Asesinato a las 10

Manolo, ex-marido de Aída, reaparece por sorpresa en el barrio y comienza a colmar de regalos a Jonathan. Aída, que teme perder el amor de su hijo, trata de acercarse a él, pero el plan no acaba de funcionar.
Con negocio propio y tras haber reconducido su vida sentimental, Manolo confiesa a su ex-mujer que ha solicitado la custodia del niño. Cuando el hijo de ambos escucha una discusión en la que su madre habla del sacrificio que le supone mantenerles, Jonathan se enfada y decide marcharse con su padre.
Por otra parte y, después de una apasionada noche con Luisma, Macu, sobrina de Mauricio, se somete a una prueba de embarazo que resulta positiva. Su tío piensa en un primer momento que el test pertenece a Lorena, pero cuando conoce la verdad, pide a su sobrina que le revele la identidad del padre para darle su merecido.