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Diario desde Sitges 2010. Día 4. Decepciones, marcianadas y una gran película

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juanan_gollum, 13/10/2010

Cuarto día el festival y poco a poco nos vamos acercando al ecuador del mismo, a medida que el cansancio empieza a hacer acto de presencia, aunque a veces entre todas las películas aparece una que te despierta y que consigue salvar el día. El cuarto día apareció una de esas películas, pero antes de hablar de ella comentemos el resto de película del día
Para empezar viajamos a Noruega de la mano de Jalmari Helander, y su debut en los largometrajes, con Rare Exports: A Christmas Tale.
La historia cuenta como las prospecciones que realiza un grupo de científicos en un pueblo del norte de Finlandia están alterando el ánimo de los lugareños. El pequeño Pietari será uno de los primeros en darse cuenta que algo va mal y su curiosidad le llevará a descubrir el terrorífico origen de uno de los personajes más populares de la navidad.
Se trata del verdadero Papa Noel finlandés, el original y no el producto de Coca-cola como comentan sus protagonistas durante la película, un Papa Noel que no lleva juguete a los niños en sacos enormes, si no que secuestra a niños y se los lleva en su saco.
Se trata de un producto extrañamente retorcido que provocó risas y aplausos continuamente durante su proyección. Con una estética totalmente ochentera y una cuidada fotografía se coloca como una de las favoritas a llevarse el premio del público, de momento. Yo personalmente disfruté hasta el último minuto.

Y el día prometía continuar igual de bien con la siguiente cinta, la película argentina, Fase 7. Una mezcla de película de Ciencia-Ficción, buenas dosis de humor negro y algo de drama impostado.
Dirigida por Nicolás Goldbart y con la participación en el reparto de Federico Luppi. La película cuenta la cuarentena que viven un grupo de vecinos en un edificio al sufrir su país un ataque epidémico de magnitud catastrófica.
Se toma como base la situación de psicosis colectiva que se produjo ante la aparición de la gripe A, creando grandes momentos cómicos en los diálogos de los protagonistas, pero perdiendo algo de fuelle en la parte final, pero que no llega a estropear el producto global.
Así que el día empezaba bien, dos películas divertidas, entretenidas y que amenizaban la mañana. Pero lo malo, como siempre en contra de lo que se esperaba de ella, estaba por llegar. Con una gran expectación que había provocado que se hubiesen vendido todas las entradas de las sesiones donde se proyectaba la película, el nombre de John Carpenter irrumpía en los títulos de crédito iniciales de la proyección, mientras era aplaudido por gran parte de la espectadores. Pero estos aplausos de expectación y admiración, en general, no vieron cumplidas las expectativas.

The ward cuenta como tras prender fuego a una granja, una joven es recluida en una institución mental en la que compartirá habitación con otras cuatro mujeres. A pesar del silencio de los guardianes y sus compañeras, no tardara en empezar a sospechar que algo extraño amenaza sus vidas.
Para mí una de las cintas más olvidables, ya que parece una de esas tan típicas pelis de terror norteamericana sacada del “Manual para hacer cine que de miedo”.
A pesar de estar bien dirigida, la película solo busca asustar a la gente sin necesidad de trabajar el guión para conseguir un guión decente, y si es cierto que al principio no te esperas los cuatro sustos, el resto son totalmente previsibles.
Pero lo Carpenter solo fue un bache en el camino por que lo mejor estaba por llegar. Miguel Ángel Vivas presentó su segunda película, después de Reflejos, y la mejor película que he podido ver en el festival hasta el momento.
La española Secuestrados relata como una familia adinerada que acaba de estrenar mansión es asaltada por tres encapuchados. Cuando parece que los criminales lo tienen todo bajo control, la agresividad de uno de sus miembros hará que empiece a correr la sangre.
Un aterrador relato de un secuestro con momentos muy crudos y realistas que provocó la salida anticipada de más de uno en la sala y que al resto se nos revolviese el estómago.

Hay que destacar el trabajo actoral de todo el reparto y sobretodo de Manuela Vellés que con esta actuación se perfila como clara candidata a los Goya, y por supuesto al premio a mejor actriz del festival.
Compuesta de 12 largos planos secuencia que consiguen introducirte aún mejor en los acontecimientos que te hacen vivir con el corazón en un puño, además de que muchas veces te hacen preguntarte como han conseguido realizar ciertas escenas de violencia de la película. Sencillamente brutal.
Y claro, después de ver tan buen cine, todavía uno tiene ganas de más y se mete a ver en una sesión de madrugada una película de zombies Japonesa. Y después de ver como su director, Yoshihiro Nishimura, monta todo un espectáculo, como presentación de la película, en el que se quitó la ropa y se quedó en tapa rabos, cogió de una bolsa un feto con cordón umbilical y empezó agitarlo en plan vaquero por encima de la cabeza, mientras los espectadores lo miraban con ojos desorbitados o entre ataques de risa. Ya sabes que la película que te dispones a ver no va a ser normal.

Y realmente la cinta es una autentica locura. Si Braindead: Tu Madre se ha Comido a mi Perro de Peter Jackson os pudo causar estragos, no es más que un juego de niños a lado de una de las películas más enfermizas, casposas e irrreales que he podido ver nunca. No tiene comparación.
Se trata de un impagable freakshow que se desarrolla en un Japón postapocalíptico en el que el país del sol naciente ha quedado dividido en dos bloques: en un lado, los humanos, y en el otro, los muertos vivientes. Eihi Shiina deberá hacer frente a la plaga y acabar con la reina de los muertos vivientes. El futuro está en sus manos, en su espada-motosierra y en que continúen lloviendo miembros amputados y cabezas cortadas.
Ni Takashi Miike se atrevería hacer una cosa como esta, que por cierto si titula Helldriver, por si alguien después de los comentarios le pica la curiosidad.
Cosas como estas son las que hacen a Sitges diferente. De momento para mi gusto el nivel del festival es hasta ahora excelente (olvidando las obias). Y la jornadas que vienen también prometen.
Y así acabó el cuarto día, recordad que podéis ver mis impresiones y fotos en el hilo correspondiente, mañana seguiremos contando desde este diario todo lo que sucede en Sitges, ahora toca descansar y tener unas dulces pesadillas.