P.D. Te quiero

Hillary Swank tuvo que ser atendida de urgencia cuando fue golpeada con una prenda de ropa en el ojo mientras se rodaba la secuencia del striptease del personaje de Gerard Butler.

Wendy Finerman leyó el libro antes de que se publicase, inmediatamente se hizo con los derechos.

Durante el desarrollo del proyecto la mejor amiga de Wendy Finerman (productora) perdió a su marido, y al igual que en la ficción del libro éste le dejó cartas para leerlas después de morir. Finerman se sintió, de esta manera, más ligada que nunca al libro/película.

Para contar con Richard LaGravenese se esperó a que concluyera el rodaje de Diarios de la calle. Este hecho también unió a Hilary Swank al cast del filme.

Para el papel de Sharon, Richard LaGravenese llamó a su amiga Gina Gershon, a quien conoció a través de Ted Demme, director que murió antes del rodaje del filme y al que LaGravanese veía muchas cosas del personaje de Gerry.

Jeffrey Dean Morgan llegó al cast casi por recomendación de la hija y la esposa de Richard LaGravenese, que siendo grandes admiradoras de la serie Anatomia de Grey, le rogaron al director que viera los episodios en los que salía Morgan.

El personaje de William no aparece en la novela de Cecelia Ahern. No obstante Richard LaGravenese consiguió que la autora aprobara el cambio, resultando muy contenta con la adaptación final de su novela a la gran pantalla.

Al trasladar la novela de Cecelia Ahern a la pantalla, los realizadores movieron el escenario principal de la historia de Irlanda a Mahnattan, aunque para ellos seguía siendo importante rendir homenaje a las raíces del libro y de la autora. “Quise que Irlanda tuviera una gran presencia”, afirma Richard LaGravenese, “de modo que hicimos que el personaje de Gerry fuera irlandés e inventamos que Holly y él se conocieron en Irlanda”.

La autora de la novela de la que se adapta la película es Cecelia Ahern, hija del primer ministro irlandés Bertie Ahern.

Gerard Butler tuvo que aprender a tocar la guitarra. Tres semanas de aprendizaje tuvieron la culpa de que su escena con ella resultara adecuada.