Confesiones de Una Mente Peligrosa

Me llamo Charles Hirsch Barris. He escrito canciones pop; he sido productor de televisión. Soy responsable de contaminar las ondas con entretenimiento atrofiador y pueril. Además, he asesinado a treinta y tres seres humanos.

Chuck: No me va lo de matar a gente, mi futuro es la televisión
Jim Byrd: Tienes 32 años y no has conseguido nada. Jesucristo murió y resucitó a los 33, deberías ir espabilando.

Soltera: Soltero número 3, ¿cómo sabrías si una chica ha salido con otros chicos y qué le preguntarías?
Soltero número 3: Bueno, le preguntaría que le gusta hacer y si no lo supiera, deducíria que no se lo ha preguntado otro antes.

Presentador: Chicas, decidme cuál es el sitio más extraño en el que os han entrado ganas de darle una alegría la cuerpo. El sitio más extraño, Olga
Olga: Bueno pues... ¿en el culo?
Presentador: Yo no me refería a eso.

Se acabó el matar personas, ahora sólo quiero entrenerlas (Chuck Barris)

Hace poco tuve una idea para un concurso: "el juego de los viejos". Llevas al estudio a tres hombres mayores armados con pistolas, repasan lo que han hecho en la vida, lo que han sido, las cosas que han logrado y lo cerca que han estado de cumplir sus sueños. El ganador es quien no se vuela la tapa de los sesos. Y el premio, una nevera (Chuck Barris)

El cómico anónimo: ¿En qué se diferencia el papel higiénico de una cortina de ducha?
Chuck: No sé, ¿en qué?
El cómico anónimo: Con qué fuiste tú, eh!