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Sitges 2008: Arranca el festival con alto contenido nostálgico

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Devil Akuma, 03/10/2008

Con el típico caos del primer día e incluso algunas vallas por poner y carteles por colgar, por fin arrancó la 41ª edición del Festival Internacional de Cine de Sitges cargada de un alto contenido nostálgico. Y es que entre el 40 aniversario de 2001: Una odisea del espacio, los 75 años de King Kong, el 40 aniversario de La Noche de los Muertos Vivientes (con la presencia de todos los protas incluída) y pases como el de Terminator 2: El Juicio Final para homenajear al difunto Stan Winston, han hecho que incluso las grandes apuestas de este año hayan quedado un poco eclipsadas.
Para dar el pistoletazo de salida nada mejor que uno de los supuestos platos fuertes de este año en lo que se refiere a cine europeo: Transsiberian, de Brad Anderson. Lejos del (supuesto en mi opinión) terror de Session 9, y la genial locura de El Maquinista, en esta ocasión el director estadounidense nos ofrece una historia bastante plana de la típica forma de pasar droga a través de las maletas de algún inocente pasajero. Cierto que aquí los personajes están muchísimo más trabajados (Ole por Eduardo Noriega) y que pese a la gran distancia entre sus dos anteriores películas, Brad conserva ese gusto por los espacios claustrofóbicos y atmosferas llenas de tensión. Correctísima película de la que, por las caras de los espectadores, se espera un pelín más.

A la rueda de prensa acudieron Brad Anderson, Woody Harrelson vestido con una camia chillona y chanclas y un Eduardo Noriega con una poblada barba. Woody aprovechaba prácticamente cada pregunta para hacer bromas y estaba encantado con España en general. También dijo que estaba impaciente por empezar su nuevo proyecto junto con Oliver Stone, al que muchos tachan de un director muy duro, pero que sin embargo a él no se lo parece. Brad también nos habló de su próximo proyecto: Un musical llamado Non-stop to Brazil y que estará ambientado en los 60. Aseguró que después del genial grupo de trabajo que ha conseguido con El maquinista y con ésta última película, quiere volver a trabajar con un equipo con mayoría de presencia española. También nos desveló que justo al acabar la universidad cogió el tren transiberiano desde Pekín hasta Moscú y en ese momentó decidió que debía rodar una película con sus experiencias. Curiosamente Eduardo parecía el más maduro de todos en aquella sala. Midiendo las respuestas en cada momento nos habló de la dificultad que tiene dar vida a un personaje en una lengua que no es la tuya (recordad que está grabada originalmente en inglés) pero que es un privilegio.
Acto seguido se estrenó Reflejos de Alexandre Aja, uno de los directores que siempre ha gustado en Sitges con sus anteriores Alta tensión y Las colinas tienen ojos. Sin embargo en esta ocasión la gente no salió tan contenta... Tímidos aplausos tras el visionado y malas críticas en general. Lamentablemente no he visto la versión original surcoreana (No como nuestro compañero Sergio Roma que ha hecho una excelente crítica del film) pero en general no ha gustado ver a Kiefer Sutherland (Haciendo de Jack Bauer) tratando de resolver en esta ocasión un lío con espíritus y maldiciones. De todos modos os puedo asegurar que no fui el único de la sala que se pegó un buen par de sustos :) . Ha destacar la banda sonora de Javier Navarrete, una delicia para los maniáticos como yo que nos fijamos especialmente en estos detalles.