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El Gurú del Buen Rollo
Mezclando y emparejando toques satíricos de diversos géneros cinematográficos (desde los dramas deportivos hasta las comedias románticas), Myers y Gordy llegaron incluso a escribir para el guión una ambiciosa escena de baile a gran escala, al estilo de Bollywood.
Con el guión terminado, Myers comenzó a buscar un director que fuera capaz de captar su visión del mundo del gurú y ponerla en marcha con toda la delirante energía que precisaba. Decidió probar con un joven director, Marco Schnabel, quien ya había sido el brillante ayudante de Jay Roach en las películas de “Austin Powers”.
Jessica Alba, sorprendió a Myers con su vis cómica, que aún no había sido mostrada en la pantalla.
Supuso un desafío para Alba, introducirse en el hockey, un juego del que admite que no tenía ni idea antes de integrarse en el reparto. “Hice un curso acelerado e intensivo de hockey para esta película”, dice riéndose.
Al ser un gran fan del hockey, a Mike Myers le encantó la idea de introducir su deporte favorito en la historia del gurú Pitka.
Cogiendo el toro por los cuernos, Ellis metió a Romany Malco por vez primera en una pista de hockey. Malco, que es del sur, ni siquiera había visto nunca un partido de hockey, y no digamos jugar en uno. Pero con un entrenamiento de varias horas diarias durante algunos meses, empezó a brillar.
Igual que había hecho con Austin Powers, Mike Myers quería crear un universo visual con un diseño imaginativo y muy detallado para el gurú Pitka y su cómica cohorte. Buscando inspiración, él y el director Schnabel se fijaron ante todo en la India, no sólo en su rica tradición espiritual, sino también en su impresionante exuberancia, sus brillantes colores, y los momentos en que todo el mundo se pone de repente a bailar, típicos del fenómeno de las películas de Bollywood.
Partiendo de esa base, el director artístico de “El gurú del buen rollo”, Charles Wood (”The italian job”), elaboró toda una gama de estilos de fusión, uniendo Oriente y Occidente en unos escenarios que iban desde las sudorosas pistas de hockey hasta la santidad del templo de Tugginmypuddha. “Necesitábamos un director artístico que pudiera casar esos estilos tan diferentes y aportar también la suntuosidad de una producción de Bollywood, y Charles realizó un excelente trabajo”, dice el productor De Luca.
Los más de 80 decorados de la película estaban a menudo abarrotados, no sólo de comediantes y risas, sino también de avestruces, elefantes, y juguetitos de alta tecnología.
Aparte de los suntuosos interludios musicales, algunos de los días de rodaje más emocionantes fueron aquellos en los que participaban los elefantes, sobre todo en la escena culminante en la que interpretan un importante e hilarante papel. “Todo el mérito es de Marco Schnabel, que fue quien lo ideó”, dice Myers. “Elaboramos una fantástica mezcla de animales de verdad y artefactos mecánicos que crearon efectos asombrosos”.