En el Punto de Mira

El productor Neal H. Moritz recurrió a Travis, ya que le consideraba con experiencia en la tematica, su primer largometraje como director, Omagh, narraba el atentado con bomba perpetrado en 1998 en Irlanda del Norte

Los productores utilizaron prácticamente todas las herramientas disponibles para diferenciar las historias, como el uso de distintas lentes, distintas exposiciones, distintos tipos de iluminación, o distintos planos, mediante cámaras de mano, cámaras fijas o grúas, para intentar que cada una de las historias pareciese individual, y mantener el interés del público en los giros y vueltas del guión.

Para Dennis Quaid. la película es como un rompecabezas, y si se quita una pieza, no se puede ver la imagen completa. Las historias se acoplan unas a otras y sólo viendolas todas se puede entender lo que pasó.

Para hacer la persecución más real, Travis y Razatos vieron sus persecuciones favoritas del cine buscando inspiración, y después planearon la suya hasta el mínimo detalle.

A Moritz le entusiasmaba la idea de hacer la película como un homenaje a una de sus favoritas. ("Rashomon es un clásico de cuatro estrellas y, aunque esa película juega en una liga propia, es apasionante explorar algunos temas comunes"), Afirma.

Matthew Fox le gustó la oportunidad de trabajar estrechamente con Dennis Quaid. Que considera uno de esos heroes americanos a la antigua usanza.

Whitaker disfrutó de la oportunidad de participar en una película de acción, para él su personaje Howard Lewis es un hombre totalmente corriente, el tipo al que nunca escogieron para el equipo de fútbol y que se muere de ganas por ser el héroe, y esta es su oportunidad.

Para preparar su papel William Hurt tuvo la oportunidad extraordinaria de entrevistar a Bill Clinton

Sigourney Weaver pasó una temporada en la sala de noticias de una importante cadena de televisión, a fin de entender la reacción de los periodistas ante noticias de gran repercusión.

Los productores encontraron la localización perfecta en Salamanca, se quedaron en seguida prendados de la Plaza Mayor de la ciudad, es grande y elocuente, la ubicación ideal para una cumbre mundial, y nunca antes había salido en una gran película. Era perfecta, por eso construyeron una replica en Cuernavaca, Méjico DF (en Méjico), añadiendole algunos planos adicionales rodados en España.

El desafío para la diseñadora de producción Brigitte Broch fue inmediato: reconstruir una réplica exacta de la Plaza Mayor en Ciudad de México, y hacerlo de forma que los productores pudieran hacerla volar por los aires. Eliminada la opción de contar con la verdadera Plaza Mayor porque no daba a los productores la flexibilidad que necesitaban para montar una producción de esta magnitud.

Eduardo Noriega fue una apuesta personal del director Pete Travis, pero apunto estuvo de caerse del cast cuando la producción cambió de británica a americana. El nuevo dinero pedía caras conocidas y Noriega tuvo suerte de que las consiguieron quedando un hueco para él.

Eduardo Noriega pasó una temporada entrenándose con ex militares en el manejo de las armas de cara a fortalecer su personaje.