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Especial OSCARS 2011: Los 15 fiascos del 2010

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José Hernández, 27/02/2011

La carrera hacia los Oscars es como una guerra: hay distintas facciones que luchan entre ellas para imponerse, pero solo una consigue finalmente vencer. Por el camino hay todo tipo de encuentros nobles y estratagemas sucias, aliados y enemigos acérrimos, y también un buen número de bajas. Los que caen lo hacen por muy distintos motivos: porque no eran buenos soldados, porque salieron de la trinchera antes de tiempo, porque se les acabó la munición o se les encasquilló el arma, porque no cubrieron su retaguardia… Y entre las películas pasa lo mismo. Hay muy distintos motivos por los cuales la mitad de las cintas que comienzan el año con potencial de estar presentes en la ceremonia al final fracasan estrepitosamente. Y aquí les vamos a dar su merecido espacio.

Pese al título, no quiere decirse que todas las que han sido incluidas aquí sean malas películas. Algunas sencillamente no fueron del gusto de la Academia por una variedad de razones, desde la inaccesibilidad hasta la falta de promoción, pasando por la memoria de pez. Otras fueron mediocres o directamente aberrantes. Hay de todo en la viña del celuloide. Sus posiciones en la lista están escogidas en función del tamaño de su fracaso en los Oscars, es decir, expectativas vs realidad.
Menciones especiales: Robin Hood, The Tourist, Secretariat, Blue Valentine, Get Low.

15. THE TEMPEST
Ganchos: Julie Taymor, William Shakespeare, un reparto de lujo.
Expectativas: Vale que la Taymor es rarita, pero es una obra mítica del bardo, y cuenta con Helen Mirren al frente, con lo que debería ser un festín visual, un festín interpretativo y quién sabe si, con diez nominadas, una buena oportunidad para que la directora sea al fin reconocida.
Resultados: Si hasta el momento sus películas habían provocado división de opiniones, en esta al fin se pusieron de acuerdo. Desde que se mostró en Venecia, todo el mundo, tanto crítica como público (los pocos que la vieron) dice que es mojón surrealista en donde finalmente se le ha terminado de ir la olla. ¿Serán las secuelas que le ha dejado su horrendo (artísticamente) y catastrófico (financieramente) musical de Spider-Man en Broadway?

14. CAZA A LA ESPÍA
Ganchos: Naomi Watts, Sean Penn, una historia real.
Expectativas: Por fin Doug Liman tiene la oportunidad de hacer una película seria después de sus incursiones en el cine de acción. Y lo hace con un gran reparto y tocando un tema perfecto para atraer las miradas de los académicos: la lucha de una pareja por demostrar que dicen la verdad cuando critican la guerra de Irak.
Resultados: Buenas críticas desde su paso por Cannes, pero no lo suficiente como para que el estudio se lanzase a una campaña importante. Indiferencia en taquilla: ni fue un éxito ni un fracaso. A finales de año, todos la habían olvidado. No es que sea mala, en absoluto, sino que gustó a mucha gente pero no entusiasmó a casi nadie. Si al menos hubiese funcionado entre el público, alguno de los actores habría tenido posibilidades.

13. RABBIT HOLE
Ganchos: Nicole Kidman, John Cameron Mitchell, una dramón familiar.
Expectativas: El retorno a primera fila de Nicole Kidman con un proyecto sensible y emotivo sobre la pérdida, dirigida con tacto y originalidad y regalando papeles magníficos a su reparto para que se luzcan.
Resultados: El retorno a primera fila de Nicole Kidman con un proyecto sensible y emotivo sobre la pérdida, dirigida con tacto y originalidad y regalando papeles magníficos a su reparto para que se luzcan. Pero estrenada mal y tarde, con un estudio que nunca hizo gran cosa porque llegase la cinta a los académicos, de forma que nadie la ha visto y apenas sí consiguió atraer a suficientes votantes para que al menos Nicole arañase otra candidatura para su cuenta.

12. ¿CÓMO SABES SI...?
Ganchos: James L. Brooks, Jack Nicholson, Reese Witherspoon.
Expectativas: Brooks confirmando que cada cosa que toca es nominada al Oscar, porque el tío ha conseguido colar entre los nominados a tres de sus cinco filmes tras las cámaras. El hecho de contar con un gran reparto ya debería de contar algo como mínimo en las categorías actorales.
Resultados: Brooks confirmando que quien tuvo no retuvo, porque hace 14 años que no dirige una película nominada. De hecho, con la debacle artística y comercial de esta comedieta romántica que ni hizo gracia al público ni tuvo inteligencia o chispa para mantener despierta a la crítica, y que encima dura dos horazas largas, su trayectoria con la estatuilla queda bastante deslucida. Ahora está 50/50, y de sus cuatro últimas cintas solo una ha conseguido ser mínimamente visible, cuando menos nominable. Vamos, que su próximo proyecto será recibido con sorna, no con expectativa.

11. SOMEWHERE
Ganchos: Sofia Coppola, la posible resurrección de la carrera de Stephen Dorff.
Expectativas: Una película que continuase con la promesa mostrada en Lost in Translation, ya que volvía a tratar un tema por el estilo, y que demostrase que era la hija talentosa del gran Coppola y no solo flor de un día para la Academia.
Resultados: Una película que no terminó de cuajar para la crítica, que era la que debería haberla aupado hasta el Oscar tras su triunfo en Venecia. No es que la película estuviese mal, pero sus apasionados seguidores no fueron tantos como deberían para conseguir vencer el carácter minimalista de la pieza, mucho más inaccesible para el gran público que su nominada película nipona. Solo hay que ver las anémicas cifras en taquilla, también derivadas del hecho de que la distribuidora nunca puso mucho empeño detrás de ella para hacer que llegase a más gente. El hecho de estrenarla a ultimísima hora, confundida entre cantidad de estrenos parecidos, no la benefició tampoco.

10. AMOR Y OTRAS DRIGAS
Ganchos: Edward Zwick, Jake Gyllenhaal, Anne Hathaway, la enfermedad de Parkinson.
Expectativas: La película que por fin rompería la maldición de Zwick con el Oscar, porque eso de mezclar una enfermedad tan dura con una trama romántica tenía que dar como resultado un caramelito para los votantes. A las malas, nominaciones seguras para el reparto e incluso puede que para el guion.
Resultados: Una típica película de Zwick. Es decir, irregular, inflada, que mezcla géneros sin ton ni son y donde lo que se puede destacar queda ensombrecido por lo que lastra el filme. La crítica se encogió de hombros, el público soltó un bostezo de desinterés, y al final hubo competidores demasiado potentes en ambas categorías como para que los actores, que al menos sí cumplieron con su parte, pudiesen llegar hasta el final.

9. EL AMERICANO
Ganchos: George Clooney, Anton Corbijn, ambiente europeo.
Expectativas: Un thriller con un gran estilo e influencias claras del cine europeo y de los años setenta, que demostrase otra vez que Clooney sabe escoger como nadie los proyectos, que está en una senda claramente ascendente como actor y que confirmase como un gran talento a seguir a Corbijn tras su debut con Control.
Resultados: Exactamente eso, pero demasiado europea, demasiado setentera y con demasiado estilo. A los americanos les gusta que sus thrillers tengan mucha acción y muchos diálogos, y esta película no tenía apenas de nada de eso, centrándose en cosas que suelen enganchar más a la mentalidad de este lado del Atlántico, como el tono, la atmósfera y los silencios expresivos. Así que a la crítica no le importó mucho el filme, y el público pronto se dio cuenta de que no le molaba ese rollo. Lo cierto es que el público de a pie no la ha recibido muy calurosamente, y prueba de ello la tenéis en que fue completamente ignorada por los Premios CINeol (algo que debería haceros reflexionar) por lo que se ha revelado más inaccesible de lo esperado. Normal que la Academia pasase de ella.

8. ANOTHER YEAR
Ganchos: Mike Leigh, Jim Broadbent.
Expectativas: Si otros años ya ha quedado claro que Mike Leigh es un favorito para la Academia y que seguramente se ha quedado en varias ocasiones a un paso de colar sus películas en la terna, con diez nominadas y su usual muestra de talento no debería tener problemas, ¿no?
Resultados: Pese a recibir críticas tan calurosas como de costumbre por medios europeos y americanos, pese a triunfar en festivales, pese a generar un montón de comentarios principalmente dirigidos a alabar a su actriz Lesley Manville, todo fue comenzar los precursores a dar premios y desaparecer del radar. Quizá el estudio no puso suficiente empeño en recordar la existencia del filme, quizá otras películas incluso mejor criticadas le robaron la chispa necesaria, pero el caso es que cuando se anunciaron las nominaciones fue incluso una sorpresa que Leigh consiguiese arañar una nominación a mejor guion, cuando tres meses antes la gente la daba por segura candidata.

7. SHUTTER ISLAND
Ganchos: Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio, Ben Kings… no, él no, mejor el autor del libro, Dennis Lehane.
Expectativas: Una confirmación del talento de todos los involucrados, una muestra de que Marty se desenvuelve bien hasta en el cine de género, un nuevo peldaño en la escalada hacia convertir a Lehane en el nuevo Grisham y una película con un éxito aplastante de crítica y público que la pusiese entre las favoritas al Oscar.
Resultados: Una película cojonuda de género, pero con unos giros de guión y un estilo tan apasionado y subrayado que a mucha gente se le atragantó, sobre todo entre la crítica. Pese a ser un taquillazo, el mayor de la carrera de Marty, la cinta se estrenó demasiado pronto y para el final de año todo el mundo la había olvidado. El hecho de que la crítica le diese más o menos la espalda no la ayudó a resucitar, ya que los precursores la ignoraron, y pese a que el estudio le dio un considerable empujón al principio, pronto abandonaron el barco cuando quedó claro que en la Academia tampoco pensaban demasiado bien de ella.

6. EL ESCRITOR
Ganchos: Roman Polanski, Robert Harris, Ewan McGregor.
Expectativas: Un thriller europeo con estilo, profundidad y el toque perverso y demoledor del maestro Polanski, suficiente para volver por la puerta grande al Kodak Theatre después de ganar su Oscar. Y una oportunidad para Pierce Brosnan de ser nominado por primera vez, o al menos de recibir el perdón por cantar en Mamma Mia!
Resultados: Exactamente eso. Un peliculón le salió al señor P. Así se lo reconocieron por toda Europa, donde ganó el festival de Berlín, se hizo con numerosos premios FIPRESCI, arrasó en los Premios de la Academia Europea… Lo que pasa es que toda la pasión que despertó a este lado del Atlántico no tuvo réplica al otro lado. Tuvo buena acogida de crítica y público, pero sus defensores fervientes fueron mucho menos numerosos, quizás porque el estilo concuerda más con la sensibilidad del viejo continente. El caso es que su estreno tempranero hizo que esta falta de pasión le pasase factura, y nadie se acordó ni siquiera de Olivia Williams, que por justicia debería haber ganado el Oscar este año. Claro que no vamos a culpar a la Academia cuando los usuarios de CINeol tampoco se acordaron de ella, ¿no?

5. THE TOWN. CIUDAD DE LADRONES
Ganchos: Ben Affleck, un reparto de cinco estrellas, una peli de ladrones en Boston.
Expectativas: La confirmación de que Affleck es un tipo a seguir cuando se pone tras la cámara. Un thriller de acción que convenciese a la crítica como su primera película o como Infiltrados, y que convenciese al público hasta el punto de llevar de nuevo al género policíaco a los nominados a mejor película.
Resultados: Exactamente eso. De hecho, la película cumplió tan a rajatabla con lo que se esperaba de ella, incluso excediendo las expectativas en cuanto a taquilla, que hasta el último momento estuvo siendo barajada como posible nominada cuando todas las demás habían caído, e incluso es posible que se quedase en la undécima posición. Lo que pasa es que tampoco se puede poner más alta en la lista, pese a ser la que más cerca se ha quedado de la gloria, porque analizándola fríamente hay películas que sobre el papel deberían haber tenido más oportunidades que una cinta de acción que en general fue recibida por todos con un ‘muy buena’, pero por pocos con un ‘lo mejor del año’. Si se hubiese estrenado antes del verano, de hecho, ni siquiera habría llegado hasta aquí.

4. CONVICTION
Ganchos: Hilary Swank, Sam Rockwell, una historia real.
Expectativas: La película que ocuparía el puesto de The Blind Side este año. Críticas aceptables, pero un perfil comercial que conectaría con el público y con el sector más melindroso de la Academia para colocar al filme como uno de los rivales a batir en la ceremonia. El reconocimiento definitivo para Sam Rockwell. ¿Oscar número tres para la Swank, otra vez robándoselo a la Bening?
Resultados: Cumplió bastante a rajatabla lo que se esperaba de ella respecto al tipo de película que era y su nivel de calidad: aceptable, bueno incluso, pero nada para escribir un mensaje en Internet urgiendo a la gente a gastarse el dinero. Lo que pasa es que la cinta nunca tuvo un estreno comercial de enjundia, y en vez de lanzarse a por el público general potenciando su historia real y lacrimógena y de superación personal, el estudio decidió seguir la ruta del estreno de prestigio en salas selectas. Lo cual, con su nivel de críticas, fue un suicidio. Ni siquiera la Swank consiguió salir indemne de esta mala estrategia comercial, que le puso el sambenito de fracaso cuando ni siquiera había tenido una oportunidad de llegar al gran público, que era el que le podía haber aupado a la terna de nominadas.

3. NUNCA ME ABANDONES
Ganchos: Mark Romanek, Kazuo Ishiguro, el trío protagonista.
Expectativas: Si la novela está considerada como lo mejorcito que se ha escrito este siglo, lo normal es que con un reparto tan apetente y con un director tan personal salga un peliculón que tenga la apariencia de una cinta british de las que tanto gustan a la Academia, pero mucho mayor impacto intelectual y emocional. Vamos, una potencial favorita para la victoria.
Resultados: Una cinta que dejó muy fría a la mayoría de la gente. Hubo un sector minoritario de entusiastas, pero en general la recepción de la crítica fue de distancia emocional e intelectual, justo lo contrario de lo necesario para llegar hasta el Kodak Theatre. El hecho de que luego el público también pasase de ella, cosa normal cuando la crítica no le da claramente el sello de aprobación a una cinta de este estilo, fue la guinda del pastel. Ni siquiera los actores, que sí que fueron alabados unánimemente, consiguieron salvarse de la debacle más que en alguna mención suelta a lo largo de la temporada. Y la cuestión es que la debacle en sí no fue, como ocurre otros años, porque la cinta que parecía que no podía perder fuese un absoluto mojón. Fue porque estaba solamente bien, porque para mucha gente se quedaba a medio gas. Y en los premios de la Academia, ambas cosas suelen tener el mismo resultado.

2. MÁS ALLÁ DE LA VIDA
Ganchos: ¡Clint Eastwood! ¡Peter Morgan! ¡Matt Damon!
Expectativas: Clint = Oscar.
Resultados: Pues va a ser que no. De hecho, si la película en principio no terminaba de despertar confianza era porque se creía que era de terror. Al menos eso dijeron las primeras informaciones sobre el guion. Más adelante, cuando se supo que en realidad era un drama que trataba sobre la muerte, las apuestas por ella se dispararon. Todos dijeron al unísono, “Hala, ya está aquí de nuevo Clint para arramblar en los Oscar con otra de sus cintas clásicas y sensibles”. Eh, no. En cuanto empezaron a pasar la cinta en festivales, quedó claro que esta vez el viejo Clint había fallado. Había críticas entusiastas, sí, pero eran pocas y estaban metidas en un mar de indiferencia o directamente de odio. La película resultó ser un Eastwood menor, con demasiado rollo new age para mucha gente, demasiado irregular para casi todos y demasiado aburrida para el público común. Hasta el estudio pasó de ella, gastándose el dinero mínimo que por contrato exige Clint para cada filme que dirige.

1. CAMINO A LA LIBERTAD
Ganchos: Peter Weir, Ed Harris, Saoirse Ronan, una historia de supervivencia épica.
Expectativas: El esperado regreso del director australiano en una cinta épica de esas que te dejan epatado, de aventuras de esas que te mantienen al filo del asiento, de amistad masculina de esas que te emocionan, de lucha por la supervivencia de esas que te dejan acongojado… Vamos, otra joya del director que se iba a hinchar a nominaciones en apartados actorales, técnicos y de película, siendo una de las favoritas a la victoria.
Resultados: La película era todo eso, pero en light. Se quedaba un poco a medio gas, y aunque gustaba a casi todo el mundo, no había apenas críticos que saltasen vocalmente en su favor poniéndola como joya u obra maestra. Eso hizo que, tras su paso por varios festivales, todavía no tuviese un distribuidor (la cinta se financió de forma independiente) cuando solo quedaban un par de meses de año. Este hecho es muy importante, porque sin nadie está apoyándote dentro de la industria, no están organizando pases para la gente adecuada, ni están haciendo llamadas para que la gente que importa vaya a verla, ni están consiguiendo reclutar a defensores ardientes para que vayan engordando la bola de nieve de “ey, ¿os habéis fijado qué película más cojonuda le ha salido otra vez a Weir? Deberíais votarla, va a estar entre las nominadas seguro”. Y la cosa es que cuando finalmente consiguió un distribuidor, fue una compañía pequeña que ni siquiera tenía presupuesto ni experiencia suficiente para conseguir nada de eso, con lo cual ni la película ha pasado sin pena ni gloria por todos lados.