La adolescente Poppy, de 16 años, es una niña malcriada, consentida, egoísta e incorregible que vive lujosamente en Los Ángeles. A pesar de tener tarjetas de crédito sin límite y de estar rodeada de una tropa de aduladores, Poppy no consigue vencer la creciente frustración que le produce su situación familiar. Y está decidida a que todos se den cuenta. Una jugarreta demasiado exagerada colma la paciencia de su padre, que decide mandarla a un internado inglés. Poppy se encuentra en un mundo desconocido, de toque de queda, de severas guardianas y de deporte obligatorio. La princesa estadounidense ha encontrado por fin un rival digno de ella: un internado británico de chicas donde no se aceptan sus modales. Bajo la vigilante mirada de la directora y rodeada de nuevas amigas, Poppy deberá reconocer que sus malos modales no llegarán muy lejos en este nuevo ambiente. Pero el hecho de que vaya a convertirse en una auténtica señorita no significa que esta Wild child no pase la mayoría del tiempo intentando quebrantar el sistema.
Lucy Dahl, escribió el guión basándose en sus propias experiencias en un internado (llegó a prender fuego al colegio) y como madre de dos hijas adolescentes algo gamberras.