100 películas similares que se estrenarán este año.

Pasamos al cine de autor con la única representante española de la semana, IGNASI M., nueva película de Ventura Pons. Para el que no le conozco, Pons es una especie de Almodóvar catalán con ramalazos culturetas garcianos e intención de convertirse en el Woody Allen gay de la butifarra. En este caso pone su talento al servicio de un documental sobre Ignasi M., reputado museólogo que vive tiempos dramáticos pero tiene la capacidad de explicarlos de forma delirantemente divertida, intentando disfrutar de cada minuto de su vida. Durante los años de bonanza todo le iba viento en popa, pero con la crisis, su empresa quebró y está a punto de perder su casa. Es gay seropositivo, su anciano padre ha intentado suicidarse y está recluido en una residencia, su exmujer está en silla de ruedas y ha descubierto su lesbianismo, y sus dos hijos emigraron muy jóvenes de okupas a Londres, donde han prosperado. Una familia compleja unida por el amor y la creatividad que le hace a uno pensar “coño, pues yo no estoy tan mal” a la par que se da cuenta de que se puede mirar a la desgracia con una sonrisa.
Recomendada para: Los que necesiten un poco de ánimo para salir del bache.
Que huyan de ella: Los que tengan poca tolerancia al esperpento.
Otro veterano del cine de arte y ensayo, aunque también ha hecho sus pinitos con la misma facilidad en el cine de género y hasta en las grandes producciones, es el siempre polémico Roman Polanski. Con LA VENUS DE LAS PIELES, el realizador polaco vuelve a adaptar una obra de teatro como en su anterior filme, Un Dios Salvaje, y además escoge un libreto de David Ives que parece escrito pensando en su perversidad emocional y en su querencia por las películas de pocos personajes encerrados en un espacio limitado y mostrando sus miserias (como explicó hace poco nuestro colaborador Guillermo Triguero). Tras un intenso y penoso día de audiciones, un dramarturgo que está buscando a la actriz que ha de interpretar al papel femenino de la obra 'La virgen de las pieles', de Leopold von Sacher-Masoch, originadora del término masoquismo, se lamenta del mediocre nivel exhibido por las candidatas. En el último momento aparece una última candidata. Ella representa el ejemplo perfecto de todo lo que él desprecia: débil, desesperada, vulgar, complaciente, maleducada. Pero a medida que progresa la audición, la mujer va sufriendo una metamorfosis que le demuestra que entiende mucho mejor el personaje de lo que el director había anticipado. Un juego sexual que se estrenó el año pasado en Cannes y recibió críticas positivas, que aunque no están al nivel de sus grandes clásicos, sí que la sitúan por encima de su anterior adaptación teatral.
Recomendada para: Los que quieran meditar sobre los roles sexuales del hombre y la mujer.
Que huyan de ella: Los que quieran que el cine rompa las barreras escénicas del teatro.

Uno que parecía que iba a ser un autor de renombre y se ha quedado en eficaz artesano es el británico Kenneth Branagh, que ha pasado de ser el mejor adaptador al cine de Shakespeare a estrellarse en sus últimos contactos con el bardo y cobrar cheques por hacer remakes y películas de superhéroes. En esta última línea se sitúa JACK RYAN: OPERACIÓN SOMBRA, nuevo acercamiento al personaje literario de Tom Clancy que ya interpretaron en su día Alec Baldwin (La Caza del Octubre Rojo), Harrison Ford (Juego de Patriotas, Peligro Inminente) y Ben Affleck (Pánico Nuclear). En esta ocasión se reinicia la saga con un Jack Ryan joven y recién ingresado en la CIA, con el rostro de Chris Pine. Es decir, lo mismo que intentaron hacer con la versión Affleck. El nuevo Ryan descubre una trama secreta de los rusos para hacer que la economía de los Estados Unidos colapse mediante un ataque terrorista, y por supuesto tendrá que dejar de ser un simple analista para convertirse en un agente de campo, sin que lo sepa su mujer. Keira Knightley es la esposa, Kevin Costner el mentor y Branagh se reserva el papel de villano con un acento ruso de esos que tanto le gusta poner y que quedan muy de serie B. La cinta ha tenido una recepción crítica aceptable, tibia, poco remarcable, y una taquilla en su país de origen bastante decepcionante, así que no va a dar lugar a ninguna franquicia, como esperaba el estudio.
Recomendada para: Los que quieran retomar a uno de los héroes noventeros por excelencia.
Que huyan de ella: Los que confíen en el propio Clancy, que antes de morir ya declaró su poca satisfacción con lo que estaba viendo de la película.
Pasamos de los iconos de ficción a los iconos del Hollywood clásico. Porque, esté uno a favor o en contra de Walt Disney, pocos pueden discutir su importancia en el Séptimo Arte, y en concreto en el cine comercial y familiar de la época dorada del cine. Con AL ENCUENTRO DE MR. BANKS, la factoría que él levantó le rinde homenaje. Se trata de la historia de cómo Walt (Tom Hanks) logró los derechos del popular libro infantil Mary Poppins, tras dos décadas cortejando y discutiendo con la autora de la obra, P.L. Travers (Emma Thompson). Un choque de enfoques, entre la honestidad artística de una escritora muy concienciada con sus raíces emocionales y la visión amplia y para todos los públicos, licuada y suavizada pero con suficiente ingenio para resultar encantadora, del magnate del cine infantil. Eventualmente todos sabemos cómo acabó la cosa: la autora cedió y Walt convirtió el libro en una de las películas familiares más queridas y exitosas de todos los tiempos, aunque por el camino traicionó el espíritu del libro. En este biopic no, claro, ya que está hecho por los herederos del ‘malo’ de la película, así que en el filme es ella quien descubre ese lado amable que buscaba Walt. Esa ha sido la principal crítica hacia la película desde fuera y sobre todo desde dentro de la industria, y posiblemente el motivo por el cual este filme, que parecía destinado a que la Academia de Cine lo nominase hasta en la sopa, se quedó con una sola candidatura menor. Aunque al público le ha gustado mucho y la crítica la ha valorado de forma muy positiva (más de lo esperado), la gente de Hollywood no vinculada a Disney la ha visto como mero onanismo corporativista. Y hay una cosa que no sienta bien en la Meca del Cine: que otro tengan el ego más crecido que uno mismo.
Recomendada para: Los que busquen cine comercial optimista y de calidad.
Que huyan de ella: Los que tengan atragantado a Walt Disney.

Por último, el estreno de la semana no podía ser otro que LA GRAN ESTAFA AMERICANA, séptima película del antiguamente conocido como enfant terrible del cine indie americano, David O. Russell, hoy completamente aceptado dentro de la industria. Bueno, es la séptima porque la fallida Nailed no cuenta, claro. En los años 70, un timador y su compañera de golpes son obligados a trabajar con el FBI para atrapar a otros timadores y mafiosos de Nueva Jersey. La operación alcanzará incluso a la clase política, en concreto al temperamental asesor político Carmine Polito. Pero la impredecible esposa del timador podría poner toda la misión en peligro. Es la tercera película seguida de Russell que es nominada al Oscar a mejor película, y hasta la fecha la que tiene más papeletas para ganar, hasta el punto de ser una tercera en discordia con 12 Años de Esclavitud y Gravity con opciones reales, no una alternativa sorpresa como podía ser El Lado Bueno de las Cosas. La avalan el Globo de Oro de comedia y sus 10 nominaciones, entre ellas las de todo su reparto (Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, aunque Jeremy Renner se ha quedado en la estacada), que ya ha sido reconocido por su sindicato. Es la segunda vez consecutiva que el realizador cuela a un intérprete de su película en cada una de las categorías actorales, un logro que no sucede a menudo.
Las críticas también han sido muy positivas, así como la reacción del público, pero también es el filme que más ha polarizado a ambos sectores: los hay que ven en ella una obra maestra con múltiples niveles sobre la realidad y la representación, otros ven en ella un artificio vacío y domesticado que solo se sostiene por la labor actoral. Prueba de esta última vertiente es que, tras su ascenso como favorita al Oscar, cada vez surgen más voces en los medios yanquis intentando derribarla de su pedestal y usando la palabra ‘sobrevalorada’. En cualquier caso, sigue siendo solo una minoría que ya estaba presente en sus anteriores dos películas, aunque en este caso es más vocal. La cuestión aquí es que uno no puede saber en qué campo se va a situar hasta que la vea. Hay casos de gente que adoró The Fighter y odió El Lado Bueno de las Cosas, y viceversa.
Recomendada para: Los que adoren el nuevo David O. Russell, más centrado e inmediato aunque más seguro y convencional.
Que huyan de ella: Los que echen de menos al anterior David O. Russell, un hijo de puta insoportable en persona, pero un genio anárquico y divergente.