La Duquesa de Langeais

La novela de Honoré de Balzac ya había sido llevada a la gran pantalla en 1941 por Jacques de Baroncelli. En esta nueva versión el resultado final fue totalmente diferente manteniéndose lo más fiel posible a la historia original.

Quitando algunas escenas (que el autor narró sin diálogos, como la de los sirvientes) que se rellenaron con diálogos sacados de otros libros de Honoré de Balzac de la época en que escribió esta novela, el resto fue adaptado fielmente del texto.

Jacques Rivette intentó durante 30 años leer a Honoré de Balzac, pero no conseguía sacarle disfrute hasta que una noche de insomnio leyó "Une ténébreuse affaire". Esa fue la novela que consiguió abrirle la cerradura de la literatura del autor francés.