Santos Trinidad triunfa en unos Goya muy repartidos

La gran noche del cine español, la entrega de los PREMIOS GOYA, ha finalizado. Los máximos galardones del Séptimo Arte patrio cumplían hoy 27 años con una gala celebrada en el Palacio de Congresos de Madrid y presentada por primera vez por Eva Hache, quien tenía un solo objetivo: intentar reducir la tasa de suicidios por aburrimiento entre los espectadores. Fracasó en el intento porque volvió a ser tediosa, pero hay que reconocer que tampoco fue un desastre, al menos comparado con otos años. Solo fue una gala más, con un escenario muy vistoso y alguna cara que todos deseábamos ver, como la de una Silvia Abascal muy recuperada de la hemorragia cerebral que sufrió en abril.
Sin embargo, no se puede decir que la primera prueba de fuego de Enrique González Macho como presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España fuese exitosa. Su discurso rancio y anquilosado demuestra a las claras que su elección ha sido un paso atrás en la evolución del cine español hacia la adaptación a los tiempos que corren, como demuestran estas palabras: "Internet no es una alternativa ni un sustituto, ni tan si quiera un complemento al enorme esfuerzo económico que supone producir cine". Una frase que demuestra a ciencia cierta que busca perpetuar un modelo de negocio insuficiente y jurásico que está haciendo más daño al cine que cualquier intento de abrirlo a las nuevas tecnologías, más o menos como ocurrió con los que se resistían a exhibir sus películas en televisión o los que abominaban del formato de vídeo doméstico como si fuesen enemigos declarados del celuloide. Eso sí, indicó que el cine español quiere estar "cada día más próximo" a la sociedad. No vendría mal una cierta dosis de realidad para conseguirlo, como la que sí parece tener al analizar los resultados de taquilla de este último año: "Es verdad que el año pasado nuestra cuota de mercado fue algo mejor que en el año anterior, pero deberíamos decir que fue algo menos mala porque es totalmente insuficiente y hemos de esforzarnos para alcanzar la cuota que nuestra cinematografía merece".
En cualquier caso, los detalles de la gala os los ofrecerá mañana en más detalle Inés, junto con una completa galería de fotos de los premiados y la alfombra roja. Lo que a nosotros nos importa ahora, los ganadores de este año, son los siguientes:
Mejor pelí­cula
No Habrá Paz Para los Malvados
Mejor dirección
Enrique Urbizu por No Habrá Paz Para los Malvados
Mejor actor
José Coronado por No Habrá Paz Para los Malvados
Mejor actriz
Elena Anaya por La Piel que Habito
Mejor actor de reparto
Lluís Homar por Eva
Mejor actriz de reparto
Ana Wagener por La Voz Dormida
Mejor dirección novel
Kike Maíllo por Eva
Mejor actor revelación
Jan Cornet por La Piel que Habito
Mejor actriz revelación
María León por La Voz Dormida
Mejor guión original
Michel Gaztambide y Enrique Urbizu por No Habrá Paz Para los Malvados
Mejor guión adaptado
Ignacio Ferreras y Paco Roca por Arrugas
Mejor película iberoamericana
Un Cuento Chino (Argentina)
Mejor pelí­cula europea
The Artist (Francia)
Mejor pelí­cula de animación
Arrugas
Mejor pelí­cula documental
Escuchando al Juez Garzón
Mejor fotografí­a
Juan Ruiz Anchía por Blackthorn. Sin Destino

Mejor música
Alberto Iglesias por La Piel que Habito
Mejor canción
Carmen Agredano por La Voz Dormida ('Nana de la hierbabuena')
Mejor montaje
No Habrá Paz Para los Malvados
Mejor dirección artí­stica
Blackthorn. Sin Destino
Mejor dirección de producción
Blackthorn. Sin Destino
Mejor diseño de vestuario
Blackthorn. Sin Destino
Mejor maquillaje y peluquerí­a
La Piel que Habito
Mejor sonido
No Habrá Paz Para los Malvados
Mejores efectos especiales
Eva
Mejor cortometraje de ficción
El Barco Pirata
Mejor cortometraje de animación
Birdboy
Mejor cortometraje documental
Regreso a Viridiana
Goya de honor
Josefina Molina
La concentración de premios alrededor de unos pocos títulos continuó siendo la tónica, pero por otro lado era predecible ya que eran las cinco películas que habían acaparado casi todas las nominaciones. No hubo grandes sorpresas, y No Habrá Paz Para los Malvados fue la gran triunfadora de la noche, acumulando seis Goyas en una de las ediciones más repartidas de estos premios, donde la ganadora no suele bajar de ocho galardones porque les gusta dárselo todo a la misma. No ha sido el caso este año: La Piel que Habito se queda con unos muy dignos cuatro premios, los mismos que Blackthorn y uno más que Eva y La Voz Dormida. La mayor sorpresa la dio Arrugas, que aparte del cantadísimo Goya a mejor película de animación le arrebató a Almodóvar el de guion adaptado. Por lo demás, los premios fueron más o menos a los favoritos, con alguna excepción puntual, pero que tampoco fue una sorpresa mayúscula (por ejemplo, cualquier cinéfilo avezado intuía que José Mota tenía pocas posibilidades por su faceta de showman televisivo, un 'intruso' en el cine, por lo que el premio de actor revelación parecía estar entre el eventual ganador y Adrián Lastra).
Y para despedir la noticia, nada mejor que recurrir a las palabras de Isabel Coixet al recibir, intruso escénico incluido, su Goya al mejor documental. La directora se refirió al proceso abierto contra el juez Garzón y a las trabas puestas por la justicia española para investigar los crímenes del franquismo de esta forma: "Hubiera preferido que efectivamente no hubiera paz para los malvados, pero parece que para algunos sí la hay".