Crimen Ferpecto

Tú te mueres si te ven conmigo, y yo me muero porque me vean contigo (Lurdes).

Rafael- ¿Cómo te llamabas tú, perdona?
Lourdes- Lourdes, nos conocemos desde hace 10 años.

Antes estaba el Sr. Emilio. Le recuerdo como un Dios inmortal, caminando entre nosotros sabiendo que su sangre era diferente a la nuestra... y así fue, murió de leucemia estas navidades (Rafael).

Ahí estaba, delante de mi, paseando entre la ropa de señora como un cervatillo entre la maleza. Este tipo de señoras son escasas en este clima. Solo ha venido a pasar la tarde, su manera de llevar el bolso, ¡bien!, lo está moviendo. Se ha prometido a si misma no comprar nada, solo mirar, pero en el fondo de su alma está deseando comprar, comprar cualquier cosa, comprar hasta olvidar sus penas y la angustia que le come por dentro porque pesa 10 kilos de más y ya no la mira nadie. Está sola... (Rafael).

Rafa- ¡Eres fea! Lourdes. Eres... MUY fea. ¡Tú no tienes la culpa! ¡¡Pero yo tampoco!! Es este mundo en el que vivimos el que me hace odiarte. La gente, las revistas, la televisión. ¿Cuándo has visto a alguien como tú presentando un concurso de la tele? ¿Cuándo has visto una fea montada en un Ferrari? O besando a un ciclista, ¿cuándo?
Lourdes- No piensas lo que dices.
Rafa- ¿Qué no lo pienso? Lo pensamos todos, ¡amor! El mundo entero. Hemos sido educados así. Nos guste o no.