Guerra y Paz

Para llevar a la pantalla grande la obra maestra de Leo Tolstoy, uno de los clásicos del siglo XX, fueron necesarios diez años de preparación y dos de rodaje.

Es la película que más caballos ha utilizado, concretamente 8.000 y sin que ninguno de ellos (según el director) sufriera el más mínimo daño.

Mezclado por el magnífico plató había 65 médicos disfrazados que cuidaban de que a ninguno de los presentes en pantalla les pasara nada.

La nieve que vemos durante la película es en realidad palomitas de maíz bañadas en yeso blanco. El verano romano no ofrecía el ambiente que King Vidor precisaba.

Henry Fonda se ganó fama de intratable durante el rodaje por su fanatismo con la novela de Tolstoi. De la cual reclamaba respetar al máximo su argumento.