En Tierra de Santos y pecadores

Aunque Liam Neeson y Ciarán Hinds habían trabajado juntos previamente en Excalibur (1981) y Silencio (2016), nunca antes habían compartido escena en la gran pantalla hasta ahora.

La banda sonora juega con los códigos típicos de un western, mezclados con instrumentos tradicionales irlandeses y combinados con una orquesta sinfónica y un coro para darle ese aire misterioso de los años setenta

Como sonido distintivo principal de toda la banda sonora, los compositores grabaron la armónica en todas sus posibles vertientes. Hay melodías hermosas y memorables, algunos sonidos muy ásperos que te mantienen al borde de tu asiento y también patrones de armónica hipnóticos y rítmicos que complementan el ritmo de la orquesta de una manera muy orgánica. A veces sólo se oye el aire que sopla el arpa sin que suene una nota musical. Es como si un personaje respirara y canturreara durante toda la película. Para este proyecto, los Baldenweg (Diego Baldenweg, Lionel Baldenweg y Nora Baldenweg) colaboraron con su padre, que tiene 77 años y es un portento del arpa de blues.

Los compositores de la banda sonora se inspiraron del compositor y arpista del siglo XVII, Turlough O’Carolan, por su enfoque directo y nostálgico, y de The Chieftains por su sonido de banda y el uso de múltiples instrumentos tocando juntos la misma sinfonía en armonía, como la mandolina, la guitarra, el bajo o el violín