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10 películas navideñas
José Hernández, 25/12/2010
Una vez al año, los cinéfilos dejamos de lado nuestras películas y nuestras cosas, es decir, todo eso que hace que nuestras familias nos miren raro a veces y que hagan una mueca de hastío cuando la conversación comienza a girar en torno al Séptimo Arte. ¡PORQUE ES NAVIDAD! Una época de felicidad, paz en la tierra, consumismo y reuniones familiares, donde no hay lugar para el cine. Un momento, ¿cómo? ¡Claro que hay lugar para el cine! El día de Navidad es el más atendido en las salas del año, y quien no va al cine con su familia, pasa el día en casa viendo pelis por la tele. Y por eso, el TOP10 DE CINEOL de una fecha tan señalada no podía sino dar sugerencias al respecto.

Porque hay formas más que decentes de evitar los infumables telefilmes de espíritu cursi que inundan las ondas estos días, y porque hoy en día todas las películas que echan en el cine son en 3D y eso cuesta una pasta si quieres ver más de una. Y opciones hay de sobra.
Menciones especiales:
- Willow: Temáticamente no tiene nada que ver con las fiestas, pero siempre la echan por la tele en estas fechas, y la verdad es que apetece una aventura familiar con brujas y caballeros y enanos y magia.
- La Vida de Brian: ¿No celebramos el nacimiento de Jesucristo? Pues para ver una de las muchas historias bíblicas que hay, que pegan más en Semana Santa y de todas formas suelen ser un coñazo, mejor la irreverencia y mala baba de los Monty Python.
- Historias de Navidad: Un clásico de las películas navideñas… en Estados Unidos. La verdad es que aquí poca gente la conoce, pero si esta lista la fuésemos a publicar en un medio americano, las aventuras de Ralph con su escopeta tendrían que estar en el podio por lo menos.

10. DE ILUSIÓN TAMBIÉN SE VIVE
¿Es Kris Kringle el verdadero Santa Claus? ¿O es un simpático y amable viejecito que ha perdido la chaveta? Una madre y su hija creen firmemente en él, pero la justicia se empeña en que está loco y puede ser peligroso cerca de los niños, por lo que le quieren encerrar. Y aquí llega el joven, inexperto y entrañable pretendiente de la mujer, abogado de profesión, dispuesto a demostrar que Kris es Santa. Y todos hablan del espíritu de la Navidad, y de la imaginación, y de soñar como cuando uno era niño, y al final ocurre una de esas cosas totalmente cursis y falsas, pero que siempre nos arrancan una lagrimita que intentamos ocultar porque somos muy machos y no queda bien que nos emocionen estas historias de buenos sentimientos donde a los buenos les acaban pasando cosas maravillosas.

9. SOLO EN CASA
Ah, Kevin McCallister, el niño revoltoso. El que siempre está dando el follón a sus padres y tiene el morro torcido. ¿No querías ir a tu bola? Pues deseo concedido: tienes toda la casa para ti porque tus padres te han olvidado en su viaje. Y hasta que no vuelvan, te las tendrás que arreglar solo, lo cual está muy bien al principio, pero se vuelve cada vez más duro. Sobre todo cuando unos ladrones le echan el ojo a tu hogar. Entonces hay que convertirse en un mini-Rambo sacado de los Looney Tunes y enseñarles una lección. Al final, por supuesto, aprendemos lo importante que es la familia y sentirse querido y tener montones de juguetes potencialmente mortíferos al alcance de la mano. ¿Qué más se puede pedir de unas fechas tan señaladas?

8. LOS FANTASMAS ATACAN AL JEFE
Cuando Charles Dickens escribió Cuento de Navidad, es improbable que pensase que se iba a convertir en el clásico por excelencia de estas fechas. Posiblemente lo hizo como mero trabajo alimenticio. 167 años y 2.897 versiones más tarde, está claro que se equivocaba. En cine las ha habido de todos los tipos: serias, festivas, en dibujos animados, con Teleñecos… Pero una de las que más se han quemado en televisión, y que gracias al gran Bill Murray más disfrutamos, es esta versión moderna centrada en un ejecutivo televisivo que es un maldito bastardo hasta que el zombie de John Forsythe le visita y le anuncia que tres espíritus bastante demacrados le van a enseñar lo que es bueno. Y se lo merece. Así que no seáis como él, niños.

7. LOVE ACTUALLY
Hay tantas historias para elegir en esta película, que por huevos alguna tiene que gustarte. O tocarte el corazoncito. O ponerte romanticón. Claro que a lo mejor eres demasiado gafapasta o tienes complejo de Hombre de Hojalata. Pero para el resto de los mortales, tenemos de todo: un cantante de vida excesiva que descubre la amistad, un niño con un plan para conquistar a la chica de sus sueños, un viudo que intenta superar su pérdida, un primer ministro que se enchocha con su secretaria, un marido que se plantea ser infiel, una mujer colada por Jerjes, un chavala enamorado de la esposa de su mejor amigo… Hay un poco para todos, y encima con unas cuantas grandes canciones navideñas. Perfecta para parejitas, y para los que quieren encontrar desesperadamente una en estas frías veladas.

6. PLÁCIDO
El maestro Luis García Berlanga hizo del esperpento una afilada arma con la que criticar la sociedad del franquismo, y con esta película lanzó sus dardos envenenados contra la falsa caridad cristiana que inunda estas fiestas. Plácido es un pobre trabajador que vive con su familia en unos urinarios y que intenta pagar la letra de su motocarro recorriendo la ciudad con el representante de una campaña publicitaria de una marca de ollas: “siente a un pobre a su mesa”. Una campaña que existía en realidad, propiciada por el régimen, y que era una forma de que los ricos lavasen sus conciencias con una buena acción al año a regañadientes, mientras el resto del tiempo explotaban a los pobres, como muy bien disecciona el maestro. Por sí sola ya valdría la pena recomendarla, para bajar un poco los humos de la hipocresía navideña, pero además se da la casualidad de que el gran Berlanga falleció este año. ¿Qué mejor homenaje podemos hacerle que viendo una película suya por Navidad?

5. GREMLINS
¿Quieres un regalo navideño? Puedes tenerlo. Puedes tener la criatura más mona del mundo. Pero hay reglas. Los regalos conllevan una responsabilidad, tienes que aprender que no todo vale y que si no pones de tu parte, las cosas pueden ir muy mal. Lo que es una criatura puede convertirse en una decena. Lo que son bichos entrañables pueden volverse pequeños monstruos traviesos que recorren la ciudad torturando y matando a la gente, o simplemente comportándose como pequeños cabrones. Bastardía en la época del amor, ¡cuán dulce es la ironía y el humor negro de esta fábula! Pero chssssst, no digáis nada. Que Gizmo no se entere que en realidad es una metáfora de los niños pequeños, que parecen tan entrañables y luego te das cuenta de que son unos hijos de puta amorales que si no acaban con el mundo es porque son demasiado flojos y canijos. Hala, para que le tengas más pánico a lo de que te pinchen los condones.

4. LA JUNGLA DE CRISTAL
Podría escribir una parrafada sobre este clásico del cine de acción navideño, pero basta rememorar una simple frase: “Ahora tengo una ametralladora, ¡HO HO HO!”. Y no hace falta decir más. Ah, el puto John McClane, qué grande es.

3. ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!
Si aún no la has visto ninguna Navidad, háztelo mirar. Posiblemente estés muerto. Demonios, yo me la sabía de memoria antes de verla. Bueno, al menos el tercio final, posiblemente el más imitado de la historia. Pero también hay mucha película antes, y es una mezcla de comedia y drama sobre la familia y la bondad y la fortaleza necesaria para superar las adversidades. Puede que pienses que es ñoña, pero mira de nuevo: en realidad es muy negra y cruel, con solo un resquicio para la esperanza. Pero ese resquicio hace que tu corazón se haga mucho más grande, que es justo lo que necesitamos en esta época.

2. BAD SANTA
¡Basta ya de películas relamidas, de buenos sentimientos, de personas buenas y nobles, de iconos andantes que dan ganas de estrujar de un abrazo porque son un agujero negro de entrañabilidad! Hace falta un Santa Claus borracho, fumador, hijo de puta, ladrón, machista, follador, traicionero, racista, homófobo, aprovechado y rastrero. Para poner un poco la balanza en su sitio, que se estaba descompensando la cosa hacia la hiperglucemia. A Billy Bob Thornton no le gustan los críos. Los odia, de hecho. Y odia la Navidad. Lo que pasa es que vestirse de Santa le da acceso a robar en los grandes almacenes, follarse a camareras fetichistas y quedarse en casa de algún renacuajo demasiado imbécil para darse cuenta de que él no es Papá Noël. Y eso siempre compensa. Y con todo el humor negro y salvaje que tiene la película, con todo lo que se burla del espíritu navideño y los buenos sentimientos, luego resulta que es más navideña que muchas. Porque también tiene buenos sentimientos, y amistad, y redención y esas cosas. Pero las tiene porque se las gana, no porque le vienen impuestas como una etiqueta. Y eso hace que se disfrute mucho más tanto la película como el mensaje.

1. PESADILLA ANTES DE NAVIDAD
¿No la habéis visto? ¿Cómo? ¿Que no? ¿NO LA HABÉIS VISTO? ¿Ni siquiera por Halloween? ¡POR DIOS, REMEDIADLO YA!
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Cierto es. Hoy estáis muy ocupados. No podéis ir al cine, ni ver películas. Otros compromisos. Seguramente ni estéis leyendo esta lista. Bueno, venga, seguid cantando villancicos a la vera del pesebre de cartón piedra. Yo me cojo la pandereta y os acompaño:
Ande, ande, ande,
He comido pavo
Todas las vecinas
Me chupan el n-Navidad, Navidad,
Dulce Navidad…

Porque hay formas más que decentes de evitar los infumables telefilmes de espíritu cursi que inundan las ondas estos días, y porque hoy en día todas las películas que echan en el cine son en 3D y eso cuesta una pasta si quieres ver más de una. Y opciones hay de sobra.
Menciones especiales:
- Willow: Temáticamente no tiene nada que ver con las fiestas, pero siempre la echan por la tele en estas fechas, y la verdad es que apetece una aventura familiar con brujas y caballeros y enanos y magia.
- La Vida de Brian: ¿No celebramos el nacimiento de Jesucristo? Pues para ver una de las muchas historias bíblicas que hay, que pegan más en Semana Santa y de todas formas suelen ser un coñazo, mejor la irreverencia y mala baba de los Monty Python.
- Historias de Navidad: Un clásico de las películas navideñas… en Estados Unidos. La verdad es que aquí poca gente la conoce, pero si esta lista la fuésemos a publicar en un medio americano, las aventuras de Ralph con su escopeta tendrían que estar en el podio por lo menos.

10. DE ILUSIÓN TAMBIÉN SE VIVE
¿Es Kris Kringle el verdadero Santa Claus? ¿O es un simpático y amable viejecito que ha perdido la chaveta? Una madre y su hija creen firmemente en él, pero la justicia se empeña en que está loco y puede ser peligroso cerca de los niños, por lo que le quieren encerrar. Y aquí llega el joven, inexperto y entrañable pretendiente de la mujer, abogado de profesión, dispuesto a demostrar que Kris es Santa. Y todos hablan del espíritu de la Navidad, y de la imaginación, y de soñar como cuando uno era niño, y al final ocurre una de esas cosas totalmente cursis y falsas, pero que siempre nos arrancan una lagrimita que intentamos ocultar porque somos muy machos y no queda bien que nos emocionen estas historias de buenos sentimientos donde a los buenos les acaban pasando cosas maravillosas.

9. SOLO EN CASA
Ah, Kevin McCallister, el niño revoltoso. El que siempre está dando el follón a sus padres y tiene el morro torcido. ¿No querías ir a tu bola? Pues deseo concedido: tienes toda la casa para ti porque tus padres te han olvidado en su viaje. Y hasta que no vuelvan, te las tendrás que arreglar solo, lo cual está muy bien al principio, pero se vuelve cada vez más duro. Sobre todo cuando unos ladrones le echan el ojo a tu hogar. Entonces hay que convertirse en un mini-Rambo sacado de los Looney Tunes y enseñarles una lección. Al final, por supuesto, aprendemos lo importante que es la familia y sentirse querido y tener montones de juguetes potencialmente mortíferos al alcance de la mano. ¿Qué más se puede pedir de unas fechas tan señaladas?

8. LOS FANTASMAS ATACAN AL JEFE
Cuando Charles Dickens escribió Cuento de Navidad, es improbable que pensase que se iba a convertir en el clásico por excelencia de estas fechas. Posiblemente lo hizo como mero trabajo alimenticio. 167 años y 2.897 versiones más tarde, está claro que se equivocaba. En cine las ha habido de todos los tipos: serias, festivas, en dibujos animados, con Teleñecos… Pero una de las que más se han quemado en televisión, y que gracias al gran Bill Murray más disfrutamos, es esta versión moderna centrada en un ejecutivo televisivo que es un maldito bastardo hasta que el zombie de John Forsythe le visita y le anuncia que tres espíritus bastante demacrados le van a enseñar lo que es bueno. Y se lo merece. Así que no seáis como él, niños.

7. LOVE ACTUALLY
Hay tantas historias para elegir en esta película, que por huevos alguna tiene que gustarte. O tocarte el corazoncito. O ponerte romanticón. Claro que a lo mejor eres demasiado gafapasta o tienes complejo de Hombre de Hojalata. Pero para el resto de los mortales, tenemos de todo: un cantante de vida excesiva que descubre la amistad, un niño con un plan para conquistar a la chica de sus sueños, un viudo que intenta superar su pérdida, un primer ministro que se enchocha con su secretaria, un marido que se plantea ser infiel, una mujer colada por Jerjes, un chavala enamorado de la esposa de su mejor amigo… Hay un poco para todos, y encima con unas cuantas grandes canciones navideñas. Perfecta para parejitas, y para los que quieren encontrar desesperadamente una en estas frías veladas.

6. PLÁCIDO
El maestro Luis García Berlanga hizo del esperpento una afilada arma con la que criticar la sociedad del franquismo, y con esta película lanzó sus dardos envenenados contra la falsa caridad cristiana que inunda estas fiestas. Plácido es un pobre trabajador que vive con su familia en unos urinarios y que intenta pagar la letra de su motocarro recorriendo la ciudad con el representante de una campaña publicitaria de una marca de ollas: “siente a un pobre a su mesa”. Una campaña que existía en realidad, propiciada por el régimen, y que era una forma de que los ricos lavasen sus conciencias con una buena acción al año a regañadientes, mientras el resto del tiempo explotaban a los pobres, como muy bien disecciona el maestro. Por sí sola ya valdría la pena recomendarla, para bajar un poco los humos de la hipocresía navideña, pero además se da la casualidad de que el gran Berlanga falleció este año. ¿Qué mejor homenaje podemos hacerle que viendo una película suya por Navidad?

5. GREMLINS
¿Quieres un regalo navideño? Puedes tenerlo. Puedes tener la criatura más mona del mundo. Pero hay reglas. Los regalos conllevan una responsabilidad, tienes que aprender que no todo vale y que si no pones de tu parte, las cosas pueden ir muy mal. Lo que es una criatura puede convertirse en una decena. Lo que son bichos entrañables pueden volverse pequeños monstruos traviesos que recorren la ciudad torturando y matando a la gente, o simplemente comportándose como pequeños cabrones. Bastardía en la época del amor, ¡cuán dulce es la ironía y el humor negro de esta fábula! Pero chssssst, no digáis nada. Que Gizmo no se entere que en realidad es una metáfora de los niños pequeños, que parecen tan entrañables y luego te das cuenta de que son unos hijos de puta amorales que si no acaban con el mundo es porque son demasiado flojos y canijos. Hala, para que le tengas más pánico a lo de que te pinchen los condones.

4. LA JUNGLA DE CRISTAL
Podría escribir una parrafada sobre este clásico del cine de acción navideño, pero basta rememorar una simple frase: “Ahora tengo una ametralladora, ¡HO HO HO!”. Y no hace falta decir más. Ah, el puto John McClane, qué grande es.

3. ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!
Si aún no la has visto ninguna Navidad, háztelo mirar. Posiblemente estés muerto. Demonios, yo me la sabía de memoria antes de verla. Bueno, al menos el tercio final, posiblemente el más imitado de la historia. Pero también hay mucha película antes, y es una mezcla de comedia y drama sobre la familia y la bondad y la fortaleza necesaria para superar las adversidades. Puede que pienses que es ñoña, pero mira de nuevo: en realidad es muy negra y cruel, con solo un resquicio para la esperanza. Pero ese resquicio hace que tu corazón se haga mucho más grande, que es justo lo que necesitamos en esta época.

2. BAD SANTA
¡Basta ya de películas relamidas, de buenos sentimientos, de personas buenas y nobles, de iconos andantes que dan ganas de estrujar de un abrazo porque son un agujero negro de entrañabilidad! Hace falta un Santa Claus borracho, fumador, hijo de puta, ladrón, machista, follador, traicionero, racista, homófobo, aprovechado y rastrero. Para poner un poco la balanza en su sitio, que se estaba descompensando la cosa hacia la hiperglucemia. A Billy Bob Thornton no le gustan los críos. Los odia, de hecho. Y odia la Navidad. Lo que pasa es que vestirse de Santa le da acceso a robar en los grandes almacenes, follarse a camareras fetichistas y quedarse en casa de algún renacuajo demasiado imbécil para darse cuenta de que él no es Papá Noël. Y eso siempre compensa. Y con todo el humor negro y salvaje que tiene la película, con todo lo que se burla del espíritu navideño y los buenos sentimientos, luego resulta que es más navideña que muchas. Porque también tiene buenos sentimientos, y amistad, y redención y esas cosas. Pero las tiene porque se las gana, no porque le vienen impuestas como una etiqueta. Y eso hace que se disfrute mucho más tanto la película como el mensaje.

1. PESADILLA ANTES DE NAVIDAD
¿No la habéis visto? ¿Cómo? ¿Que no? ¿NO LA HABÉIS VISTO? ¿Ni siquiera por Halloween? ¡POR DIOS, REMEDIADLO YA!
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Cierto es. Hoy estáis muy ocupados. No podéis ir al cine, ni ver películas. Otros compromisos. Seguramente ni estéis leyendo esta lista. Bueno, venga, seguid cantando villancicos a la vera del pesebre de cartón piedra. Yo me cojo la pandereta y os acompaño:
Ande, ande, ande,
He comido pavo
Todas las vecinas
Me chupan el n-Navidad, Navidad,
Dulce Navidad…