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'Magical Girl', 'Felices 140' o 'Loreak' competirán por el Óscar
José Hernández, 08/09/2015
Los actores Adriana Ugarte y Jesús Castro han anunciado esta mañana las cintas preseleccionadas por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España para representar a nuestro país en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa de la 88 edición de los Óscar.

FOTO: © Enrique F. Aparicio
Las tres elegidas en esta primera ronda son Felices 140, de Gracia Querejeta; Loreak (Flores), de Jose Mari Goenaga y Jon Garaño; y Magical Girl, de Carlos Vermut. Nuestra representante de entre estas tres la conoceremos el próximo 29 de septiembre.
La que parte con más opciones según las malas lenguas es Felices 140. Mezcla de drama de personajes con aire teatral y comedia de humor negro con mucha bilis social, la cinta ha sido comparada con las obras de Patricia Highsmith, lo que quiere decir que es fácilmente vendible para un público estadounidense. Ha recibido buenas críticas, aunque no ha recibido la aclamación total debido a ciertas decisiones de guion artificiosas que a algunos no les han acabado de entrar. En taquilla pasó sin pena ni gloria y tampoco ha tenido un recorrido de festivales reseñable, pero cuenta con la presencia (y el recital) de actores familiares para los yanquis, como Maribel Verdú.
Sus opciones reales, en una categoría donde prima lo sensiblero en un extremo y lo autoral en el otro, son bastante cuestionables. Aunque ha despertado más pasiones que otra elegida para representarnos de la misma directora, 15 Años y un Día, su escaso impacto en cualquier esfera (menos del que se le esperaba) evidencia que no es una película que vaya a quedar en la memoria de quienes tienen que verse 70 cintas para poder votar.
Por su parte, Loreak (Flores) cuenta con una recepción entusiasta en el Festival de San Sebastián que se tradujo en premios y nominaciones. Es una película de la que siempre se espera poco porque es muy pequeña y local (como atestigua su ínfima presencia en salas comerciales), pero sigue apareciendo en todas las citas importantes del año, lo que da cuenta de su impacto emocional. De hecho, de las tres candidatas, es la única que se puede considerar que juega con el corazón del espectador en un sentido clásico.
Esa sería su principal baza para atraer a la Academia americana en caso de pasar esta primera criba, cosa muy poco probable. Su presencia en esta terna parece que es efecto de una minoría muy vocal en su favor (como ocurrió en los Goya), o bien una forma 'política' de apoyar las cinematografías alternativas de regiones distintas a los dos centros neurálgicos que tenemos en España (Madrid y Barcelona).
La otra alternativa, y una con bastantes posibilidades, es Magical Girl. En términos de crítica 'sesuda', es sin duda la película española más importante de los últimos 12 meses. Desde que se proyectó en Zinemaldía todo lo que le han caído son halagos y premios, alabanzas como si de la resurrección del cine español de autor se tratase, ríos de tinta dedicados a ensalzar su estética y su narrativa, poniendo a Carlos Vermut como el nuevo niño mimado del sector 'Dirigido Por' patrio. Además, de las tres películas es la única que ha tenido algún impacto fuera de nuestras fronteras: en Europa también se han desecho en piropos hacia ella e incluso en Francia ha recaudado más que en España (de hecho, aquí ha sido un fracaso en taquilla).
En cuanto a sus posibilidades en EE UU, es la apuesta arriesgada por su carácter frío y autoral, pero es la única que podría funcionar de cara a la nominación. Siempre hay un cupo de candidatas, tanto en la primera criba como entre las finalistas, que se alejan del molde "buenos sentimientos / niños / Segunda Guerra Mundial / todo lo anterior" que se suele asociar a la categoría, optando por cineastas más arriesgados como Michael Haneke o Giorgos Lanthimos. Por ahí podría entrarles la cinta de Vermut. Credenciales tiene para pensar que puede hacer mella, pero claro, es un tiro al aire de dudosa efectividad que la Academia no suele disparar.

FOTO: © Enrique F. Aparicio
Las tres elegidas en esta primera ronda son Felices 140, de Gracia Querejeta; Loreak (Flores), de Jose Mari Goenaga y Jon Garaño; y Magical Girl, de Carlos Vermut. Nuestra representante de entre estas tres la conoceremos el próximo 29 de septiembre.
La que parte con más opciones según las malas lenguas es Felices 140. Mezcla de drama de personajes con aire teatral y comedia de humor negro con mucha bilis social, la cinta ha sido comparada con las obras de Patricia Highsmith, lo que quiere decir que es fácilmente vendible para un público estadounidense. Ha recibido buenas críticas, aunque no ha recibido la aclamación total debido a ciertas decisiones de guion artificiosas que a algunos no les han acabado de entrar. En taquilla pasó sin pena ni gloria y tampoco ha tenido un recorrido de festivales reseñable, pero cuenta con la presencia (y el recital) de actores familiares para los yanquis, como Maribel Verdú.
Sus opciones reales, en una categoría donde prima lo sensiblero en un extremo y lo autoral en el otro, son bastante cuestionables. Aunque ha despertado más pasiones que otra elegida para representarnos de la misma directora, 15 Años y un Día, su escaso impacto en cualquier esfera (menos del que se le esperaba) evidencia que no es una película que vaya a quedar en la memoria de quienes tienen que verse 70 cintas para poder votar.
Por su parte, Loreak (Flores) cuenta con una recepción entusiasta en el Festival de San Sebastián que se tradujo en premios y nominaciones. Es una película de la que siempre se espera poco porque es muy pequeña y local (como atestigua su ínfima presencia en salas comerciales), pero sigue apareciendo en todas las citas importantes del año, lo que da cuenta de su impacto emocional. De hecho, de las tres candidatas, es la única que se puede considerar que juega con el corazón del espectador en un sentido clásico.
Esa sería su principal baza para atraer a la Academia americana en caso de pasar esta primera criba, cosa muy poco probable. Su presencia en esta terna parece que es efecto de una minoría muy vocal en su favor (como ocurrió en los Goya), o bien una forma 'política' de apoyar las cinematografías alternativas de regiones distintas a los dos centros neurálgicos que tenemos en España (Madrid y Barcelona).
La otra alternativa, y una con bastantes posibilidades, es Magical Girl. En términos de crítica 'sesuda', es sin duda la película española más importante de los últimos 12 meses. Desde que se proyectó en Zinemaldía todo lo que le han caído son halagos y premios, alabanzas como si de la resurrección del cine español de autor se tratase, ríos de tinta dedicados a ensalzar su estética y su narrativa, poniendo a Carlos Vermut como el nuevo niño mimado del sector 'Dirigido Por' patrio. Además, de las tres películas es la única que ha tenido algún impacto fuera de nuestras fronteras: en Europa también se han desecho en piropos hacia ella e incluso en Francia ha recaudado más que en España (de hecho, aquí ha sido un fracaso en taquilla).
En cuanto a sus posibilidades en EE UU, es la apuesta arriesgada por su carácter frío y autoral, pero es la única que podría funcionar de cara a la nominación. Siempre hay un cupo de candidatas, tanto en la primera criba como entre las finalistas, que se alejan del molde "buenos sentimientos / niños / Segunda Guerra Mundial / todo lo anterior" que se suele asociar a la categoría, optando por cineastas más arriesgados como Michael Haneke o Giorgos Lanthimos. Por ahí podría entrarles la cinta de Vermut. Credenciales tiene para pensar que puede hacer mella, pero claro, es un tiro al aire de dudosa efectividad que la Academia no suele disparar.