Ciudad de Rosario. Dos compinches, ladrones y amigos hasta las últimas consecuencias, entran en la cárcel y deben purgar 30 años de condena. En todo ese tiempo han soñado con volver a encontrar a los amigos de andanzas, a las mujeres que amaron, y a una sociedad como la que ellos conocieron. Guardaron el botín en un muelle y confían en que, con ese dinero esperado tres décadas, reiniciarán una vida de juerga como la de entonces.
El lenguaje Rosarigasino se habla algunas veces en la película. Es una especie de argot creado por los prisioneros de la cárcel de Rosario a principios del siglo XX. Los presos usaban este argot para que los guardias no pudieran entenderlos.