Extraños en un tren

Primera adaptación cinematográfica de una obra de Patricia Highsmith, quien por entonces era una escritora aún desconocida.

Alfred Hitchcock siempre se sintió decepcionado por haberse visto obligado a utilizar a Farley Granger como protagonista, ya que él quería en realidad a William Holden.

En la escena final del tiovivo, el hombre que se arrastra por debajo estaba arriesgando realmente su vida. Alfred Hitchcock lo pasó tan mal que se prometió que nunca más rodaría una escena en que una persona pudiera estar realmente en peligro de muerte.