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Manuela Velasco se inspiró en los reporteros de programas como "Madrid Directo" y "España Directo" para contruir su personaje.

Durante el rodaje estaba casi prohibido gritar corten o dejar de actuar. Los directores querían la sensación de actualidad, de improvisación y tenían mandado a los actores que nunca dejaran de interpretar, incluso si sucedían imprevistos, como le pasó a uno que se torció un pie y siguió con la secuencia.

Los directores eligieron a Manuela Velasco porque trabajaba en la tele y bordaba el papel de presentadora.

Tuvo un presupuesto de 1,5 millones de euros.