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Especial Oscars 2006: Mejor Dirección Artística

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Irulan, 22/02/2006

[size=5]MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA[/size]
La Dirección de Arte es responsable del aspecto de cualquier película. Partiendo del guión y las acotaciones del director, un director de arte crea atmósferas, espacios, objetos y decorados con ayuda del escenógrafo (siendo ambos premiados juntos en la Academia). Así, normalmente los films nominados en esta categoría son aquellos donde prima la imaginación o donde se realiza una exhaustiva recreación de una época pasada. Las nominadas de este año son:

Buenas Noches, y Buena Suerte (Jim Bissell y Jan Pascale, escenógrafo)
Este equipo, nominado en los premios del Art Director’s Guild y ya ganador del Satellite, nunca antes había destacado por sus labores en la dirección de arte o creación de decorados (siendo quizá el más conocido trabajo del primero E.T. , El extraterrestre), y su aparición en esta categoría sorprende, pues no es Buenas Noches, y Buena Suerte un título en el que el departamento artístico se pueda lucir ni que destaque por esto.
A FAVOR: el haber recreado con gran mimetismo los decorados de los estudios de la CBS.
EN CONTRA: la película tiene lugar en apenas tres espacios sencillos, discretos y a los que no se da ninguna importancia.

Harry Potter y el Cáliz de Fuego (Stuart Craig y Stephanie McMillan, escenógrafa)
Ya ganadores del Oscar por El Paciente inglés y nominados por su trabajo en el primer film de esta mágica saga (Harry Potter y la Piedra Filosofal), en esta nueva entrega se amoldan perfectamente a las ideas del director y nos presentan un nuevo Hogwarts, más oscuro y acorde con los hechos de la trama. A los ingleses les ha encantado, tanto que les han dado el BAFTA.
A FAVOR: la riqueza visual del Universo Potter que en este caso se ve ampliada con los nuevos escenarios creados para el Torneo de los Tres Magos.
EN CONTRA: el hecho de que esta pareja haya realizado las labores de dirección artística de tres títulos anteriores de Harry Potter y que ninguno de ellos haya ganado el premio.

King Kong (2005) (Dan Hennah y Simon Bright, escenógrafo)
A estas alturas, Dan Hennah debe de conocer muy bien los entresijos de los Oscars. Nominado tres veces por su sobresaliente trabajo en la ya histórica trilogía deEl Señor de los Anillos (también dePeter Jackson), su obra fue recompensada con la dorada estatuilla por El Retorno del Rey. Aquí, junto con Simon Bright, realiza de nuevo una impecable tarea de dirección artística en la cual no sólo demuestra ser capaz de reconstruir el Nueva York más art-decó en Nueva Zelanda, sino además sorprender a todos con una Skull Island arrolladora. Ya han sido nominados a los Art Director’s Guild y al BAFTA.
A FAVOR: la perfección técnica que con justicia se asocia a cualquier film de Jackson, el deslumbrante espectáculo visual que es King Kong (2005) en sí.
EN CONTRA: el hecho de que el uso de efectos especiales y CGI sea tan duro que no se sepa muy bien dónde acaba la tarea de unos y empieza la de otros.

Memorias de una Geisha (John Myhre y Gretchen Rau, escenógrafa)
Este dúo, varias veces aspirante al Oscar por separado (Myhre por Elizabeth y Chicago (2002) y Rau por El Último Samurái) llega a la ceremonia de este año con nominaciones al Art Director’s Guild, al BAFTA y al Satellite, así como con la seguridad de haber hecho un buen trabajo (como bien indican todas las reseñas de le película) y el hecho de que sea el suyo el título exótico, un film en el que recrean el Japón previo a la Segunda Guerra Mundial con una enorme belleza.
A FAVOR: el exotismo de lo oriental (tan de moda).
EN CONTRA: el hecho de que la película sea deficiente como tal y sólo destaque en aspectos técnicos o artísticos puede hacer que más de uno vote por un film “mejor”.

Orgullo y Prejuicio (Sarah Greenwood y Katie Spencer, escenógrafa)
Si hay una nominación tradicional en la Dirección Artística, esta es la de los films de épocas clásicas. Sarah Greenwood y Katie Spencer, dos desconocidas sin premios ni nominaciones previas, llegan así a los Oscars sabiendo que sólo por el período donde se desarrolla la acción de Orgullo y Prejuicio tienen muchos puntos ganados, y que su reconstrucción de la época del corte imperio, los rizos casuales y los enormes palacios en la campiña británica gustará a más de uno.
A FAVOR: lo bonitas que resultan estas películas, tan dulces y delicadas.
EN CONTRA: la película no ha recibido nominaciones de ninguno de los premios anteriores, ni siquiera de los BAFTA (y eso que es británica). A esto se puede sumar que quizá los académicos se empiecen a cansar de un siglo XVIII que ya no les resulta tan original.