Mayor Dundee

La fama de este rodaje es de muy complicado y agitado. Peckinpah no solía renunciar a sus juergas nocturnas, regadas de alcohol, y además, las localizaciones que escogió en México requerían largos viajes en automóvil, con el consiguiente traslado del copioso equipo técnico, atrasando así el plan de rodaje y ciertamente empeorando el clima de trabajo.

Estando en Cuautla, tras un largo día de rodaje en la localización, Peckinpah pidió al grupo de actores que ascendieran un cerro para luego filmar el descenso al trote aprovechando la luz del atardecer. Cuando la toma no convenció al director, hubo un considerable enfrentamiento entre Heston y Peckinpah. A pesar de la rudeza de este desencuentro, repitieron la toma y ésta se dio por buena.

El rodaje excedió en mucho la previsión inicial de costes y tiempo, de forma que los directivos de Columbia estaban muy hartos de Peckinpah y por eso Jerry Bresler no aceptó sus numerosas demandas en cuanto al montaje, parte crucial de la obra.