Mongol

Para dar vida a Borte, se eligió a Khulan Chuluun, una actriz no profesional.

Antes de acometer la producción del filme Sergéi Bodrov se reunió con el gran chamán mongol dándole ofrendas y pidiéndole permiso para llevar la vida de Genhis Kan. Éste les comentó que habían hecho lo correcto y les dio su total permiso.

Mongol se rodó en algunos de los parajes más aislados de la Tierra; no era raro que la población más cercana estuviera a doce o incluso a quince horas de distancia en coche por carreteras accidentadas y rudimentarias. El siglo XXI quedaba muy, muy lejos, y los realizadores siguieron adoptando las ancestrales costumbres de los chamanes cada vez que pisaban territorio mongol. En cada localización, visitaban el lugar ceremonial reservado para peticiones y ofrendas.

El rodaje de Mongol duró aproximadamente veinticinco semanas, divididas en dos periodos a lo largo del verano, otoño e invierno.

Tras finalizar el rodaje, Sergéi Bodrov aceptó una invitación para hacer una visita al presidente de Mongolia en la capital del país, Ulan Bator. Durante su estancia, acudió a algunos conciertos de Altan Urag, una banda de folk-rock mongola formada por ocho personas. “Me enamoré inmediatamente de ellos. Tienen una energía asombrosa”, recalca el director. Bodrov pidió al grupo que compusiera música adicional para la banda sonora.