Érase una academia

Belén ha decidido dar un vuelco a su vida y recurre a una agencia matrimonial. En su primera cita conoce a su hombre ideal, y como no quiere precipitarse, se despiden con un simple beso. Lucía le aconseja que no pierda el tiempo porque que ya no tiene edad y que se acueste con él. El colegio de Juan cierra y se queda en el paro. Nieves le ofrece montar una academia en el segundo B para ayudarle. En realidad se trata de una estrategia para mantener ocupado a Juan y propiciar un acercamiento entre Andrés e Isabel. Lucía, con problemas de dinero desde la discusión con su padre, ha encontrado trabajo vendiendo aspiradores. Carlos, para ayudarle, le compra un coche, y Roberto, que no quiere ser menos, también quiere hacerle un regalo. Como él tampoco tiene dinero, se ofrece a dar clases de conducir a Natalia para conseguirlo. Para ello le coge el coche prestado a Lucía y acaban teniendo un accidente. Diego va a jugar un partido de fútbol con sus amigos del barrio, que no saben que es gay, y le prohíbe a Mauri que vaya a verle. Pero Mauri hace todo lo contrario y se convierte en la estrella del equipo.