Eric Bishop, un cartero de Manchester fanático del fútbol, atraviesa una dura crisis vital. Delante de sus narices, sus dos hijos hacen trapicheos de todo tipo, su hija le reprocha que no sepa estar a la altura y en general su vida sentimental es desastrosa. Ni siquiera el buen ambiente que vive en el trabajo consigue levantarle el ánimo. Pero un día, mientras se solaza con un porro preguntándole dudas vitales al poster de su ídolo, el ex-futbolista del Manchester United, Eric Cantona, éste se le aparece y comienza a darle consejos para encauzar otra vez su vida.
Fue el propio Eric Cantona quien quiso ponerse en contacto con Ken Loach para desarrollar una película en la que él tuviera cabida. Aunque al principio extrañó Loach en seguida vio interesante adentrarse en un terreno poco explorado fílmicamente.