Het vertraagde vertrek

Jacq Vogelaar y Frans van de Staak colaboraron en una especie de lucha entre el lenguaje y el cine: sus perspectivas son diferentes e incluso exclusivas. Para Vogelaar, su principal preocupación como novelista es el enojo y la reconstrucción de la expresión como una fijación individual del espacio encarnado, mientras que para Van de Staak, como cineasta, el lenguaje está integrado en la actividad de hacer cine, que va más allá de cualquier fijación lingüística. "Los gestos no intencionados del actor, su manera de moverse o el cambio de posición corporal son tan importantes como el texto que pronuncia; todo eso debe estar al mismo nivel de significado, y al hacerlo se vuelve carente de sentido, porque solo así se disuelve". Ninguna escena [excepto la primera] "existe" de antemano, fijada en un guion, sino que cada escena fue creada y realizada en reacción a la escena anterior, que luego fue proyectada tras su grabación. Como resultado de este "método dominó", el guion se escribió después de la realización de la película, que duró un año.