Los Renegados del Diablo

Quincy Widell.- Sr. Dobson, llegó la hora de hacer lo que Señor llamaría purificación de los ímpios, y lo que mi hermano George, que Dios tenga en su gloria llamaba una paliza al puro estilo de Alabama.
Dobson.- ¿Cree que vamos a morir aquí?
Quincy Widell.- Morir no es una opción. Metáselo bien en su materia gris, trate de retenerlo porque sino acabará con una etiqueta en el dedo y volverá a casa en una bolsa de plástico.

Soy el diablo y estoy aquí para hacer las obras del diablo (Otis).

Crítico de cine.- Discúlpenme, discúlpenme, un pobre hijo de puta con la pelvis giratoria, rotatoria y ridícula murió tres días antes que Groucho y le robó todas las malditas portadas. ¡Ese jodido era Elvis Presley!
Sheriff Quincy Rydell.- ¿Qué es lo que ha dicho sobre el Rey? Si vuelve a decir una palabra más despectiva sobre Elvis Aaron Presley en mi presencia le aseguro que le mataré a patadas en la cabeza.