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Zinemaldia 2019 (V). Con nombre de mujer

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Carlos Fernández, 25/09/2019

Cualquiera que mire el festival y nos vea caminando de un lado para otro con nuestras acreditaciones al cuello no encontrará mucha diferencia con lo que podría verse en una película centrada en un futuro distópico. La separación por colores que otorgan más o menos privilegios nos convierte el Zinemaldia en una especie de Gilead (El cuento de la criada) aunque no parece que vaya a haber, viendo las caras de cansancio que se pasean entre los acreditados, una revolución.
Donde si estamos viendo una revolución, o al menos parece el inicio de una, es en el aumento del número de películas dirigidas por mujeres seleccionadas tanto en Sección Oficial como en secciones paralelas, lo que nos permite asistir a visiones diferentes y discursos nuevos a los que ya estábamos acostumbrados.
La madre del cordero.
Un claro ejemplo de estas nuevas visiones es la película THE OTHER LAMB dirigida por la polaca Malgorzata Szumowska.
En un año en que Ari Aster ha puesto de moda entre el mundo cinéfilo las sectas con Midsommar, tenemos en esta historia un acercamiento muy diferente a un mundo que nos crea mucha fascinación.

La película nos introduce en una religión alternativa formada por un “rebaño” de mujeres que viven en un recinto en el campo, dirigidas por un hombre conocido como el Pastor. Las mujeres se dividen en esposas (encargadas de la procreación) e hijas (niñas y adolescentes que no han alcanzado la edad fértil). Selah, de unos quince años, pertenece al segundo y es la seguidora más devota del pastor, pero comienza a establecer un vínculo con Sarah, una esposa marginada que se muestra cada vez más escéptica respecto a las enseñanzas del Pastor. Con este punto de partida la directora elabora una receta de cocción lenta en la que el fuego latente en el interior de Selah, las injusticias, malos tratos y vejaciones a los que se verá sometida por parte del pastor le llevará a dudar de su fe y a revelarse. Raffey Cassidy es la encargada de dar vida a Selah un personaje hipnótico que nos atrapa con su mirada y nos hace partícipes de su revolución. Un trabajo más que notable que la coloca en las quinielas para alzarse con un premio de interpretación.

En esa lucha por la liberación El Rebaño puede funcionar claramente como metáfora del papel al que generalmente ha sido relegada la mujer en nuestra sociedad. El despertarse y querer por fin recuperar la libertad e igualdad, que por derecho les pertenece, habla directamente con la situación actual y los movimientos feministas que vivimos hoy en día.
A nivel visual es sin duda la película más atractiva de las que hemos visto en SO y esa búsqueda del encuadre perfecto y la estilización del plano ha jugado en su contra en muchas de las críticas recibidas que hablan de un gran ejercicio estético pero vacío de contenido. Yo no comparto ninguna de esos comentarios ya que todos esos recursos me introducen todavía más en la historia y la hace más atractiva.
En todas las ediciones del Festival de San Sebastián a las que he asistido siempre ha habido una película con la que me he quedado en minoría defendiéndola y a día de hoy parece que este año será The other lamb; un excelente ejercicio de estilo para una hipnótica película que va de menos a más para terminar pronunciando un discurso que no deja indiferente y hará removerse en sus butacas a esos defensores de la masculinidad tóxica, que haberlos (como las meigas) haylos.
Que alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor.
Aún a riesgo de meterme en camisa de once varas si hablamos de sectas la que tiene más seguidores seguramente sea la iglesia católica sede principal de la religión cristiana. Aunque pensándolo bien cualquier religión, llevada al extremo, se convierte en una especie de secta.

La directora noruega, Jorunn Myklebust Syversen ubica la historia de DISCO , su segunda película (que compite en la sección New Directors), en una de esas religiones. Mirjam, de 19 años, es el orgullo de una moderna iglesia evangélica y campeona mundial de baile-disco en estilo libre. Sin embargo, cuando en el campeonato mundial en el que defiende su título, se desploma sobre el escenario ella empezará a tener dudas de su fe y recurrirá a una iglesia más estricta y conservadora.
Como suele ser habitual en los trabajos presentados en New Directors la película tiene muchos puntos destacables; la elección de una fotografía luminosa, colorida y cálida que choca con la frialdad y lo oscuro del relato que se nos cuenta, el trabajo de Josefine Frida Pettersen cargándose sobre la espalda todo el peso de la película con un resultado notable y el magnífico retrato de las dudas y pérdida de fe en la protagonista que derivan en unos 15 últimos minutos angustiosos e incómodos. Pero por en la parte negativa la película, en su primera parte, se vuelve farragosa y carente de ritmo al centrase en largos planos de los discursos del predicador de la iglesia. Si bien es cierto que con estos momentos la directora nos quita las ganas de querer pertenecer a ninguna de estas iglesias repercute negativamente en el ritmo de la historia y puede llegar a desconectar a espectadores de su visionado.
A pesar de esos momentos estamos ante una película interesante y que nos marca el (casi) inicio de dos carreras (su directora y su actriz principal) a tener en cuenta en un futuro.
Whiplash (de saldo) con violines
Ina Weisse ha presentado a concurso en Sección Oficial su segunda película, once años después de su debut tras las cámaras. En THE AUDITION Nina Hoss interperta a Anna Bronsky una profesora de violín en un instituto de música que, a pesar de la oposición del resto de profesores, consigue la admisión de un chico en el que detecta un notable talento. A partir de entonces trabajará con él con gran dedicación lo que le llevará a separarse de su familia.

La película tiene todos y cada uno de los tics del cine de autor europeo (y en este caso no lo digo como un cumplido) lo que podría haber sido un acercamiento en profundidad a la psique de una persona obsesionada con la perfección, el miedo al fracaso y los traumas que le provocan ciertos errores del pasado se queda en la superficie logrando un resultado plano, carente de emoción ni interés. Si bien la película nunca llega a caer en el tedio tampoco consigue alzar el vuelo ni mostrarnos algo que nos suene a no visto.
Con todo esto la película podría quedarse ahí, no pasaría a la historia pero no resultaría un desastre absoluto como el que se convierte al final al buscar impresionar al espectador. En esta historia de obsesión entre una profesora y su alumno a más de uno se le vendría el nombre de Michael Haneke a la mente y después de estar invocándolo durante toda la película al final acaba apareciendo cuando menos falta hacía. Lo que pretende ser un momento impactante, que dejase al espectador tocado en su butaca, acaba resultando una comedia involuntaria al aparecer sin venir a cuento y totalmente fuera de lugar.
Nina Hoss vuelve a bordar un personaje perturbado, por el que no es de extrañar que esté en las quinielas para el premio a Mejor actriz. Aunque por el bien de su salud mental alguien debería empezar a ofrecerle alguna comedia o algún papel ligero.

En el siguiente artículo volveremos a hablar de dos óperas primas dirigidas por mujeres españolas y que han recibido el aplauso del respetable (una más que otra), La inocencia y La hija de un ladrón. Hasta entonces nos vemos en los cines.
Twitter Carlos Fernández