Rebelión a bordo

Durante el rodaje del film Marlon Brando conocería a una de sus mujeres, Tarita.

Entre los privilegios acordados en su contrato, Marlon Brando podía decidir a qué hora se iniciaba el rodaje diario.

Muchas de las frases de Brando fueron improvisadas por el actor y llegó al punto de colocarse trozos de algodón en los oídos para no oír las réplicas que le lanzaba Trevor Howard.

Carol Reed, que en un principio era el encargado de la dirección de la película, se desligó del proyecto por desavenencias con el productor. No llegó a filmar más de diez minutos de película.

Richard Harris aceptó un papel secundario por tal de poder trabajar con Marlon Brando. Sin embargo, el comportamiento que Brando derrochó durante el rodaje cambió la opinión de Harris y calificó el rodaje de pesadillesco. Tan hastiado terminó que se negó a asistir a la premiere de la película.

En Nueva Escocia se construyó especialmente para el rodaje de esta película una réplica del Bounty. La embarcación se hundió cincuenta años después durante el huracán Sandy. El coste de esta réplica ascendió a 750.00 dólares de la época.

El presupuesto fue de 19 millones de dólares

El equipo de rodaje que viajó a Tahití ascendió a 150 personas. La Metro-Goldwyn-Meyer alquiló 200 habitaciones de hotel para hospedarlos.