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Especial Óscar 2014: Mejor Guion Adaptado
Alejandro F. Lorente, 10/02/2014

Alguien me preguntó una vez qué era exactamente lo que se premiaba en la categoría de guion adaptado. ¿La calidad de la adaptación con respecto al material original? ¿La calidad intrínseca del guion independientemente de su origen? ¿No será un premio a la mejor historia sin atender a razones visuales, técnicas, cinematográficas? No recuerdo qué respondí en aquel momento, hoy pienso que existen más de 6.000 académicos y que cada uno de ellos responde a razones personales; a veces tienen que ver con la historia, otras con la adaptación y otras veces, me temo, a nada honesto.
Este año se han adaptado las memorias de un hombre afroamericano secuestrado en régimen de esclavitud durante 12 años, una novela periodística que reconstruye el caso de Philomena Lee, la obra autobiográfica de un capitán de la marina mercante que fue secuestrado por piratas somalíes, las memorias (recientes) del despiadado, hedonista y cínico corredor de bolsa Jordan Belfort y… bueno, el guion de Antes del anochecer. Confieso que yo tampoco entiendo que se considere el guion de la última entrega de la trilogía de Linklater un texto adaptado. Me parece absurdo considerar ‘adaptación’ a la segunda o tercera parte de algo ‘original’. En fin, los caminos de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas suelen ser más inescrutables que los de Dios.

Adaptar unas memorias es siempre algo difícil, porque la mayoría de ellas no nacen con una vocación clara de obra literaria, ficcional o artística, con todas las estrategias narrativas que eso supone, sino que nacen siendo lo que son: un documento en primera persona, pegado a la realidad, al testimonio, a la fotografía de un suceso que quiere revelar o denunciar. El objetivo de las memorias, al menos las más honestas, no es entretenernos, ni siquiera aspirar al goce estético; se sitúan en un lugar intermedio entre el diario personal y el nuevo periodismo; quieren advertir, informar, compartir y en algunos casos incluso servir de expiación personal. La materia prima es la verdad a través de una mirada, con todo el caos, el capricho, la eventualidad que supone. Esto choca violentamente con la obra cinematográfica de género melodramático y clásico, que quiere el Gran Relato, el cuento sobre universales reconocibles que tiene progresión, sentido y efectos meridianos, muchas veces didácticos. En este sentido, el guionista John Ridley (Tres Reyes, Giro al Infierno) ha hecho con las palabras de Solomon Northup lo que su experiencia y talento le ha permitido, pero ni siquiera el mejor guionista hubiera podido trasladar a un ritmo propio de la ficción cinematográfica clásica lo que no lo es.

A FAVOR: Sobre el papel la gran favorita. Es una de las películas más celebradas y premiadas del año. Solomon Northup es un icono de la lucha por la igualdad racial en los Estados Unidos, por lo que sus memorias casi han adquirido con el tiempo la dignidad de lo sagrado. El voto conservador está dirigido mayoritariamente a esta propuesta mientras que el heterodoxo puede que se divida entre Antes del anochecer y El Lobo de Wall Street.
EN CONTRA: El guion está lejos de ser una perfecta adaptación para el cine, casi todas las virtudes que posee la cinta se las debe a una dirección asombrosa y no tanto al guion técnico y narrativo, que languidece en algunos momentos por el excesivo respeto hacia las memorias.
Ganador: Premio CINeol, Critics' Choice, USC Scripter, Chicago, Dallas, Crítica Online, Southeastern, Washington, San Francisco, St. Louis, Kansas, Florida, Oklahoma, Phoenix, Houston, Austin, North Carolina.
Finalista: Globo de Oro, BAFTA, Independent Spirit, Satellite, Londres, Ohio, Utah, San Diego, Georgia, Denver, Indiana.

(2ª nominación / 0 Óscar en esta categoría para los tres)
Es posible que sea injusto, pero estoy seguro de que la mayoría de nosotros, y quién sabe si muchos de los que hoy tienen un respetable lugar como jurado en certámenes, premios y festivales varios, pensamos, sentimos y tasamos Antes del anochecer en términos de trilogía. Es decir, que entre los criterios, más o menos profesionales, que manejamos para emitir un juicio sobre la calidad de este guion, se nos habrían colado un buen montón de virtudes que en realidad proceden de las dos primeras entregas. De esta manera, miramos y escuchamos la última película mientras persiste en nuestra memoria el temblor de algunos recuerdos apócrifos: cierto plano secuencia con casi 14 minutos de diálogo (buena parte improvisado, por cierto) dentro de un coche, cierto encuadre cerrado y levemente contrapicado mientras la pareja escucha Come here de Kath Bloom, cierto beso nervioso en lo alto de una noria detenida, y en fin, decenas de ideas sugerentes, miles de palabras y casi dos décadas que han pasado por los actores, por sus personajes y por nosotros con una velocidad dramática. Injusto pero inevitable, como también lo es la sensación de familiaridad y pertenencia que sentimos hacia esta historia de amor. Los que hoy tienen 40 años conocieron a Jesse y Celine cuando tenían 20 años; la contaminación sentimental que se introduce en nuestra valoración es, lo vuelvo a decir, tan injusta como inevitable.

A FAVOR: La masa de seguidores acríticos es importante. Es el segundo guion adaptado más premiado y celebrado por la crítica. Puede ser la gran sorpresa de la noche, ya que todos los que la han echado de menos en nominaciones de más enjundia pueden volcar su frustración en esta categoría. Los fantasmas de Antes del Amanecer y Antes del Atardecer podrían manifestarse en los sueños académicos más revoltosos.
EN CONTRA: Lo que puede ser una virtud podría ser también un defecto: es la tercera parte de una trilogía que nunca fue premiada en los Óscar, y esta es su única nominación, lo que no suele derivar en premio alguno en esta categoría.
Ganador: NSFC, Los Ángeles, Utah, San Diego, Indiana, Boston Online.
Finalista: Premio CINeol, WGA, Critics' Choice, Independent Spirit, Satellite, Chicago, Crítica Online, Washington, San Francisco, St. Louis, Toronto, Ohio, Detroit, Houston, Denver, North Carolina.

No hay nada que le siente mejor a un héroe que haber existido. Se pretende aquí reconstruir los sucesos que acaecieron en aguas cercanas a Mogadiscio, la ciudad más importante de Somalia, cuando un buque de la marina mercante americana fue asaltado por piratas somalíes. El capitán de este buque, Richard Phillips, plantó cara a los asaltantes y finalmente puso en juego su vida dándose como rehén a cambio de la liberación del buque y su tropa. Phillips contó su experiencia en un libro, coescrito con Stephan Talty, que fue adaptado para la gran pantalla por el experimentado Billy Ray (Los Juegos del Hambre, La Sombra del Poder, El Precio de la Verdad, El Espía…). Una narración de hechos que (nunca sabremos cuánto de verdad y cuánto de mito hay aquí) nos parecen plausibles, crispados y encerrados en una clarísima condición de género. Un thriller de libro que dosifica bien sus nudos dramáticos, con lo que consigue el ritmo adecuado para la intriga y la amenaza que subyace durante todo el metraje. Nada más, pero nada menos, cada vez es más difícil encontrar productos sencillos que alcancen estas cotas de realismo y estén tan bien contados.

A FAVOR: Haber sido la ganadora del WGA, el sindicato de guionistas, ha hecho que muchos la miremos de soslayo como posible ganadora sorpresa en este apartado. La presencia de Tom Hanks, influyente como pocos en la Academia, la condición de ser profundamente americana y la más que previsible derrota en otros apartados ayuda, desde luego.
EN CONTRA: Preocupante escasez de reconocimientos. La película se percibe de forma humilde, como una ‘pequeña cosa bien hecha’, y la Academia la ha recompensado con menos nominaciones de las que se preveían, lo que quizá indique que no la tienen en tan alta estima como otras. Tampoco se ha impuesto nunca a la gran favorita, 12 Años de Esclavitud, que no competía por el WGA.
Ganador: WGA.
Finalista: Premio CINeol, BAFTA, Critics' Choice, USC Scripter, Satellite, Washington, St. Louis, Ohio, San Diego, Phoenix, Denver.

(1ª nominación)
Uno se pregunta qué parte del mérito de una película tiene el guionista que adapta cuando cuenta con un material como el Jordan Belfort, el agente de bolsa que llegó a la gloria, se la inyectó en vena, y descendió a los infiernos con el empujón del FBI. En serio, lo pregunto: ¿En qué medida eres responsable del éxito cuando tienes a Martin Scorsese sobre tu espalda susurrando lo que quiere? ¿Y si estás rodeado de actores intocables que se apropian de parte del guion, o que proponen largas secuencias llenas de improvisaciones como la del ya bautizado ‘mejor almuerzo de la historia del cine’, entre Leonardo DiCaprio y Matthew McConaughey? Pues debo admitir que no lo sé, lo que sí sé es que si esta película se lleva el Óscar al mejor guion adaptado, el que subirá a recogerlo será Terence Winter (Los Soprano, Boardwalk Empire).

A FAVOR: El guion ha sido celebrado por la crítica y ha cosechado un cierto número de galardones y nominaciones. Las conexiones e influencias de la familia Scorsese/Winter son alargadísimas y poderosas. Además, es la película de la que todo el mundo habla por ser la última en llegar.
EN CONTRA: Ha perdido casi todos los combates cuerpo a cuerpo con las favoritas. La sensación de que es un guión híbrido, con muchos responsables detrás, así como el carácter caprichoso de su trama, dificulta su triunfo.
Ganador: NBR, Ohio, Denver.
Finalista: WGA, BAFTA, Critics' Choice, Satellite, Chicago, Boston, Washington, San Francisco, Londres, Florida, Detroit, North Carolina.

(1ª nominación para ambos)
Este es uno de esos proyectos que solo pueden salir bien. La historia viene de una investigación periodística de Martin Sixsmith, profesional de envidiable trayectoria que ha trabajado para la BBC, ha cubierto grandes eventos internacionales (desde el final de la Guerra Fría hasta el nombramiento como presidente de los Estados Unidos de Bill Clinton) e incluso ha sido asesor especial en la administración de Tony Blair. Un tipo juicioso, sólido, profesional de brillantes galones sobre sus hombreras. En 2009, alejándose significativamente de sus preferencias laborales, publica ‘El Niño Perdido de Philomena Lee’, una novela testimonio o de no ficción que denuncia la separación forzosa entre una madre y su hijo por las monjas de un convento de Irlanda durante la década de los años 50. El relato, entre lo periodístico y lo literario, es sobrio, conciso y emocionante, tanto que enseguida muchos se dieron cuenta de su buena predisposición para convertirse en un largometraje. Los derechos acabaron en manos del actor, cómico, escritor, productor y seguro que muchas cosas más Steve Coogan, y ha sido dirigida por el veterano Stephen Frears (que desde The Queen (La Reina) en 2006 no había vuelto a disfrutar del beneplácito de casi nadie).

A FAVOR: Aunque su objetivos sean pequeños y razonables, es el guion más redondo y pulido de entre todos los nominados. Además, cuenta con el apoyo de esa fuerza bruta, ese bulldozer buscapremios que es Harvey Weinstein.
EN CONTRA: No ha ganado nada durante la temporada, ni siquiera en los premios del cine independiente británico. Su propia modestia hace que se sienta poco importante.
Ganador: Festival de Venecia.
Finalista: Globo de Oro, BAFTA, Critics' Choice, USC Scripter, BIFA, Satellite, Chicago, Southeastern, San Francisco, Londres, St. Louis, Phoenix, Georgia, Denver.